Torreal (Juan Abelló) rompe con Trilantic y los Oriol en la recta final del cambio de control en Talgo
El vicepresidente José María Oriol, que fue consejero delegado entre 2005 y 2020, dimite como consejero y se suma a las bajas de otros tres miembros del órgano de gobierno esta misma semana
![El vicepresidente de Talgo, José María Oriol (a la izquierda), cuando era CEO y salió a Bolsa la empresa en 2015.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SSR3K7KWX5D4FBSWMFE537YHZY.jpg?auth=6029bd5e41f0065c9bb1342f8d3cdf947b217f24cdca8572aeefcca886d7fb80&width=414)
El núcleo duro de accionistas de Talgo está roto. La sociedad inversora Torreal, propiedad del empresario Juan Abelló, ha separado su participación del 3,53% en el fabricante de trenes del otro 37,5% que permanece bajo el paraguas de la instrumental Pegaso Transportation, en la que continúan alineados el fondo Trilantic y la familia Oriol. Tal y como se ha notificado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la segregación de los paquetes accionariales se produjo ayer y coincide con las últimas horas del proceso de recepción de ofertas abierto por la citada Trilantic por su 29,9%. En el mercado se daba por descontado una separación al haber vencido a final de año el pacto de accionistas que reunía el 40% del capital en torno a Pegaso.
Además de esta novedad en el accionariado, esta mañana ha sido comunicada una nueva baja en el consejo de Talgo. Sale una figura relevante en la historia reciente de la compañía: José María Oriol, vicepresidente no ejecutivo con categoría de externo, y que fue consejero delegado entre 2005 y 2020, ha anunciado su “dimisión irrevocable” por “motivos personales”. Es la cuarta baja de una mesa que comenzó la semana con diez miembros y de la que se levantaron tres de sus consejeros vinculados a la instrumental Pegaso el pasado martes para no incurrir en conflicto de intereses a la hora de aceptar una oferta u otra. Quedan el presidente, el consejero delegado y cuatro independientes, dándose por descontado un inminente cambio en el control.
Trilantic, que ostenta casi el 30% y es mayoritaria en la citada Pegaso, espera este viernes las propuestas económicas por su paquete en Talgo. Y el consorcio vasco que lidera el empresario José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor, se perfilaba ya en la jornada de ayer como único pretendiente con posibilidades de éxito. Frente a las esperadas opas extranjeras, los continuos mensajes de los gobiernos central y vasco sobre su total apoyo a Jainaga para la toma de las riendas del fabricante de trenes enfriaron un posible desembarco foráneo. También fue nítida la advertencia de que se protegerá a esta empresa considerada estratégica ante cualquier acercamiento extranjero.
El fondo estatal polaco PFR y el fabricante indio Jupiter Wagons tomaron nota de los avisos del Ejecutivo y bajaron ayer los brazos pese a tener las opas preparadas. En su entorno se descartaba el desafío a La Moncloa que supondría lanzar una ofensiva no autorizada. La acción de Talgo, que se había visto impulsada ante la expectativa de una batalla de opas, entró en convulsión y sufrió ayer un derrumbe del 9,28%, cerrando la sesión en 3,91 euros por título. Esta mañana ha despertado prácticamente plana, aunque tendente a la baja.
José María Oriol es miembro de la familia fundadora de Talgo y primo del presidente, Carlos de Palacio. Juntos realizaron la colocación en Bolsa de la firma industrial el 6 de mayo de 2015, con Trilantic ya en el capital. El referido Carlos de Palacio se mantiene como presidente ejecutivo, con Gonzalo Urquijo como consejero delegado. Los otros cuatro miembros del consejo son de carácter independiente: John Charles Pope, Emilio Novela, Marisa Poncela y Antonio Oporto, a los que se suman la secretaria no consejera María José Zueco y el vicesecretario Mario Álvarez. Los otros tres sillones vacíos antes del que deja vacante José María Oriol correspondían a Javier Bañón, Javier Olascoaga y Pedro del Corro, todos ellos con categoría de dominicales en representación de Pegaso. Los dos primeros forman parte de la dirección del fondo Trilantic, y Pedro del Corro es hombre de confianza del inversor Juan Abelló.
Tensiones
La oferta recibida por Trilantic solo alcanza un 29,7% del capital. El consorcio vasco en que se alinean José Antonio Jainaga, las fundaciones bancarias Vital y BBK, y el fondo público vasco Finkatuz, descarta una opa por el 100%, lo que ha motivado tensiones en el seno de Pegaso. Trilantic fue el que activó la venta privada de su participación, mientras que sus socios durante años en la citada Pegaso, las familias Abelló y Oriol, sumando un 10,3% del capital de Talgo, podían quedar apartados. Con una propuesta de compra por debajo del 30%, en Pegaso debía decidirse si colocaba sus acciones Trilantic en exclusiva o lo hacían los tres socios prorrateando sus participaciones para la venta.
