Ford plantea 1.144 despidos en Valencia y el Gobierno avisa: las ayudas están sujetas al mantenimiento del empleo
El fabricante estadounidense ha señalado que se debe a la pérdida de los modelos S-Max y Galaxy
El fabricante de vehículos Ford ha planteado un ERE para 1.144 personas en la fábrica de Almussafes, el 19% de la plantilla de esta factoría valenciana. Así se lo ha transmitido la compañía a los representantes de los trabajadores en la primera reunión que han mantenido ambas partes para reducir el tamaño de una factoría que en los últimos meses ha perdido varios modelos: el Mondeo, el S-Max y el Galaxy (estos dos últimos dejará de ensamblarlos en abril). “Ford trabajará constructivamente con los sindicatos para reducir el impacto de esta situación en los empleados, sus familias y la comunidad local”, ha indicado la compañía este viernes en un comunicado.
Los sindicatos esperaban un recorte de empleo y llevaban meses avisando de que temían un ERE en el primer trimestre de 2023. La planta se enfrenta a un periodo de baja producción hasta la llegada de los modelos eléctricos que se esperan para 2026. Hasta entonces, la factoría centrará su producción en el Ford Kuga, un modelo de éxito para la marca y el que más carga de trabajo supone para la fábrica valenciana. La factoría también ensambla la Transit Connect, pero dejará de hacer la versión destinada al mercado europeo a finales de este año y se espera que en 2024 deje de producir la que se vende en el mercado norteamericano.
“Se trata de un volumen de empleos más que considerable, lo que dificulta alcanzar un acuerdo que garantice la voluntariedad del 100% de las bajas a través de planes de acompañamientos hacia la jubilación y bajas incentivadas. Podemos decir que, se inicia hoy una negociación más que complicada”, ha señalado UGT, el sindicato mayoritario de la planta valenciana.
“Lo que no va a poder pretender [la empresa] es, que como el excedente es numeroso, abaratar las condiciones de los planes anteriores. En todo caso lo que procedería es lo contrario, con el fin de buscar el mayor número de voluntarios”, ha añadido UGT, que ha recordado la firma del acuerdo por la electrificación de la planta, un elemento que les permite “alcanzar un acuerdo para acometer la salida de manera voluntaria”.
Tras este ERE, habrá que ver si el fabricante continúa o no reduciendo el tamaño de su plantilla en Almussafes cuando lleguen los coches eléctricos. Martin Sander, director de la división de coches eléctricos de Ford (llamada Model e) en Europa, señaló el pasado noviembre que la electrificación supondrá una reducción de las horas trabajadas en comparación con los vehículos de combustión. “El tiempo que lleva producir un vehículo eléctrico es significativamente menor que el tiempo que lleva producir un vehículo con motor de combustión. Según a quién le preguntes, está entre el 30% y el 50%, por lo que necesitaremos menos capacidad para construir vehículos en el futuro. Esa es una realidad”, admitió el directivo.
Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha mostrado su “preocupación” por los despidos en Almussafes y ha advertido de que las ayudas públicas que Ford puede recibir en el segundo Perte del motor “están condicionadas al mantenimiento del empleo”. La norteamericana había renunciado a las ayudas que se le habían concedido en la primera convocatoria (unos 106 millones de euros), por su incapacidad para acometer las inversiones antes de mitad de 2025, el plazo máximo que permitía la primera línea. Por ello, la automovilística está a la espera de que salga la convocatoria del segundo Perte del motor en el que se utilizarán los fondos que no se agotaron en el primero (unos 2.182 millones).
Preguntada acerca de si el ERE en Ford puede ser el inicio de una pérdida de competitividad de la industria automovilística española, la titular de Industria resaltó que el objetivo del Ejecutivo es que “cualquier cambio” en las plantas productivas nacionales hacia los nuevos modelos “se haga contando con los trabajadores”.
Recorte de gasto de 8.000 millones
El director financiero de Ford, John Lawler, informó en febrero de que la automovilística tiene que recortar entre 7.000 y 8.000 millones de dólares en gastos para poder competir con los principales fabricantes del sector. Según Lawler, alrededor de la mitad de esa cifra se debe a unos costes materiales más elevados y para este año Ford pretende reducir sus costes en 2.500 millones.
La automovilística se encuentra en pleno proceso de reducción de sus operaciones en Europa. En febrero, la compañía había anunciado que reduciría su plantilla en 3.800 personas en Europa en puestos de ingeniería y administración, una carga de trabajo que pretende llevarse a Estados Unidos. En ese momento, España se libró de la mayor parte del recorte, porque el 95% de esos despidos se producirán en Alemania (donde tiene su sede europea, en la ciudad de Colonia) y Reino Unido.
En el caso concreto de Alemania, la situación más complicada es la de la planta de Saarlouis, una fábrica para la que no hay planes de producción más allá de mitad de la década. Esto se debe a que la factoría perdió el pulso con Almussafes por quedarse con los últimos modelos eléctricos que le quedaban por asignar a Ford para sus fábricas europeas. En enero se supo de la existencia de conversaciones entre la norteamericana y la automovilística china BYD para venderle a esta la factoría de Saarlouis, según una información de The Wall Street Journal.
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