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La nueva FP puede generar un overbooking de estudiantes para el acceso a las prácticas de empresa

La combinación de más de 1 millón de estudiantes con al menos 500 horas de formación práctica, dificulta que haya suficientes empresas para su desarrollo

Formación Profesional
Belén Trincado Aznar
Jesús García

Prácticamente uno de cada ocho jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años ni estudia ni trabaja, se trata de los denominados “nini”. Es una cifra nada despreciable, ya que supone el 10,5% de la población de esta franja de edad. Poner freno a esta situación que afecta a algo más de medio millón de jóvenes se erige en uno de los objetivos de la nueva Formación Profesional (FP), cuya ley entró en vigor el pasado 31 de marzo y cuyos primeros efectos comenzarán a notarse durante el próximo curso que se iniciará a partir del próximo 7 de septiembre.

Casar las ofertas de trabajo de las empresas con la cualificación necesaria de los jóvenes aspirantes, es otro de los grandes retos que se fija la nueva FP. Y es que la realidad se impone y es tozuda. España es el segundo país de la UE con mayor tasa de universitarios en paro, mientras que en algunos sectores, especialmente los tecnológicos, faltan miles de plazas por cubrir. También se produce un importante desajuste en cuanto a sobrecualificación e infracualificación en multitud de puestos de trabajo.

En 2021, el 36% de los titulados universitarios ocuparon puestos de trabajo que corresponderían a titulados de FP de grado superior. El 67,4% de las personas con FP de grado superior trabajaron en puestos capacitados para profesionales de grado medio. En base a los datos del Servi­cio Público de Empleo Estatal (SEPE), se pone de relieve cómo la empleabilidad de los estudiantes de FP se sitúa en el 42%, llegando a superar progresivamente a la de los universitarios, que ostentan el 38%.

Todo ello ha traído consigo un gran acuerdo político y social que se ha plasmado en esta nueva ley, llamada a dar un vuelco a la actual situación de la FP. Con el objetivo de aproximarse al modelo dual reinante en Europa, es decir, la combinación de formación teórica con prácticas empresariales, la norma entrará en vigor de manera paulatina, aunque la primera toma de contacto será a partir de septiembre.

Y aquí es precisamente donde se localiza uno de los puntos calientes de la ley. La norma prevé que en el modelo dual general, la formación práctica oscile entre el 25% y el 35% de la formación, lo que en horas laborales supone en torno a las 500, cifra que se verá ampliamente superada en el modelo dual intensivo, en el que el alumno recibirá de la empresa entre el 35% y el 50% de los contenidos de una manera práctica.

Para Luis Martínez-Abarca, director del área de formación profesional del CEU, “esta ley es una gran oportunidad para definir y ordenar lo desordenado de la FP a la hora de facilitar la inserción de los estudiantes en el mercado laboral. Nos acerca al modelo alemán de dualización, lo que va a facilitar la empleabilidad”.

Sin embargo, presagia problemas geográficos a la hora de distribuir los alumnos de prácticas, “si la oferta y la demanda no están coordinadas con las necesidades locales”.

Otro de los dilemas que va a surgir es si va haber el número suficiente de empresas para acoger a estos estudiantes en prácticas. En el curso 2017-2018, cerca de 10.000 empresas participaron en la formación práctica de los alumnos, una cifra que se puede antojar insuficiente para el nuevo esquema educativo. El número de alumnos en la FP superará el próximo curso el millón de estudiantes que unido al número de horas prácticas complicará la realización de la formación práctica.

Así, según explica Juan Carlos Tejeda, director de educación y formación de CEOE, si esta relación de prácticas “se laboraliza y llega a suponer un coste elevado para las compañías, puede producirse una contracción de estas empresas a la hora de acoger jóvenes en prácticas. Las grandes compañías lo van a poder hacer sin problemas, pero otro caso será el de las microempresas. Tampoco hay que olvidar que las prácticas no serán solo por la vía de la FP, sino que hay que sumar las de los universitarios”, señala.

Participar en un ciclo de FP Dual requiere que el alumno esté dado de alta en la Seguridad Social, con lo que se inicia un proceso de cotización. El pago de las cotizaciones estará subvencionado al 90% por el Gobierno a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Si el desempeño de funciones es a más largo plazo, habría que acudir a un contrato formativo al amparo del artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores, reformado en 2022 con la aprobación de la nueva reforma laboral.

Estos días se conoció el acuerdo entre Trabajo y los sindicatos para aprobar el estatuto del becario, finalmente aparcado por Moncloa. En él se aborda la compensación de gastos para el alumno, limitando al 20% de la plantilla la presencia de becarios en los centros de trabajo.

Hermana pobre

Este nuevo avance en la FP va a suponer a medio plazo un importante descenso de las tasas de paro juvenil. Según los últimos datos de OCDE, España ostenta el segundo puesto con más parado menores de 25 años, solo por detrás de Grecia con una tasa ligeramente por encima del 29%, si bien ha ido recuperando en estos últimos años desde el 35% de 2021. Aquí la FP va a jugar un papel primordial.

Según Jordi Giné, CEO de Grupo Ilerna, “el hecho de que la mayoría de los alumnos de la FP Dual estén entre los 16 y los 22 años, reduce drásticamente estas cifras de paro juvenil y hace que nuestros jóvenes asuman responsabilidades y compromisos de forma más que notable. La FP es trabajo, es sinónimo de empleo, y está pensada y diseñada para un rápida inserción en el mundo laboral. Ayudamos a formar a las personas en las materias que ya está demandando el mercado laboral”.

Otro hecho contrastado es que los estudiantes de grado medio cobran en el primer año un 2,4% más si han tenido formación dual, brecha que se amplia hasta el 6,2% tras cuatro años. Según un estudio sobre la formación dual en España del Consejo Económico y Social (CES), esta diferencia es aún mayor en el caso de los grados superiores, el 11,9% en el primer año y del 15,4% en el cuarto.

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Sobre la firma

Jesús García
Periodista económico. Responsable de la sección de Economía de Cinco Días. Cuenta con una dilatada carrera profesional en La Gaceta de los Negocios, la agencia norteamericana Knight-Ridder Financial News, Efecom. Ha desarrollado labores profesionales en el mundo de la comunicación, en el ministerio de Hacienda, SEPI o Consejo de Procuradores.

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