La predicción analítica se abre paso en el sector legal
Permite a los despachos tomar decisiones basadas en criterios de probabilidad
La tecnología ha revolucionado todos los sectores de la economía, aportando soluciones y herramientas que facilitan el trabajo de los operadores económicos, haciéndolos más eficientes y productivos. Las últimas herramientas incorporan inteligencia artificial para para crear modelos predictivos que señalen la probabilidad de que ocurra un determinado evento.
No obstante, la introducción de herramientas tecnológicas que transformen el modo de prestar servicios jurídicos tiene aún un largo recorrido en el sector legal. Sobre las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para los despachos de abogados se habló en una mesa redonda organizada por El Confidencial e IE Law Scholl bajo el título 'Legaltech: retos y oportunidades'. Borja Martínez-Echevarría, socio de Pérez+Partners, condujo el debate introduciendo distintas cuestiones sobre el estado actual de la digitalización del sector, que fueron abordadas por los ponentes invitados.
Soluciones adaptadas
Tanto Jorge Morell, fundador de Legaltechies, como Cristina Retana, directora de contenidos e innovación de Wolters Kluwer, coincidieron en que el motivo de la desconfianza de los despachos hacia las nuevas tecnologías es el desconocimiento. Conocer los límites y utilidades de las soluciones que se ofrecen en el mercado ayudaría a transformar el sector. Retana contó como desde Wolters Kluwer se trabaja conjuntamente con el cliente en cada fase del desarrollo de la herramienta, de manera que se adapten a las características y necesidades del despacho. Además apuntó la necesidad de que sean los propios abogados los que las utilicen y no deleguen en otros profesionales su manejo.
Las últimas soluciones, que incorporan inteligencia artificial, aportan criterios objetivos en los que los despachos pueden basar sus decisiones. Estos modelos de predicción jurisprudencial analítica (como Jurimetría de Wolters Kluwer) establecen las probabilidades de que un determinado asunto sea recurrido o estimado, por ejemplo. En otros sectores, como en el de seguros, está mucho más generalizado su uso. Sin embargo el sector legal es reacio a incorporarlas, quizá, apuntó Morell, por el temor a introducir sesgos si no se tiene en cuenta el margen de error. Sin embargo, afirmó Retana, en realidad las decisiones basadas en estos criterios e índices siempre estarán mejor fundamentadas que si no se tienen en cuenta estos datos. ´
Impacto en la profesión
Pese a que algunas estadísticas señalan que la tecnología aplicada al derecho puede acabar con el 25% de los abogados (un reciente informe de Deloitte lo eleva al 39% entre los despachos americanos), los ponentes estuvieron de acuerdo en que esta evolución también tendrá también efectos positivos en el sector, que tendrá que adaptarse.
Joaquín Muñoz, socio de IT de Ontier, apuntó que estas herramientas reducen mucho la curva de aprendizaje de los jóvenes abogados. "Casi es más importante su uso que la experiencia de un abogado mayor", aseguró.
Por su parte Javier de Cendra, decano de IE Law School, subrayó la necesidad de incluir en los programas de grado asignaturas y habilidades que se exigirán al abogado del futuro. La transformación del sector, auguró, va a suponer nuevas oportunidades y nichos de negocio. El auge de nuevos proveedores de servicios jurídicos o firmas legales y de startups necesitará de otros profesionales además de los abogados. La estructura de estas firmas, aseguró, cambiarán. Ahora el peso de los abogados representa un 60%, en unos años disminuirá hasta el 20%. Las escuelas tendrán que formar a profesionales que se adapten a estas nuevas exigencias del mercado.