El Perte del Motor, el gran desafío de Héctor Gómez tras la salida de Reyes Maroto de Industria
La segunda convocatoria de este programa de ayudas tiene como objetivo asignar los más de 2.182 millones que quedaron sin cubrir el año pasado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho oficial esta mañana el nombramiento de Héctor Gómez, exportavoz parlamentario, como nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo en sustitución de Reyes Maroto, que se centrará a partir de ahora en recuperar la alcaldía de Madrid para el PSOE.
La hasta ahora ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, deja a su sucesor la labor de llevar a buen puerto su mayor proyecto: el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado. Este programa de subvenciones y préstamos al 0% de interés para proyectos de transformación de la industria del automóvil a la electrificación, fue presentado el año pasado a bombo y platillo por Reyes Maroto como un programa que iba a “hacer historia”. Sin embargo, justo un año después, el Perte del motor aún tiene un 75% de sus fondos sin adjudicar (unos 2.182 millones de dinero público) y está pendiente de presentar una segunda convocatoria para tratar de agotarlos.
Entre los motivos que impidieron que el dinero se agotara en la primera convocatoria se encontraban la complejidad exigida a los proyectos presentados y el escaso margen que se daba para acometer las inversiones, el cual finalizaba a mediados de 2025. A las empresas beneficiadas por el Perte, se les pedía que presentaran grandes proyectos que aunaran varias iniciativas más pequeñas que tuviesen efecto en toda la cadena de valor del automóvil. Esto, remarcaron algunas grandes compañías del sector, dificultó la presentación de proyectos al Perte, en el que debían de ir de la mano de al menos un 30% de pymes.
Esos dos aspectos, la complejidad de los proyectos y el plazo para acometer las inversiones, se modificará en la segunda convocatoria del Perte, la cual se espera para las próximas semanas. Según ha prometido Industria, habrá una línea específica para proyectos de baterías, se permitirá la presentación de proyectos individuales y las inversiones se podrán realizar hasta 2028. Este último aspecto es clave para que grandes empresas del sector como Stellantis o Ford puedan beneficiarse del programa para poner en marcha sus proyectos de electrificación.
En el primer caso, el grupo con sede en Ámsterdam, está a la espera de que se presenten las bases para saber con cuánto dinero contaría para traer a España las plataformas de producción STLA. Tal y como adelantó CincoDías, Stellantis está en conversaciones con el Ejecutivo para traer la plataforma STLA Small, de la que saldrán todos los modelos eléctricos pequeños nuevos que la compañía saque desde 2025. Su llegada a España aseguraría la actividad industrial de las tres plantas del grupo (Zaragoza, Vigo y Madrid) durante la próxima década.
Ford, por su parte, quiere recibir fondos para electrificar la planta de Almussafes, Valencia, que está en plena negociación de un ERE en la que corren riesgo 1.144 empleos, el 19% de la plantilla de la fábrica. Reyes Maroto le ha avisado a la automovilística que la recepción de ayudas dependerá del mantenimiento de los puestos de trabajo en la factoría valenciana.
A esto hay que sumar otros Pertes, como el de los microchips, al que el Gobierno destinará 12.250 millones de los fondos europeos. Este sector ha demostrado ser crítico, sobre todo tras la crisis de semiconductores sufrida estos años por toda la industria y, principalmente, el sector del automóvil. El Ejecutivo apuesta a tener al menos una fábrica de chips nacional, un tipo de planta para la que hace falta mucho dinero, además de empresas que decidan diseñar y desarrollar sus chips en España. A su vez, se han aprobado más Pertes como el naval, el aeroespacial o el de descarbonización de la industria, que están pendientes de ver cómo se desarrollan.
Más plantas de baterías y una mesa de automoción fallida
Durante el mandato de Reyes Maroto en la cartera de Industria, el Gobierno trató de llevar a cabo iniciativas como la llamada Mesa de Automoción tras el estallido de la pandemia en 2020, en la que se sentaron las principales patronales del sector. El objetivo de dicho mesa fue definir proyectos que mejorasen la competitividad del motor y tratar la transformación del sector hacia la movilidad eléctrica. Sin embargo, tras más de dos años, de la mesa no sacó ninguna medida ni iniciativa concreta. Tal es así, que Anfac (la patronal de fabricantes de coches), Sernauto (los fabricantes de componentes para la automoción), junto a los sindicatos CC OO y UGT pidieron en noviembre del año pasado que la mesa se volviese a reunir de forma recurrente y “un plan de trabajo práctico”.
