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Talgo supera en Bolsa la oferta de Sidenor y el Gobierno esgrime su poder de veto ante opas extranjeras

El ministro de Economía traslada a tres ministros polacos, cuyo fondo estatal PFR tiene armada una oferta por el 100%, el carácter estratégico de Talgo y la necesidad de que la producción y el empleo se mantengan en España

Las banderas de Talgo, la Comunidad de Madrid, la UE y España en la fábrica de Talgo en Las Matas (Madrid).
Las banderas de Talgo, la Comunidad de Madrid, la UE y España en la fábrica de Talgo en Las Matas (Madrid).Violeta Santos Moura (REUTERS)
Javier F. Magariño

Mensaje nítido sobre el futuro de Talgo el que trasladó ayer el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante su participación en el foro empresarial Polonia-España celebrado en Varsovia (Polonia). La compañía va a preservar sus raíces en este país. Y de forma más o menos explícita se añadió que la vía preferida para el cambio de control en el fabricante de trenes es la del consorcio vasco que lidera Sidenor, al tiempo que se tienen bajo control las posibles opas extranjeras.

En plena carrera por el control de Talgo, y ante el reconocido interés del fondo estatal polaco PFR por lanzar una opa, Cuerpo mantuvo reuniones con el ministro de Infraestructuras, el de Desarrollo Económico y con el titular de Finanzas. Fuentes cercanas al Gobierno comentan que la misión del ministro de Economía era mantener “un perfil bajo” y trasladar tres ideas fundamentales: Talgo es estratégica para España y se va a proteger; el sector empresarial español está preparado para participar y apoyar el macro plan de inversiones por 155.000 millones presentado por Donald Tusk, y Polonia es considerado un país amigo pase lo que pase con Talgo.

La propia PFR fue consultada ayer por la CNMV ante informaciones que hablaban de una inminente opa a 5 euros por título. El rumor corrió como la pólvora después de que fuera publicado en Polonia por Gazeta Prawna, pero el fondo de desarrollo que aspira a invertir en el especialista español en trenes de alta velocidad enfrió algo los ánimos en torno a las 14:00 horas: “PFR no ha presentado, a día de hoy, una propuesta a Pegaso Transportation International, para la adquisición de su participación en Talgo, ni se ha tomado ninguna decisión al respecto”. A esa hora Cuerpo ya había concluido sus reuniones al más alto nivel en la capital de Polonia.

El ministro español recordó ante los medios que el Ejecutivo tiene margen para blindar las compañías consideradas estratégicas ante acercamientos foráneos. Cuerpo también justificó que el “marco equilibrado” español, “por el que se filtran los proyectos de inversión”, está fomentando la inversión extranjera. Y volvió a enumerar las pretensiones del Gobierno en el caso del fabricante de trenes: “Vamos a apoyar dos vectores esenciales cuando estamos hablando de ese tipo de empresas [por Talgo]. Primero, la presencia de accionistas estables, que apuesten a largo plazo por la capacidad industrial de la empresa, y, en segundo lugar, que ese refuerzo de la capacidad industrial se produzca en España, además del mantenimiento y refuerzo del potencial de innovación y de empleo”, recogió Europa Press.

Las condiciones encajan con el plan de PFR, que se ha abierto a llevar inversores minoritarios españoles y a mantener la producción en este país, pero Carlos Cuerpo rebajó en parte cualquier aspiración al afirmar que la vía de Sidenor sigue avanzando. El problema para el grupo vasco que lidera el presidente de la siderúrgica, José Antonio Jainaga, y que ya ha ofertado por Talgo, es que el propio mercado se ha comido su puja. El cierre de ayer en Bolsa, a 4,31 euros tras una revalorización del 4,23%, rebasa los 4,15 euros por acción que Jainaga y sus socios pagarían como término fijo por el 29,7% del capital en venta a través del proceso privado lanzado por el fondo Trilantic. Esa cifra se complementaría a la vuelta de cuatro años con otros 0,65 euros si Talgo cumple las expectativas de negocio para 2027 y 2028.

