Bruselas refuerza la protección del cliente en los créditos al consumo
La nueva norma cubrirá todas las modalidades de préstamo (cualquiera que sea la cantidad), desde un contrato de leasing a la posibilidad de un descubierto en la cuenta corriente, El crédito hipotecario es el único que queda excluido, porque la Comisión ya aprobó recientemente un código de conducta que han suscrito la mayoría de las entidades financieras europeas.
La directiva anterior sobre crédito al consumo en la Unión Europea data sólo de 1987, pero el texto, según la Comisión, 'se encuentra más que superado, porque en estos 15 años el sector financiero se ha transformado totalmente y el crédito se ha convertido en una realidad de cada día'. El volumen de los créditos a plazos pendientes de pago asciende ya a 500.000 millones de euros, lo que equivale al 7% del PIB de los 15 Estados de la UE. La tasa anual de crecimiento se sitúa además en el 7%
El proyecto de ley, que deberán debatir ahora los 15 Gobiernos de la Unión, prevé la armonización del concepto de 'tasa anual equivalente' (TAE), en el que se detalla en términos de porcentaje el coste total del préstamo para el tomador. Los futuros contratos deberán precisar además las cantidades reales que el prestatario abona a la entidad financiera, pues en muchos casos el préstamo se gestiona a través del intermediario que despacha el bien adquirido o el servicio prestado.
En estos casos de intermediación, la nueva ley señalará claramente las responsabilidades que correspondan a la entidad y al intermediario. En todo caso, el cliente contará siempre con un periodo de retracto de 14 días tras la firma del contracto. En la actualidad, el plazo concedido oscila entre dos y 14 días, según los Estados.
La norma exige también al órgano crediticio un análisis ponderado de la capacidad de endeudamiento del cliente para proponerle 'los modelos de financiación más adecuados o menos caros'.
En la elaboración del texto ha jugado un papel protagonista el Departamento de Protección al Consumidor que, bajo la dirección del comisario David Byrne, 'ha intentado asegurar que el marco legal reconozca la importancia que el crédito ha adquirido en el modo de vida contemporáneo'.
Los sondeos de la Comisión indican que en torno al 60% de los ciudadanos europeos recurren habitualmente a un crédito bancario para financiar desde la compra de electrodomésticos a un viaje turístico. El 30% de la población dispone de cuentas bancarias que permiten quedarse en números rojos, un instrumento de crédito que hace 30 años ni siquiera existía.
'La nueva directiva era una de las tareas pendientes desde hace tiempo', reconoce el Departamento de Mercado Interior, dirigido por el comisario Frits Bolkestein, quien también ha participado en la redacción del texto que aprobará hoy la Comisión.
El lanzamiento físico del euro, el desarrollo de los servicios financieros a través de Internet y la creciente posibilidad de que emerjan entidades financieras de ámbito europeo, mediante operaciones de fusión o adquisición, hacen ya imprescindible nuevas normas reguladoras, según la Comisión.
Bruselas asegura que algunos Gobiernos, entre ellos el español, estaban esperando el proyecto con ansiedad para reformar sus legislaciones.