La sanidad, otro riesgo chino para Occidente
Una campaña anticorrupción de Pekín frena la importación de aparatos médicos de firmas extranjeras
El riesgo chino se ha extendido a las firmas de productos sanitarios. Pekín lanzó en verano una campaña anticorrupción de un año de duración contra el sector médico. Los hospitales son ahora más prudentes a la hora de encargar dispositivos, lo que perjudica el crecimiento a corto plazo de Siemens Healthineers, Philips o GE Healthcare. La cuestión es si los rivales locales aprovecharán el paréntesis.
Según los analistas de BMI, dos tercios de los aparatos médicos chinos se importan de grupos occidentales. Pekín pretende dar la vuelta a esta situación exigiendo a firmas nacionales, como Mindray, de 41.000 millones de euros, que suministren el 70% de ellos para 2025. Pero mientras los grupos occidentales sigan actualizando sus productos con modelos tecnológicamente superiores, ese objetivo seguirá siendo difícil de alcanzar.
El edicto del Gobierno puede ayudar. A finales de julio, anunció que tomaría medidas enérgicas contra los médicos que reciben comisiones ilegales de los distribuidores cuando los hospitales adquieren aparatos. Cientos de directores de hospitales han sido investigados y detenidos, y se están frenando los pedidos.
Ello supone un golpe directo al crecimiento de pedidos e ingresos de los proveedores. Tanto Philips como GE Healthcare tienen más de 2.000 millones de dólares de sus ingresos expuestos a China, el 14% de su total anual en 2022. El Reino Medio es el segundo mayor mercado de Siemens Healthineers tras EE UU. Las acciones de estos tres grandes proveedores han bajado más de un 10% desde julio, bastante más que el mercado.
El peligro real para ellos es que los rivales locales les ganen la partida. Los hospitales pueden ahora limitar la capacidad de las firmas occidentales de seguir introduciendo actualizaciones de sus dispositivos. Según Deloitte, las marcas nacionales, históricamente rezagadas en este segmento, tardaron toda la década pasada en aumentar su cuota del 20% al 30%. Ahora podrían ir más rápido.
La necesidad de China de modernizar su mercado sanitario, menos consolidado, significa que seguirá necesitando los dispositivos de GE, Healthineers y Philips para detectar enfermedades crónicas. Omdia prevé que el gasto sanitario chino crezca un 10% anual hasta 2025, superando a países como EE UU. Aun así, la sanidad es otro sector por el que las firmas occidentales deben preocuparse más.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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