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Tribuna
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Europa pone fin a la calefacción de combustibles fósiles y apuesta por las bombas de calor

Este año y 2025 supondrán un hito hacia el cambio a esta tecnología eléctrica, más eficiente y capaz de reducir las emisiones. Los países de la Unión Europea ya han adoptado o anunciado medidas para edificios nuevos y existentes

Una bomba de calor aerotérmica colgada a la pared exterior de una casa en Leipzig.
Una bomba de calor aerotérmica colgada a la pared exterior de una casa en Leipzig.picture alliance (dpa/picture alliance via Getty I)

Los objetivos de descarbonización de la economía europea, unidos a la necesidad de independencia energética, tras los episodios vividos con la guerra de Ucrania, están acelerando la transformación de la calefacción desde los combustibles fósiles hacia la energía limpia de las bombas de calor. La urgencia recae sobre las calderas que usan el fuel y el gasoil para producir calor, y le sigue la prohibición de las que se alimentan con gas que cuentan con un periodo de transición más prolongado.

Aunque los países marcan sus ritmos, este año y 2025 supondrán un hito en este brusco cambio en favor de las bombas de calor que funcionan con electricidad. Los edificios europeos utilizan cantidades significativas de gas, lo que representa el 40% de la demanda energética de la UE y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, relacionadas con la energía. Esto a pesar de que las bombas de calor pueden funcionar en casi todos los edificios, proporcionando cero emisiones y calefacción y refrigeración súper eficientes para hogares y empresas.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe “Emisiones netas cero para 2050″ estima que la mayor parte de la reducción de emisiones derivada de la electrificación se deberá a la nueva movilidad del coche eléctrico y a la instalación de bombas de calor. Los modelos actuales de esta tecnología eléctrica de calefacción y refrigeración son entre tres y cinco veces más eficientes que las calderas de gas. Así, la AIE calcula que las bombas de calor tienen potencial para reducir las emisiones mundiales de CO2 en al menos 500 millones de toneladas en 2030, lo que equivale a las emisiones anuales de CO2 de todos los automóviles que circulan actualmente por Europa.

Mapa calefacción prohibiciones Gráfico
Belén Trincado Aznar

“Las bombas de calor se consideran ahora una buena forma de reducir las emisiones: las soluciones ya están disponibles, pueden introducirse rápidamente, tienen unos costes iniciales relativamente bajos y un periodo de amortización corto”, explica Christian Rom, gestor de cartera de DNB Fund Renewable Energy. En la actualidad representan alrededor del 10% de la demanda mundial de calefacción en edificios, y sus ventas han crecido a un ritmo de dos dígitos en los últimos años debido al creciente apoyo político y a los esfuerzos de descarbonización con los planes REPower EU, IRA, etc.

La Asociación Europea de Bomba de Calor (European Heat Pump Association) ha creado un mapa que destaca las prohibiciones existentes o anunciadas sobre calderas de combustibles fósiles en toda Europa, distinguiendo entre prohibiciones de calderas de gas y petróleo en edificios nuevos y existentes. Este año y 2025 serán determinantes en este proceso hacia una calefacción limpia de hogares individuales y edificios completos.

Legislación por países

Austria. Las calderas de petróleo en viviendas nuevas están prohibidas desde 2020. También se suprimen las calderas de gas para edificios nuevos a partir de 2024, y se establece la sustitución obligatoria de los antiguos sistemas de calefacción de combustibles fósiles a partir de 2025.

Bélgica. En la región de Flandes, las calderas de petróleo están prohibidas en todos los edificios desde 2022, a menos de que no haya una red de gas natural cerca. Las conexiones de gas están prohibidas para grandes proyectos de construcción desde 2021 y en nuevos edificios a partir de 2025. Por su parte, en Valonia se establece la prohibición de las calderas de petróleo en los edificios nuevos a partir de 2025 y en los edificios existentes a partir de 2026. Por último, en Bruselas se vetan las calderas de petróleo en todos los edificios a partir de 2025.

Dinamarca. Prohibidas las calderas de combustibles fósiles en áreas con calefacción urbana en edificios nuevos y existentes. Estarán prohibidas las calderas de combustibles fósiles –no de gas natural- en zonas con una red de gas en edificios nuevos y existentes. Las regulaciones de construcción hacen que las calderas de combustibles fósiles sean virtualmente inexistentes en las nuevas construcciones, incluso en áreas donde no están explícitamente restringidas.

Francia. Las calderas de petróleo están prohibidas en todos los edificios desde 2022. Las calderas de gas están prohibidas en los nuevos edificios unifamiliares desde 2022 y a partir de 2025 para las nuevas viviendas multifamiliares.

Alemania. Los nuevos sistemas de calefacción deberán utilizar un 65% o más de energía renovable a partir de 2024. Prohibición de la instalación de calderas de gasoil en edificios nuevos y existentes desde 2020.

Grecia. Impide la venta e instalación de calderas de combustibles fósiles en todos los edificios a partir de 2025.

Irlanda. Prohibición de calderas de combustibles fósiles para edificios nuevos no residenciales y ya existentes sometidos a una importante renovación a partir de 2024.

Italia. Los nuevos edificios deben usar 60% de energías renovables para la calefacción a partir de 2022.

Luxemburgo. Los requisitos de construcción hacen imposible el petróleo y el gas para los nuevos edificios desde 2023.

Países Bajos. Las calderas de gas están prohibidas en edificios nuevos desde 2018. Veto a las calderas de gas en todos los edificios a partir de 2026.

Noruega. Los sistemas de calefacción de combustibles fósiles prohibidos en edificios nuevos desde 2017. Las calderas de petróleo están prohibidas en todos los edificios desde 2020. El uso de gas natural en las calderas existentes no está muy extendido, y la mayoría de los edificios tienen sistemas de calefacción eléctrica.

España. La contribución mínima de energía procedente de fuentes renovables debe cubrir al menos el 70% de la demanda energética anual para el agua caliente doméstica en nuevos edificios y para la climatización de piscinas, desde finales de 2019. Esta contribución mínima podrá reducirse al 60% cuando la demanda de agua caliente doméstica sea inferior a 5.000 litros diarios.

Reino Unido. Impide las calderas de combustibles fósiles para los nuevos edificios a partir de 2025. En el caso de Escocia, la prohibición de calderas de gas y petróleo para nuevos edificios ha llegado este año. Se eliminan las calderas de combustibles fósiles para todos los edificios a partir de 2045.


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