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La mitad de las rentas de España que superan los 600.000 euros al año están en Madrid

Estos altos contribuyentes pagan una media de 160.400 euros al año, una de las cantidades más bajas del país

Distribución del IRPF de las rentas altas.
Distribución del IRPF de las rentas altas.Belén Trincado Aznar
Pablo Sempere

El mapa de las grandes fortunas de España va mucho más allá del tradicional impuesto sobre el patrimonio, pero también tiene su epicentro en la Comunidad de Madrid. En todo el país hay algo más de 11.000 personas que declaran en el IRPF por rentas que superan los 601.000 euros al año y, de ellas, casi la mitad tienen su residencia en la comunidad central. La región practica una política fiscal pensada para atraer a los grandes patrimonios, pero también al conjunto de altos contribuyentes. Y a tenor de los datos de la Agencia Tributaria, el territorio presidido por Isabel Díaz Ayuso consigue sus objetivos.

Madrid alberga a más de 5.100 declarantes que tributan por encima del tramo máximo de la estadística oficial, a partir de los 601.000 euros. Son casi el 47% de los contribuyentes más acaudalados de toda España. Muy por debajo se quedan Cataluña, con unos 2.300 liquidantes (el 21%), y Comunidad Valenciana y Andalucía, que cuentan cada una con alrededor de 800 declarantes que cumplen este perfil.

Esta fuerte divergencia entre Madrid y el resto de España se explica por varios motivos. Uno de ellos obedece al efecto sede, ya que la mayoría de grandes empresas cotizadas están situadas en la región central, algo que provoca que sus altos directivos residan y paguen en ella. También se debe tener en cuenta en la ecuación la bonificación al 100% del impuesto sobre el patrimonio que la autonomía central viene practicando desde el año 2011. Este descuento fiscal en el gravamen sobre la riqueza por excelencia ha llevado a buena parte de las grandes fortunas de España a marcharse a Madrid, para tributar allí en el IRPF.

La alta proporción de grandes rentas permite a Madrid recaudar unos 830 millones de euros al año a través del impuesto sobre la renta de las personas físicas. Es una cantidad alta, el 38% de los 2.170 millones de euros que se ingresan en toda España a través de este concepto. Sin embargo, la cifra está casi nueve puntos porcentuales por debajo de la proporción de grandes rentas con la que cuenta la región.

Esta radiografía contrasta enormemente con el resto de las autonomías de España, entre las que se excluyen a País Vasco y Navarra por contar con regímenes fiscales propios. Todas salvo Madrid aportan en ingresos por el IRPF de las rentas más altas una cantidad equivalente a la ratio regional de estos contribuyentes, incluso superándola en varios puntos porcentuales en algunos casos.

Esto sucede por los bajos tipos impositivos en el impuesto sobre la renta que aplica la autonomía central. Según los últimos datos, recogidos en el Panorama de la fiscalidad autonómica y foral de 2022 que publica anualmente el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas, Madrid cuenta con el tipo máximo agregado más bajo de toda España (en el 45% para las rentas más elevadas). Es una tasa de gravamen muy alejada del tipo máximo agregado del 54% que aplica la Comunidad Valenciana, del 52% anotado en Navarra y del 51,5% vigente en La Rioja. Otras regiones como Cataluña, Cantabria, Canarias o Asturias aplican un tipo del 50%.

En consecuencia, de nuevo según los datos de la Agencia Tributaria, la liquidación media de los altos contribuyentes de Madrid es de las más bajas de España, con una media de 160.400 euros al año frente a los 195.400 del conjunto del país. En Cataluña, estos contribuyentes pagan casi 197.000 euros; en Comunidad Valenciana abonan 211.000; y en Andalucía, 246.200 euros.

Efectos de bonificar Patrimonio

Madrid ha sido tradicionalmente un refugio fiscal para las grandes fortunas por sus bajos tipos en el IRPF aplicado a las mayores rentas y por la bonificación del 100% en el impuesto sobre el patrimonio, a la que este año se ha sumado por primera vez Andalucía.

Los últimos datos oficiales, del año 2020, permiten comprender el impacto de estos descuentos en el gravamen sobre la riqueza. De los 724 contribuyentes en España que declararon una fortuna superior a los 30 millones de euros, únicamente 250, el 34,4% del total, pagaron el impuesto sobre el patrimonio. A su vez, de los 7.421 ciudadanos que declararon tener entre 6 y 30 millones, el tramo inmediatamente anterior, solo 3.753 (poco más del 50%) liquidaron el gravamen. Es decir, estos 250 y 3.753 contribuyentes abonaron el tributo en cuestión por residir en una región distinta a Madrid, la única autonomía española entonces suspendía el impuesto.

En este caso, a diferencia del IRPF, Madrid no recauda ni un euro. En la región central, según la estadística de la Agencia Tributaria, hay unas 19.000 personas con bienes por un valor superior a los 700.000 euros, excluyendo 300.000 euros de la primera vivienda. Según la estadística, la comunidad dejó de recaudar ese año unos 990 millones de euros al bonificar en su totalidad este tributo, ya que aunque los contribuyentes más acaudalados tuvieron que presentar la declaración quedaron exentos de tener que pagar gracias a la ventaja fiscal que les da la residencia.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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