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La nueva moda inversora: los ETF de gestión activa

Los fondos cotizados se utilizaban hasta ahora para replicar la evolución de índices bursátiles y de bonos con bajas comisiones

Miguel Moreno Mendieta
Silicon Valley Financial Group
Traders work during the opening bell at the New York Stock Exchange (NYSE) on Wall Street in New York City on August 16, 2022. - Wall Street stocks were mostly lower early Tuesday following lackluster housing data and as Walmart results highlighted how inflation is altering consumer behavior. (Photo by ANGELA WEISS / AFP) (Photo by ANGELA WEISS/AFP via Getty Images)ANGELA WEISS (Getty)

Los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) no son un producto nuevo. Se desarrollaron en los años ochenta en Estados Unidos con un objetivo muy claro: combinar lo mejor de las acciones y lo mejor de los fondos de inversión. Desde sus inicios, se concibieron como una forma baratísima de replicar la evolución de los índices bursátiles. Una acción para dominarlos a todos. En lugar de comprar un título de IBM, ¿por qué no comprar un título que reflejara el comportamiento de todo el Nasdaq o el Dow Jones?

Ahora, el banco estadounidense JP Morgan quiere darle una vuelta de tuerca a este tipo de productos. Ya no se limitarán a replicar índices, sino que serán fondos de gestión activa, capaces de comprar y vender compañías y bonos, como un fondo de inversión convencional. “Tal vez hayamos llegado tarde a la irrupción de los ETF pasivos, pero somos líderes claros en los ETF activos, y cada vez lo vamos a ser más”, afirmaba recientemente en una conferencia George Gatch, consejero delegado de la gestora de activos de JP Morgan.

En los ETF indexados o pasivos no hay gestor de inversiones. Los responsables del producto tienen que preocuparse únicamente de replicar de la forma más fiel la composición de un determinado índice bursátil (sea el Ibex 35 o el S&P 500) o de bonos, y hacerlo de la forma más barata posible. En los mayores ETF pasivos se llega a pagar menos del 0,05% anual de comisión de gestión, mientras que en los fondos de inversión de Bolsa se suele abonar más del 1% anual y en algunos casos los costes superan el 2%.

En los ETF activos, en cambio, la cosa se complica. Aquí sí hay gestores de fondos analizando cuál es el mejor momento para comprar una acción o qué peso debe tener en cartera la deuda soberana europea. Esto hay que combinarlo con las características propias de los ETF: se trata de títulos que se pueden comprar y vender de forma instantánea, y que ofrecen constantemente una valoración.

Los fondos de inversión, en cambio, solo dan su valor liquidativo una vez al día y el proceso de salida de un fondo se demora durante dos o tres días.

Frente a los 38 billones de dólares de activos invertidos a través de fondos convencionales, en el mundo solo hay 11 billones de dólares que se vehiculan a través de ETF. Es sin embargo un producto que no para de crecer año tras año (un 24% de media anual en los últimos 20 años), por su sencillez y sus bajos costes. JP Morgan Asset Management maneja una cartera de 113.000 millones de dólares en ETF.

En Estados Unidos, la generalización de los ETF activos comenzó hace unos años y ya hay 889 productos con 300.000 millones de dólares de patrimonio, un 62% más que hace un lustro. Pero en Europa siguen siendo una rareza.

Byron Lake, responsable de soluciones de ETF en JP Morgan AM, explica que “el ritmo de adopción de ETF activos creemos que va a ser muy fuerte en los próximos años, y nosotros esperamos jugar un papel muy importante”. En 2022, la gestora se anotó un crecimiento del 112% en la venta de ETF activos en Europa, y para el presente ejercicio esperan registrar una batería de nuevos ETF para comercializar en todo el Viejo Continente.

Para Lake, los ETF activos “permitirán conseguir un extra de rentabilidad frente a los ETF pasivos y también favorecerán una mejor gestión de los riesgos en cartera”.

El ejemplo de Cathie Wood

  • La nueva musa. Catherine Wood se ha convertido en los últimos tres años en la nueva estrella emergente de Wall Street gracias a sus ETF activos. La gestora fundó en 2014 la firma Ark Invest para invertir en las compañías más innovadoras. En 2021 logró una rentabilidad del 152%.
  • Activos. A comienzos de 2020, la firma dirigida por Cathie Wood gestionaba activos por un valor de 3.500 millones de dólares, y un año y medio después superaba los 60.000 millones (50.000 millones de euros). Tras el fuerte desplome de todo el sector tecnológico el año pasado, el volumen de activos cayó a 14.100 millones. Después del batacazo, la gurú tecnológica con más acólitos de Wall Street, ha dado un giro a su estrategia de inversión y ha lanzado un nuevo fondo con un enfoque en activos más ilíquidos y en compañías de menor tamaño.

En España, la penetración de los fondos cotizados es muy inferior a la que tienen en otros países por cuestiones fiscales. Los fondos de inversión convencionales, contra los que compiten los ETF, permiten traspasar el dinero de un vehículo a otro sin peaje fiscal alguno. No hay que tributar por las plusvalías que se van generando. En cambio, los ETF tributan como si se tratara de una acción, así que para cambiar de producto hay que vender, ajustar cuentas con Hacienda, y luego comprar otro ETF.

El mayor fondo cotizado de gestión activa que hay en el mundo es el JPMorgan Ultra-Short Income ETF, con 24.770 millones de dólares. El vehículo ha rentado un 1,94% de media anual en los cinco últimos ejercicios, batiendo a más del 90% de los productos comparables.

Aunque su tamaño ya es enorme, aún está lejos del mayor ETF del mundo, también estadounidense. Se trata del SPDR S&P 500, que acumula inversiones por valor de 365.000 millones de dólares. Bajo un solo título. Una acción para controlarlas a todas. Y su coste anual no llega ni al 0,1%

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Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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