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La rentabilidad de la deuda a corto plazo de EE UU ronda máximos de 2007 ante la huida de los inversores por temor a la Fed

El bono español a 2 años está en niveles de la crisis de deuda de 2012

Fernando Belinchón
Charging Bull In Sao Paulo
NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)

Si la perspectiva de más alzas de los tipos de interés ha provocado la peor jornada en Bolsa desde el colapso de Credit Suisse, en el mercado secundario de deuda las ventas también se dejaron sentir con fuerza, elevando la rentabilidad de los bonos soberanos de diferentes países hasta rondar máximos que no se veían desde hace años. El caso más acusado ha sido el de Estados Unidos. Allí, con una Fed que parece más que dispuesta a seguir endureciendo sus políticas, el bono a 2 años ha llegado a tocar el 5,12% de rentabilidad, la más alta desde el año 2007, para después moderarse al entorno del 5%. El bono a 10 años se encuentra por su parte en el 4,05%, unos 19 puntos básicos menos que el anterior pico de octubre de 2022.

Más allá de Estados Unidos, la situación se ha repetido en Europa. El bono alemán a 2 años está a punto de superar la barrera del 3,33%, lo que le llevaría directo a los niveles de 2008. El bono español en el mismo plazo sí que ha superado hoy un nuevo límite. Ofreciendo una rentabilidad del 3,63%, se sitúa en cotas que no marcaba desde la crisis de deuda de 2012.

Una inflación más persistente de lo que los bancos centrales esperaban ha desencadenado un ciclo de endurecimiento monetario que quedará para la historia. En los últimos dos años, el BCE ha repuntado el precio del dinero en 8 ocasiones. La Reserva Federal en 10. El Banco de Inglaterra lo ha hecho 13 veces. Pese a ello y a los temores sobre una posible recesión económica, los indicadores siguen apuntando a la resistencia de la economía en Estados Unidos.

“Probablemente, la Fed todavía tiene trabajo por delante y el mercado está poniendo esto en precio”, comenta a Bloomberg Gregory Faranello, estratega jefe de deuda estadounidense en AmeriVet Securities. “Podríamos elucubrar sobre una posible recesión todo el día, pero los datos económicos están mostrando ser más fuertes de lo esperado en las áreas que realmente importan, especialmente, en el empleo”, asevera el experto. Así, cada dato económico mejor de lo esperado otorga más munición a unos bancos centrales que intentan corregir una inflación fruto del empacho de dinero que provocó años de políticas laxas. Por ello, el mercado no recibe con la alegría que cabría esperar las buenas noticias, como la que ha dado hoy el dato de empleo estadounidense.

Aunque una rentabilidad elevada de la deuda puede ser toda un alivio para los pequeños inversores, es a su vez todo un quebradero de cabeza para los Estados y para los bancos que compraron los títulos en los últimos años. Los pequeños inversores tienen a su disposición opciones más rentables, como es el caso de las letras del Tesoro español a 12 meses, que pagan un 3,8%. Los Gobiernos sufren el efecto de tener que pagar más cara su financiación, lo que a medio plazo detrae recursos de otras partidas y limita la capacidad inversora y de crecimiento del país. Los bancos pierden porque pagaron más caro un producto que hoy en día tiene un precio menor.

“Parece que estamos atrapados en un frenesí global de bancos centrales tomando cada vez caminos más agresivos”, afirma a Bloomberg, Subadra Rajappa, estratega jefe de tipos de interés de Estados Unidos en Société Générale. “El mercado laboral sigue fuerte y la inflación se modera lentamente”, sentencia el experto.

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Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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