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El sueño cripto de El Salvador se tambalea ante las presiones del FMI

El país centroamericano negocia un préstamo de 1.300 millones de dólares. La organización financiera condiciona las ayudas a unos cambios en la Ley de bitcoin, según ‘Financial Times’

El Salvador
Un excombatiente guerrillero sostiene un muñeco alusivo al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, el 15 de enero en San Salvador (El Salvador).RODRIGO SURA (EFE)

El Salvador, un país que cuenta con poco más de seis millones de habitantes, ha sido escenario de varios experimentos monetarios. En 2001, el dólar estadounidense se convirtió en la única divisa oficial del estado. Veinte años después, el 7 de septiembre de 2021, pasó a la historia por ser el primer país en otorgar al bitcoin el estatus de moneda de curso legal a través de la Ley Bitcoin. Esta normativa permite a ciudadanos y empresas utilizar la criptomoneda como medio de pago y para fines fiscales de aceptación obligatoria en el país. Asimismo, empezó a acumular bitcoin en las reservas del estado. Aquello fue una revolución total, en un momento en el que bitcoin trataba de dejarse a sus espaldas el colapso de la criptomoneda TerraLuna y se aproximaba a marcar nuevos máximos (los 69.000 dólares) a principios de noviembre. Tres años después, esta revolución languidece y los sueños del criptopresidente del país, Nayib Bukele, podrían dar marcha atrás muy pronto.

Según el Financial Times, El Salvador espera llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las próximas semanas para obtener un préstamo de 1.300 millones de dólares con la condición de aportar cambios en su Ley Bitcoin. En particular, el organismo internacional estaría pidiendo eliminar el requisito legal que obliga a las empresas a aceptar esta criptomoneda como forma de pago. Así, pasaría a ser voluntario, desvirtuando y limitando el rol de bitcoin como moneda de curso legal en el país.

El diario británico destaca que las negociaciones siguen en marcha y que, a falta de más detalles, el acuerdo desbloquearía también un préstamo de 1.000 millones del Banco Mundial y de otros 1.000 millones del Banco Interamericano de Desarrollo en los próximos años. Las negociaciones con el FMI tienen el objetivo de reducir la deuda pública del país centroamericano, reforzar las reservas bancarias y fortalecer las perspectivas de crecimiento. El gobierno, en este sentido, se ha comprometido también en reducir el déficit presupuestario en 3,5 puntos porcentuales del PIB durante tres años, a través de recortes en el gasto y aumentos de impuestos. Asimismo, prevé aumentar las reservas de 11.000 millones a 15.000 millones.

El Fondo Monetario Internacional se ha opuesto en varias ocasiones a la política monetaria adoptada por El Salvador. En 2022, la institución alertaba sobre los riesgos considerables en el uso de bitcoin como moneda de curso legal y no recomendaban su uso. “Es probable que, en el corto plazo, los costos y riesgos superen los beneficios”, afirmaban. Entre los riesgos que identificaban los expertos figuran la estabilidad financiera, ya que bancos y otras instituciones podrían verse expuestas a las fluctuaciones de precio de los criptoactivos; la integridad financiera, puesto que estos activos podrían ser la puerta de entrada de fondos ilícitos, destinados a financiar terrorismo, promover evasión de impuestos y el lavado de dinero. Además, alertaban sobre los riesgos de robo y ciberataques.

En aquel entonces el panorama era crítico y la institución tenía razones para preocuparse. Cuando el estallido de la guerra en Ucrania provocó caídas en los mercados globales, el precio del bitcoin se desplomó más de 50% desde sus máximos históricos. Como en un efecto dominó, también cayeron en picado los bonos del gobierno de El Salvador, hasta que se puso en duda la capacidad de que el país pudiera cumplir con el próximo pago de su deuda. Ya en ese entonces, el FMI, que podía apoyar el país aportando financiación de apoyo para que cumpliera con su pago, instó al gobierno a eliminar el bitcoin como moneda legal, puesto que expone a las finanzas públicas a la alta volatilidad del activo digital. No obstante, la negativa de Bukele, complicó las negociaciones.

