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Valores pequeños en mínimos históricos, ¿es hora de comprar?

Los expertos, pese a la expectativa de recesión, creen que ya es un buen momento para entrar y ven caras las grandes tecnológicas y las firmas de calidad

Tiny businessman looking up on huge legs of another businessman. Career growth and opportunities. Confident behaviour.
Tiny businessman looking up on huge legs of another businessman. Career growth and opportunities. Confident behaviour.Gearstd (Getty Images/iStockphoto)

No es frecuente un compor­tamiento similar entre grandes y pequeños valores de las Bolsas. Existe una diferencia tácita por la que el inversor destina unas veces más dinero a los gigantes del mercado por su gran liquidez y estabilidad, frente a otros periodos en los que los pequeños resurgen con fuerza y ofrecen rentabilidades de escándalo. El panorama actual de incertidumbre sobre la evolución económica (aterrizaje suave o recesión severa) y subidas de tipos de interés todavía en el horizonte decantaría la balanza hacia las grandes compañías, y así lo reflejan los índices. En España, el Ibex 35 sube en el año el 16% frente al 6% del Ibex Medium y el 10,5% del formado por pequeñas compañías. En Europa, el índice MSCI Europe Small Caps gana el 7%, en tanto que el Euro Stoxx 50 se apunta el 16%. En Estados Unidos, el S&P 500 acumula una ganancia del 15%, frente al ­6% que sube el Russell 2000.

Juan Uguet, socio gerente de la gestora Augustus Capital, ofrece explicación a esta peor evolución de los pequeños en el año: “Tipos de interés al alza, sensación de mayor vulnerabilidad ante el ciclo económico, menor liquidez, concentración del nuevo dinero en ETFs de compañías de elevada capitalización y menor cobertura por los analistas de empresas de pequeña capitalización han estado influyendo en este peor comportamiento”.

Los grandes valores baten con holgura este año a los pequeños

Aunque la memoria en la Bolsa es pasajera, lo cierto es que a comienzos de año los índices de los pequeños valores brincaron por encima de sus hermanos mayores. A cierre de enero, el Ibex Small Cap subía el 19%, el doble que el Ibex 35 a esa fecha. Mario Aguilar, del equipo de estrategia y carteras de la gestora Janus Henderson, considera que la crisis de la banca mediana estadounidense a mediados de marzo con el escándalo del Silicon Valley Bank (SVB) no solo afectó a las entidades, sino que mandó un mensaje a los inversores de concentrarse en los grandes para no llevarse sustos. Algunos gestores siguen pensando lo mismo y mantienen su apuesta por las grandes compañías. El equipo de análisis de M&G confía en los grandes valores con elevado dividendo. “Estas empresas de mayor tamaño con una política de dividendos progresiva se corresponden con compañías sólidas y con una buena disciplina de capital, lo que también representa una buena opción en caso de que un escenario de recesión llegue a producirse”, indican.


Los pequeños valores cotizan a niveles de la caída de la Bolsa de 2008, con un PER históricamente bajo de 11,6 veces, frente a las 18 veces de los grandes del mercado 

Del mismo pensamiento es Grégory Steiner, jefe global de gestión de activos de Indosuez, quien “mantiene la prudencia en los valores de pequeña y mediana capitalización, ya que suelen estar más correlacionados con el ciclo económico”. El propio banco estadounidense Goldman Sachs se centra en un S&P 500 que ahora sitúa a final de año en los 4.500 puntos, apoyado “en el potencial aumento de las ganancias por la inteligencia artificial”.

Pero los analistas que buscan valor en pequeñas compañías no se muestran tan convencidos de que los grandes vayan a seguir tirando del carro. Para Carlos Val-Carreres, gestor del fondo Myinvestor Value, las tecnológicas y la calidad (L’Oréal, LVMH…) cotizan a múltiplos muy altos, frente a pequeños y medianos que se cotizan por debajo de su valor en libros. “Tenemos valores con ROE [beneficio sobre recursos propios] en el 15% y más, y se negocian a 0,8 o una vez su valor en libros, cuando deberían estar al doble. Están muy castigados por una previsión de fuerte recesión que no se cumple y estas compañías siguen ganando dinero. Desde la década de los años veinte se ha demostrado que una estrategia de valor con estas empresas ha resultado siempre la más exitosa, aunque hay que saber manejar la volatilidad”, comenta.

Acertar a la hora de entrar

El director de inversiones de Gesconsult, Gonzalo Sánchez, apunta a una característica de los pequeños valores: el descuento en su cotización, como el actual, se puede mantener durante más tiempo que en las grandes. Hay, pues, que tener paciencia porque al final se acaba cerrando esa brecha de valoración con fuertes subidas. Tampoco ayuda a mejorar la valoración del mercado el hecho de que sean compañías poco analizadas, sobre todo después de las exigencias de la directiva Mifid.