En el parqué se ha instalado la expectativa de una guerra de opas. Una eventual propuesta a 5 euros por acción supondría valorar el 100% de Talgo en 619 millones de euros e igualar la opa que lanzó el consorcio húngaro Ganz Mavag y que vetó el Gobierno español el pasado mes de agosto en defensa de la seguridad nacional.

El desenlace está próximo a la vista de que Trilantic, titular del 29,9% del capital, ha marcado la jornada de mañana viernes como límite para recibir las ofertas. Se verá entonces si los pretendientes extranjeros dan el paso y deciden someterse al filtro del Consejo de Ministros.

El grupo de Jainaga, del que también forman parte las fundaciones bancarias BBK y Vital, así como el fondo público vasco Finkatuz, tiene todo el respaldo de los gobiernos central y vasco para una propuesta que descarta, por el momento, la opa por el 100%. En todo caso, la suya es la única oferta sobre la mesa de Trilantic.

Planes industriales

PFR ha sostenido que más allá de la participación de Trilantic, haría extensiva su oferta a los otros dos partícipes que acompañan al fondo en la instrumental Pegaso, las familias Abelló y Oriol. Los tres suman un 40% de Talgo y la toma de su paquete obliga a una opa por el 100%. Además, el inversor estatal polaco incluye un plan industrial por el que ofrece capacidad inmediata a Talgo en sus dos fábricas ubicadas en su país. El del déficit de planta para sacar adelante su cartera de contratos de 4.000 millones es el problema más acuciante desde hace meses para Talgo.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto la venda antes de una posible herida en su afán de no desairar a un Gobierno amigo como es el de Donald Tusk: si PFR presenta una oferta y no consigue hacerse con Talgo, “hay muchísimo margen dentro del sector del transporte ferroviario para que siga habiendo e incluso se refuerce la colaboración” con Polonia, sostuvo ayer Carlos Cuerpo. Talgo y Pesa firmaron en septiembre un acuerdo de colaboración por el que ofertarían juntas para equipar los proyectos de alta velocidad en Polonia con un tren basado en el español Avril. De hecho, el primer ministro polaco Tusk anunció el lunes un plan de inversiones por 155.000 millones, del que el ferrocarril se lleva unos 42.000 millones de euros.

De la conversación con el ministro de Infraestructuras, Dariusz Klimczak, trascendió la posibilidad de cooperación de ambos países en materia de infraestructuras, con especial énfasis en la alta velocidad ferroviaria: “España tiene la red ferroviaria de alta velocidad más grande de Europa, lo que puede ser una valiosa inspiración para los planes de desarrollo del tren de alta velocidad polaco”, escribió el ministro Klimczak en su perfil en la red social X. Ninguna referencia pública a Talgo ni al interés español por el plan polaco de inversiones en infraestructuras.

También alimenta la euforia en el parqué el hecho de que la india Jupiter Wagons, y ahora también la checa CSG, pudieran entrar en competencia con PFR. La asiática, atraída por el Gobierno, tiene integrada en su posible oferta a la firma española de mantenimiento ferroviario Talleres Alegría. En este caso, el plan industrial del fabricante indio pasa por poner al alcance de Talgo los 60.000 metros cuadrados de planta de que dispone el socio asturiano, repartidos entre cinco instalaciones.

En cuanto al interés por Talgo en República Checa, según ha reflejado el semanario local Euro, llega meses después de que Skoda Transportation ofreciera sin éxito una integración industrial con la española, en la que no había contraprestación para los accionistas. Ahora es el grupo industrial Czechoslovak Group (CSG) el que se habría puesto en contacto con Trilantic. El conglomerado del millonario Michal Strnad tiene presencia en el sector ferroviario a través de la pequeña Dako-CZ, especializada en sistemas de frenado.

Con el Ejecutivo controlando cualquier acercamiento foráneo, el consejo que recibe cada uno de los pretendientes es que esperen al cambio de control. El capital vasco tomaría las riendas de Talgo, en lugar de Trilantic, y entonces sería necesaria una solución industrial en la que podría caber desde una alianza hasta la entrada en el capital de PFR, Jupiter y, quizás con menos opciones por su tamaño, CSG.


Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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