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La misma moneda y política monetaria pero la mayor dispersión de la inflación en los países de la eurozona

La guerra de Ucrania lo ha cambiado todo, la evolución de los precios es muy diferente en función del grado de dependencia energética y de la producción de energía renovable de los países

Inflación Eurozona dispersión
Belén Trincado Aznar
Jesús García

Pese a que las 20 economías de la zona euro cuentan con una moneda única, están bajo la misma política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), así como un tipo de cambio fijo, los últimos datos macroeconómicos que se han conocido a lo largo de las últimas semanas han puesto encima de la mesa unas importantes diferencias entre las distintas variables económicas de cada uno de los países. Uno de los datos que más ha llamado la atención y que en 2002 fue paradigmático, es el de la inflación, donde se aprecian importantes diferencias de las cifras entre países que nada tienen que ver a las oscilaciones, mucho más moderadas de años pasados.

Estas diferencia entre los niveles de inflación de un país a otro provoca importantes diferencias a la hora de que se transmita la política monetaria y los tipos de cambio reales. De ahí que no ejerzan los tipos de interés, actualmente en el 4,25% la misma función en todos y cada uno de los países a la hora de contener la evolución de los precios.

Esto es fácil de entender. Aunque 1 euro vale lo mismo en Madrid que en Berlín, Tallin o Viena, no tiene la misma capacidad de compra en una ciudad que otra, al estar supeditado al coste de la vida y el nivel de ganancias salariales, lo que también se reflejará en su nivel de inflación.

Así un ejemplo claro, está en la actual situación del mercado inmobiliario, donde el incremento de los tipos de interés está provocando una drástica caída de la demanda de vivienda por parte de nacionales, por el encarecimiento de la financiación, de la hipoteca para realizar esa compra, dificultad íntimamente relacionada con el nivel de ingresos. Sin embargo, estos problemas son menores para alemanes, belgas o austríacos, que gracias a su mayor poder de compra, sufren menos en la adquisición de una vivienda en España por el alza de los tipos, llegando incluso a proceder a compras sin financiación hipotecaria.

Esta dispersión de inflaciones, según se desprende del estudio Inflación europea: unida en la diversidad, de Caixabank Research, recoge como se ha pasado de un abanico que iba de un mínimo del 0% hasta un máximo del 3%, a un ensanchamiento en 2022 desde el 7% hasta el 25%. Detrás de estos márgenes se encuentra la evolución de las pequeñas economías del Báltico que tuvieron un pico del 25% en Estonia y otro ligeramente inferior del 22% en Letonia y Lituania.

Sin embargo estas cifras de dispersión no son tan elevadas como podría pensarse por las cifras y ello es por el peso relativo de cada una de estas economías en la cesta de precios del conjunto de países de la eurozona. Ello provoca que estas diferencias no sean tan anormales en un contexto de inflación elevada.

Causas

En este sentido, para poder explicar las causas que han motivado esta importante dispersión de las cifras de inflación, resulta clave el contexto en el que se encuentra la economía europea, marcada por la guerra de Ucrania y consecuentemente por una inflación energética derivada del conflicto, y un derivado incremento de precios de los alimentos que se ha ido transmitiendo en mayor o menor medida en cada uno de los países del euro. Siendo esto cierto, desde Caixabank se advierte que en los últimos meses también se observa algo más de dispersión en la inflación de los servicios.

Los países con una menor dependencia del gas ruso y una mayor producción de energía renovable son los que han visto menos tensionados sus precios y consecuentemente han registrado menores tasas de inflación.

En este trabajo se pone de relieve que esta intensificación de precios no obedece únicamente al factor energético, ya que se están apreciando factores inflacionistas en los bienes industriales y los alimentos.

También la disparidad de medidas puestas en marcha para hacer frente a la crisis ha tenido efectos dispares en la evolución de los precios. El aparcamiento de la aplicación de las reglas fiscales europeas que provocó la pandemia de Covid se mantuvo con la guerra de Ucrania, con lo que los distintos países ejercieron con discrecionalidad la adopción de medidas antiinflacionistas con resultados dispares.

Las ayudas públicas, según un estudio de Bruegel han ido desde más del 7% del PIB en Alemania lo que ha supuesto más de 264.000 millones de euros, hasta el 1% de Letonia, apenas algo más de 1.000 millones de euros. En el caso de España, las ayudas suponen una cifra superior al 3% del PIB, cerca de 40.000 millones de euros.

En su conjunto estas medidas también dispararon las cifras de déficit público en el conjunto de la eurozona, con una clara responsabilidad en el incremento de la deuda pública. Será a partir de 2024 cuando volverán a ponerse en activo las reglas fiscales europeas, centradas en la reducción del déficit al 3% del PIB y el objetivo a medio plazo de reducir la deuda al 70% del PIB.


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Sobre la firma

Jesús García
Periodista económico. Responsable de la sección de Economía de Cinco Días. Cuenta con una dilatada carrera profesional en La Gaceta de los Negocios, la agencia norteamericana Knight-Ridder Financial News, Efecom. Ha desarrollado labores profesionales en el mundo de la comunicación, en el ministerio de Hacienda, SEPI o Consejo de Procuradores.

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