Sin embargo, tanto PFR como Jupiter Wagons, frenadas por el Gobierno, planeaban ofertar por el 40% de Pegaso, dando una salida franca a Trilantic, Torreal y los Oriol, con la consiguiente obligación de lanzar una oferta por el 100% del capital. Fuentes del mercado aseguran que las dos firmas foráneas pensaban comprar en el entorno de los cinco euros por título. De puertas adentro, afirman fuentes cercanas al fabricante, no ha gustado la posición de Trilantic y ha molestado profundamente la intervención de los gobiernos central y vasco para espantar a los inversores extranjeros.
Con el proceso de cambio de control en su última jornada, el consejero de Industria, de Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, Mikel Jauregi, ha señalado esta mañana en Radio Euskadi que el acuerdo para que el consorcio vasco que encabeza Sidenor adquiera una participación en Talgo es “inminente” y “tiene que salir hoy y bien”. Los contactos entre los compradores y Trilantic se han intensificado en los últimos días para afinar una propuesta que llegó el pasado día 6 con mejora. Sidenor se había plantado en los 4 euros por acción el pasado mes de diciembre; fue público y notorio el interés del fondo estatal polaco PFR y de la india Jupiter por lanzar sendas opas, y la puja vasca respondió a la presión subiendo a 4,15 euros por acción de pago fijo, a lo que podrían sumarse 0,65 euros por título de variable supeditado al cumplimiento del plan de negocio de Talgo en 2027 y 2028. La primera entrega de Sidenor y sus acompañantes totaliza 153 millones de euros, llegándose a los 177 millones si se añade el variable.
Esos 4,80 euros que podría llegar a cobrar Trilantic están más cerca de los 5 euros por acción que pretendía captar y que coinciden con la opa húngara del consorcio Ganz Mavag, lanzada en marzo del año pasado y tumbada por el Gobierno en agosto. En el entorno de la operación no se descarta que Trilantic se dé aún unos días de margen para terminar de perfilar un acuerdo con Jainaga. Máxime cuando el fondo que lidera Javier Bañón, al igual que sus socios en Pegaso, estaban a la espera de recibir otras ofertas.
Por el momento ha trascendido que Sidenor, el Gobierno vasco y BBK ponen 45 millones de euros cada uno, y Vital, otros 20 millones, en números redondos. Este grupo de inversores ha sido claramente arropado por el Gobierno de Pedro Sánchez y por Ajuria Enea. Desde Pegaso ya se advirtió ante la CNMV ese mismo 6 de febrero que “la oferta está sometida a múltiples condiciones, incluyendo la finalización de un due diligence sobre Talgo y la autorización de los órganos de gobierno de los inversores autores de la oferta, así como la obtención de las autorizaciones regulatorias exigibles, en su caso, a cumplir no más tarde del 15 de mayo de 2025, período susceptible de extensión por los inversores hasta el 16 de junio de 2025″. En el seno de Pegaso se abría entonces el periodo para evaluar la propuesta.
Con el plan vasco recién remitido a los dueños de Talgo, el capital público polaco movió ficha y aseguró su disposición a comprar el 40% y lanzar una opa. El fondo estatal PFR estuvo a punto de hacer pública su puja entre la noche del martes y la mañana del miércoles de esta semana, pero el Gobierno de Donald Tusk pisó el freno ante la presencia en Varsovia (Polonia) del ministro de Economía, Carlos Cuerpo el pasado miércoles para participar en una jornada empresarial Polonia-España. Cuerpo se reunión con tres ministros, los de Infraestructuras, Desarrollo Económico y Finanzas, y trasladó la intención del Gobierno español de proteger a Talgo utilizando el blindaje antiopas extranjeras prorrogado hasta finales de 2026. El titular de Economía dejó la puerta abierta a una segunda fase en la que el fabricante polaco Pesa, propiedad de PFR, pueda colaborar estrechamente con Talgo para presentar una oferta integral al sector ferroviario. La española es referencia en la alta velocidad, mientras que la polaca pelea en el segmento de trenes de hasta 200 kilómetros por hora de velocidad con tracción eléctrica o a hidrógeno.
El fabricante español tiene un grave problema de déficit de capacidad en sus fábricas, situadas en Rivabellosa (Álava) y Las Matas (Madrid). Y eso preocupa al Gobierno, a los accionistas y a los empleados. Los futuros propietarios deberán desplegar un plan industrial para agilizar la producción en un momento en que la cartera de contratos de Talgo marca un registro histórico de 4.000 millones de euros. Tanto PFR como Jupiter ofrecían metros cuadrados de fábrica de forma inmediata. El consorcio vasco, por su parte, no ha hecho público su proyecto para reforzar la fuerza industrial de este especialista en trenes de alta velocidad.