Aquel episodio, que mantuvo en tensión a los inversores, parece solo agua pasada para las autoridades del país. Hace tan solo una semana, de hecho, cuando el bitcoin alcanzó los 100.000 dólares por primera vez en su historia, se registró un rally de los bonos soberanos salvadoreños: la deuda con vencimiento en 2041 subió 1,2 centavos, alcanzando un precio de 93,1 centavos por dólar, el nivel más alto desde junio de 2021. Por su parte, los bonos con vencimiento en 2035 aumentaron 1,3 centavos, llegando a 97,6 centavos por billete verde, su valor más elevado en más de tres años. “Esta es la primera vez en la historia que bitcoin ha impulsado los bonos soberanos en los mercados tradicionales”, celebró Bukele, en X (antes Twitter).

Judith Arnal, investigadora principal del Real Instituto Elcano y del Centro de Estudios de Política Europea (CEPS), explica que la actitud reacia del FMI hacia el bitcoin es natural, dado que esta criptomoneda nació como un desafío al sistema financiero tradicional, cuyo corazón es, justamente, el FMI. No obstante, considera sorprendente que solo insista en que se elimine el bitcoin como moneda de curso legal y no se incida en las reservas del Tesoro de El Salvador. “Eso es una inversión con dinero del contribuyente y es ligar el futuro fiscal de El Salvador a cómo se comporte el bitcoin. Eso, francamente, es muy peligroso”, asevera. El país ha adquirido hasta ahora 5.961,77 unidades de esta criptomoneda, valoradas en más de 598 millones de dólares al precio actual del mercado, según el Bitcoin Office del país.

Pese a que El Salvador es concebido como un paraíso para la comunidad de los activos digitales, la marcha atrás en su proyecto de criptoestado no tendría mucha relevancia para el bitcoin ni para el mercado, según los analistas. David Tercero-Lucas, profesor de Economía en la Universidad Pontificia de Comillas - ICADE, recuerda que el uso de bitcoin como medio de pago ha sido muy modesto incluso en El Salvador. “Este cambio podría limitar la adopción del bitcoin por parte de la población y desincentivar su uso en el comercio, pero dicha adopción es prácticamente inexistente”, afirma.

La bitcoinización del país, de hecho, sigue siendo un sueño que nunca ha llegado a concretarse. Cuando se adoptó la Ley Bitcoin para incentivar el uso de esta criptomonedas en las transacciones diarias, el gobierno anunció incentivos destinados a la población para usar la billetera digital llamada Chivo, que permite a los usuarios comerciar con bitcoin y dólares. Los ciudadanos que descargaron la aplicación recibieron 30 dólares en bitcoin, el equivalente a 3,75 veces el salario mínimo diario en el país, según un paper de 2022 del National Bureau of Economic Reasearch (NBER).

Este mismo organismo, llevó a cabo una encuesta a nivel nacional con 1.800 hogares para conocer el éxito de la criptopolítica adoptada por El Salvador. Los resultados revelaron que la mayoría de las descargas de Chivo Wallet ocurrieron en el momento de su lanzamiento: “El 40% se llevaron a cabo en septiembre de 2021, y prácticamente no se han registrado descargas en 2022″, destaca el documento. Lo que empujó los usuarios a hacerse con la aplicación fue el bono de 30 dólares prometido por el gobierno. Además, solo el 20% de los encuestados continuó a utilizar esta billetera después de gastar el bono, y principalmente para transacciones en dólares. Menos del 10% siguieron usándolo para realizar transacciones en bitcoin.

En el ámbito empresarial, solo el 20% de las compañías aceptan bitcoin como medio de pago, según el estudio, y quienes lo hacen suelen ser de gran tamaño. La mayoría de estas convierte inmediatamente estos ingresos a dólares. La volatilidad del activo, junto a los temores sobre la privacidad, han desalentado el uso de esta plataforma y limitado su impacto en la economía del país.

Por ello, los expertos consultados consideran que, aunque el acuerdo sería una noticia negativa para el bitcoin, su impacto en los mercados cripto sería limitado, puesto que este activo se considera más como una reserva de valor que como un medio de pago. Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia y director de Estudios Financieros de Funcas, considera que este acuerdo podría sentar un precedente y llevar a otros países que se habían animado ante la revalorización del bitcoin a dar marcha atrás en sus planes de adopción de esta criptomoneda, especialmente en caso de tener que recurrir a programas de asistencia financiera con instituciones como el Fondo Monetario Internacional. En este sentido, el experto es tajante: “El Salvador probablemente dejará de ser un icono del bitcoin”.



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