Álvaro Antón, jefe para Iberia de la gestora escocesa Abrdn, se atreve con un panorama recesivo: “Muchos inversores reacios al riesgo suelen evitar las pequeñas empresas durante una recesión. Luego regresan a esta clase de activo cuando la economía vuelve a crecer. Sin embargo, creemos que esta estrategia tan arraigada es incorrecta”. Y añade que “históricamente, las empresas más pequeñas han empezado a superar a las de gran capitalización poco después del inicio de una recesión. Este repunte puede comenzar a los tres o seis meses de una recesión. Esto se debe a que el mercado tiende a valorar la recuperación económica antes de que se produzca”.

Pero una vez el inversor está dispuesto a tener un poco más de paciencia que en los valores más grandes y líquidos, los expertos apuntan a que ahora puede ser el momento de entrar en estas compañías más pequeñas que, en términos generales, ven muy baratas. Eso cree Antonio Aspas, consejero y socio cofundador de Buy & Hold. “Donde más valor encontramos ahora mismo es, con diferencia, en cotizadas de pequeña y mediana capitalización. Están muy baratas y hay que remontarse a la gran caída de la Bolsa de 2008 para igualar los actuales niveles de valoración de estas empresas”, señala.

Juan Uguet profundiza en el buen momento de valoración de los pequeños y medianos valores: “Esta semana, por primera vez en diez años, el PER [número de veces que el precio contiene el beneficio por acción] de las compañías pequeñas se situaba en 11,6 veces, por debajo del mercado, que está en 18 veces, lo que es una muestra del extremado pesimismo existente para este grupo. Históricamente, las compañías pequeñas han cotizado con prima como consecuencia de su mayor crecimiento y superior rentabilidad. Si observamos los últimos diez años, tan solo en el mínimo de la pandemia en marzo de 2020 (PER de 11,1 veces) y en septiembre de 2022 (PER de 11 veces) este ratio en las compañías pequeñas se encontraba en niveles inferiores a los actuales”, concluye.

Estos buenos precios son, para el experto de Janus, “un amortiguador potencial contra la incertidumbre futura, al tiempo que permiten al inversor posicionarse para un entorno de recuperación”. Y agrega, rompiendo el sambenito de su dependencia negativa del ciclo económico, que “las empresas estadounidenses de pequeña y mediana capitalización históricamente han superado a las de gran capitalización durante las recesiones económicas y las primeras fases de recuperación”.

Otro de los aspectos que destacan los analistas es la capacidad de estas firmas para afrontar escenarios inflacionistas como el actual. En su opinión, las empresas de menor tamaño han obtenido tradicionalmente mejores resultados que las de gran capitalización en periodos de inflación elevada. Esto se debe a que muchas operan en sectores especializados o en áreas del mercado con pocos actores. También suelen ser un eslabón fundamental en cadenas de suministro complejas o procesos de fabricación más amplios. En consecuencia, pueden dictar precios más altos a pesar de su tamaño, lo que les permite repercutir los costes para proteger sus márgenes.

El caladero más importante de estas compañías se encuentra en la Bolsa alemana, según explica Alexander Dominicus, gestor de carteras en Mainfirst: Alemania tiene un sector de small y mid caps especialmente fuerte. “Estas empresas, a menudo campeonas mundiales ocultas, son la columna vertebral de la economía alemana. Con frecuencia, tienen modelos de negocio centrados y son líderes del mercado en sus nichos”, indica el experto. Son atractivos argumentos, no sin riesgo, para esperar un despegue de lo pequeño y mediano en Bolsa, incluso en un contexto de desaceleración económica como el que ya vive buena parte del mundo desarrollado. Parece que el refrán español “burro grande ande o no ande” no cuadra para este grupo de valores.

Grandes apuestas para valores no tan grandes

FCC. Para Gonzalo Sánchez, director de inversiones de Gesconsult, FCC es el paradigma de la infravaloración en el mercado español. El 80% de su ebitda proviene del negocio de aguas y servicios ambientales y, sin embargo, cotiza como una constructora. También apuesta por la renovable lusa Greenvolt o la española Grenergy. “El mercado no recoge que, aunque los precios eléctricos han caído, aún están por encima de antes de la crisis. Los acuerdos de venta de electricidad (PPA) se están haciendo ahora entre 40 y 45 euros por megavatio y antes de la crisis se situaban en torno a los 30 euros”, señala.

Nokian. El gestor del fondo Myinvestor Value, Carlos Val-Carreres, habla con entusiasmo de sus perlas pequeñas, entre las que destaca la firma de neumáticos de invierno Nokian, que ha salido de Rusia y ahora construye una gran planta en Rumanía, y de Plastic Omnium, que se ha volcado en los depósitos de hidrógeno y en la industria del automóvil. Ambas cotizan por debajo de su valor en libros. Antonio Aspas, de Buy & Hold, tiene en su cartera de pequeños valores europeos a CIE Automotive, Vidrala, Alten, y Next 15 Group o CentralNic. 

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