En ese proceso de transformación de la industria del automóvil, además de fabricar coches eléctricos, el Gobierno se ha puesto como prioridad la atracción de plantas de baterías a nuestro país. Actualmente, España, el segundo productor de coches de Europa, se está quedando rezagado en la atracción de este tipo de proyectos y se está viendo superado por Alemania, Hungría y Francia. A día de hoy, el mayor proyecto es el del grupo Volkswagen, que levantará en Sagunto (Valencia) una gigafactoría con una capacidad de 40 GWh, y que acaba de colocarse la primera piedra.
Al consorcio alemán se suman los proyectos de Envision, en NavalMoral de la Mata (Cáceres), con 30 GWh; Phi4tech en Badajoz con 10 GWh; y Basquevolt en Vitoria, que podrá producir, cuando alcance su máximo, 10 GWh. En el aire están a día de hoy otros proyectos, como Inobat Auto, compañía que estudia invertir 3.000 millones en una fábrica de baterías en Valladolid. A esto se suma el interés demostrado por el fabricante indio Tata, que planea poner una gigafactoría en Zaragoza. Sin embargo, en ambos casos, Reino Unido aparece como contrincante de España para quedarse con las plantas. El futuro ministro tendrá que buscar alternativas para atraer este tipo de proyectos a nuestro país.
Diversificar los mercados de origen de los turistas
Tras la peor crisis de la historia como consecuencia del coronavirus, la llegada de turistas extranjeros a España se recuperó con fuerza en 2022 y es muy probable, teniendo en cuenta el balance de los primeros meses, que se alcancen máximos históricos al cierre de este año. Los retos que debe afrontar el nuevo titular de la cartera son los mismos desde que estalló la Gran Recesión: diversificar los países de origen de los turistas e intensificar la búsqueda de mercados con un mayor poder adquisitivo. La mitad de los viajeros siguen procediendo de tres países (Reino Unido, Alemania y Francia) y eso hace muy vulnerables a los destinos frente a crisis como la reciente pandemia. La eterna búsqueda por Asia y América en busca de turistas con mayor poder adquisitivo se ha visto frustrada en primer lugar por la fortaleza de los mercados europeos y posteriormente por la pandemia y la falta de conectividad aérea. Las patronales consideran que es imprescindible una rehabilitación de los destinos más antiguos de costa para hacerlos competitivos y para ello habían solicitado un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) para el turismo que nunca se otorgó.
“La destacada visión de altura, experiencia y gran recuerdo que dejó su paso hace años al frente de Turespaña, junto a sus altas responsabilidades institucionales como portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, hacen de la figura de Héctor Gómez, la persona más adecuada y con el peso político preciso en el Gobierno, para abordar con garantía, los desafíos y transformaciones competitivas que el sector, tiene pendientes en el resto de la legislatura”, remarcó José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur. Entre ellos destacó el reposicionamiento gradual de los modelos turísticos de España y sus destinos “hacia los escenarios más sostenibles y deseados por la ciudadanía”.
Por su parte, Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), valoró muy positivamente la labor realizada por Maroto. “Agradezco su interlocución, muy fluida en todo momento, que nos ha ayudado a transmitir la problemática que ha vivido el sector, especialmente durante la pandemia”. Asimismo también se mostró esperanzado con el nombramiento de Héctor Gómez. “Es un viejo conocido de las agencias de viajes, trabajamos mucho con él en su etapa de dirección en Turespaña y cuando fue portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso. Es un gran conocedor de las agencias de viajes y esperamos poder seguir trabajando con él durante este período”.
En el caso de la cartera de comercio tendrá que lidiar con la liberalización en lo relativo al nacional, ante el fenómeno imparable de las ventas online, y con las dificultades surgidas en el internacional por el impacto negativo que la subida de los precios de la energía ha tenido en el crecimiento exponencial de las exportaciones, devolviendo el déficit comercial a niveles de la Gran Recesión. En el haber de Maroto destaca el hecho de que las exportaciones de bienes, en una de las peores crisis económicas de la historia reciente, se comportaran con mucho dinamismo, lo que ha permitido que en 2022 tocaran máximos históricos, rozando los 390.000 millones de euros. Además, el hito de superar los 400.000 millones en ventas al exterior se producirá con cuatro años de antelación y tendrá lugar este ejercicio y no en 2027 como vaticinaba el último Plan de Acción para la Internacionalización. Otro de los problemas a corregir en el futuro será la caída del número de empresas exportadoras, que en 2022 sufrió su primer ajuste desde 2015. La merma se produjo entre aquellas compañías que vendieron bienes al exterior por menos de 25.000 euros. En el otro lado, la estadística de exportadores regulares (aquellas firmas que encadenan cuatro o más años consecutivos vendiendo bienes al exterior) subió en todos los tramos de exportación.
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