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Finca Hualdo, un modelo agrícola único en 360 grados que reutiliza y recupera con renovables

La empresa propone un sistema circular donde los procesos están integrados. Tras el éxito de su aceite de oliva y la quesería presentan su nueva huerta ecológica

Finca Hualdo
Sergio Barrios, responsable técnico de la huerta, y Santiago López, horticultor de la Finca Hualdo.Javier Martínez Mansilla

“Aquí todo está conectado”. Son palabras de Enrique Vivas, portavoz de la Finca Hualdo. Estamos en un territorio fértil que se despliega a la orilla izquierda del río Tajo a su paso por las localidades toledanas de El Carpio de Tajo y La Puebla de Montalbán. Aquí la marca cuenta con una explotación agropecuaria de 4.000 hectáreas de parcelas bajo una misma linde donde se produce aceite de oliva virgen extra, queso artesanal y, desde hace unos meses, fruta y verdura ecológica. Pero la misión de la finca trasciende la búsqueda de la rentabilidad. “Nuestro objetivo es demostrar que es posible lograr un equilibrio entre la sostenibilidad y la eficacia, integrando aún más las actividades de producción agrícola”, explican desde la compañía.

Reutilización de residuos para abastecer procesos, protección de la biodiversidad de la zona, uso de energía renovable y recuperación de variedades autóctonas a punto de desaparecer. Se trata de un modelo único donde todo está integrado. Es la agricultura en 360 grados.

Vista de las ovejas.
Vista de las ovejas.

Recuperación de variedades

Junto a la quesería y a las oficinas de la Finca Hualdo aparecen las parcelas de la huerta divididas en los diferentes cultivos y los cerca de 800 árboles frutales en torno al invernadero de 1.500 m2. Tras casi tres años de experimentación, el pasado mes de mayo se inauguró La Huerta de Hualdo, el último proyecto de esta entidad agrícola. Frutas como los higos, melocotones, albaricoques, fresas y melones; verduras y hortalizas, como los tomates, calabazas, lechugas o pepinos, entre un sinfín de variedades se trabajan en la huerta, donde también se plantea recuperar otras que han sido descartadas en el mercado como el melocotón de la Puebla de Montalbán o el melón de la variedad mochuelo.

“Cambiamos los cultivos dependiendo de la temporada”, cuenta Sergio Barrios, responsable técnico. “Se trata de no agotar el suelo plantando siempre en el mismo sitio y evitar que proliferen patógenos”, añade. “Además no usamos químicos”, apunta Santiago López, horticultor de la compañía, quien comenta que tanto el control de plagas como la fertilización se realiza de manera natural. Para acabar con los pulgones, mariquitas; para polinizar, abejorros; para fertilizar, abono verde de los restos de la cubierta vegetal y del estiércol de las ovejas. En la huerta Hualdo todo es ecológico y en la finca todo circular. ¿Su origen?

Un ecosistema diferente

“El proyecto empezó por el interés de los propietarios, la familia Riberas, por el entorno rural”, cuenta Enrique Vivas, responsable de calidad de Casas de Hualdo, la marca de aceite de esta compañía fundada hace tres décadas por el empresario Francisco Riberas. “Cambió las condiciones de trabajo de la finca”, apunta Vivas. En los noventa plantó 300.000 olivos para la recolección de aceitunas y en los 2000 empezó con la ganadería de ovejas, la quesería, la almazara y ahora la huerta. La idea era cambiar la agricultura extensiva por una circular que integrase diferentes actividades. “Lo que más interesa es la vinculación entre los diferentes proyectos”, agrega Vivas, portavoz de esta empresa que facturó 4,5 millones de euros el pasado ejercicio.

En su almazara se producen 700 toneladas de aceite al año que se exportan a 40 países diferentes y abastecen a prestigiosos chefs como José Andrés. En su quesería se elaboran los singulares quesos artesanos a partir de leche cruda de su propio rebaño de 2.000 ovejas. Y de su huerta salen las verduras y frutas ecológicas que se envían a sus clientes de Madrid. Pero, además de la producción, lo interesante de la Finca Hualdo es la manera en cómo conecta su ecosistema agrícola.

Trabajadora en la quesería.
Trabajadora en la quesería.

“Utilizamos los huesos de la aceituna para la caldera de biomasa que calienta el agua que necesitamos para los procesos de limpieza y climatización de la almazara y la quesería”, detalla Vivas. “Según dicen, cinco kilos de hueso de aceituna tienen el poder calorífico de un litro de gasolina”, indica el técnico. “Y aquí nos sobran huesos”. Es tan solo un ejemplo de una política de reutilización de los residuos de las distintas actividades destinadas a alimentar el resto de los procesos. ¿Otro ejemplo? “El estiércol de las ovejas lo utilizamos como abono orgánico para las distintas partes de la finca”, comenta Vivas, quien explica, a su vez, que los desechos de la poda y recolección del olivar sirven también de alimento para el ganado.

Lo último es su proyecto de compostaje de alperujo. “Son los restos que salen de la almazara, los cuales mezclaremos con el estiércol de las ovejas, los restos de poda del olivar, las aguas de lavado de la quesería y el suero lácteo”, desvela Vivas. “A través de este modelo buscamos una vuelta al origen combinando lo mejor de la naturaleza con el empleo de la tecnología para cerrar un poco más los ciclos de la producción agrícola y ganadera”, concluyen desde Finca Hualdo.

Un ciclo sin fin

AgriCOOLtura. La Huerta de Hualdo es la última propuesta de la marca. En ella, la sostenibilidad y la economía circular son las bases en lo que en la finca entienden como AgriCOOLtura. “Con la huerta queremos dignificar el papel del agricultor como un eslabón importante de la cadena de valor alimentaria y gastronómica, revitalizar el medio rural, promoviendo un modelo más eficiente, y devolver al consumidor productos de calidad que se habían perdido”, defienden desde la compañía. 

Energía solar. En el año 2018, la empresa instaló su primera planta fotovoltaica flotante con una potencia instalada de 567 kilovatios pico (kWp), que fue entonces una de las mayores para bombeo solar de España. En 2020 construyeron la segunda estructura que alimenta la quesería y en 2022, la tercera. Está situada en una balsa flotante con la que se evita la evaporación del agua y la proliferación de las algas. En total, su producción de electricidad asciende a 1.035 kWp. 


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