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Una startup desarrolla una tecnología capaz de atrapar microplásticos en medios acuosos

La innovación de Captoplastic se dirige a instalaciones de depuración de aguas residuales urbanas e industriales. Su rendimiento es superior al 90%

Microplásticos
Muestra de microplásticos bajo la vista del microscopio.

La contaminación por microplásticos se ha convertido en una preocupación apremiante para la salud del planeta y las personas. Estos diminutos fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros han proliferado en océanos, mares y ríos, planteando una amenaza silenciosa pero devastadora para los ecosistemas acuáticos y, en última instancia, para la cadena alimentaria global. Como resultado, la búsqueda de soluciones innovadoras para eliminar estos contaminantes se ha vuelto imperativa.

La Comisión Europea acaba incluso de anunciar la adopción de medidas para restringir los que se añaden intencionamente en los productos, como el material de relleno granular usado en superficies deportivas sintéticas o los exfoliantes en cosmética. Se busca evitar así la liberación de medio millón de toneladas.

Equipo de Captoplastic.
Equipo de Captoplastic.

Adaptar la técnica en una planta de 100.000 litros por hora costaría entre 200.000 y 250.000 euros

“Un estudio del CSIC marca que la cantidad de plástico que ingerimos es de cinco gramos a la semana, lo que equivale a una tarjeta de crédito. Aunque parte sale de nuestro cuerpo, también hay una parte que se queda en nosotros. De hecho, hay investigaciones que han localizado microplásticos en la placenta o en la sangre”, señala Raquel Parra, directora de Captoplastic.

Con el objetivo de luchar contra esta amenaza nace esta spin-off de la Universidad Autónoma de Madrid, que se constituyó como empresa en 2020 gracias al apoyo y la inversión de la gestora de fondos BeAble Capital, que ha desarrollado una tecnología, con un rendimiento superior al 90%, que identifica, cuantifica y analiza los microplásticos en medios acuosos, y posteriormente, los atrapa y reutiliza si así se desea. “La tecnología de captura va dentro de un contenedor. El agua entra y sale, pero los microplásticos los retenemos dentro de esta caja mediante un consumible acuoso que los atrapa. Los capturamos y los retiramos del agua para que el consumible se pueda volver a reutilizar y los microplásticos se puedan llevar a cualquier otro uso”, explica Parra.

Su tecnología va enfocada, principalmente, a las plantas de depuración de aguas residuales industriales y urbanas, dado que son el principal foco de emisión de estos nocivos contaminantes al río y al océano, indica. Si bien el coste varía en función de las dimensiones de las instalaciones, su implementación para una planta de 100.000 litros por hora costaría entre 200.000 y 250.000 euros. El año pasado cerraron con una facturación de unos 50.000 euros y este año esperan acabar cerca de los 400.000. Sus previsiones son superar los dos millones en 2024.

Ensayos

Actualmente, realizan pruebas en varias plantas piloto para seguir desarrollando su tecnología. Por ello, construyen una de 5.000 litros por hora para seguir realizando este pilotaje. También han probado su dispositivo en más de una decena de empresas, tanto plantas de aguas residuales urbanas como industriales. Su objetivo es empezar su implementación en ambiente real con clientes el próximo año.

Además de su innovadora tecnología de eliminación, el equipo de Captoplastic ha dado un paso más allá al proporcionar la posibilidad de que las empresas puedan realizar por sí mismas la tarea de cuantificar cuántos de estos contaminantes contiene el agua. “Hemos desarrollado Captolab, un equipo de laboratorio que hace todo de manera automática. El cliente solo añade en el equipo una muestra de agua y, siguiendo los pasos que le indica una pantalla, determina cuál es la cantidad de miligramos por litro de microplásticos. No necesita ningún requerimiento específico ni que tenga corriente eléctrica”, apunta Parra.

La ‘spin-off’ realiza pruebas en varias factorías. Prevé su implementación real en 2024

En este caso, la empresa ya ha empezado a comercializar este “laboratorio portátil” por un coste de 62.400 euros. Un precio muy optimizado en comparación con otros equipos de laboratorio, que no solamente son mucho más complejos de utilizar, sino que también son menos precisos y requieren de unas habilidades del técnico más importantes, asegura. Captoplastic ya se encuentra trabajando en nuevas vías respecto a los nanoplásticos y los huevos de helminto, un contaminante que se da principalmente en aguas regeneradas.


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