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El mercado de activos tóxicos de la banca se dispara por el traspaso de grandes carteras

Las transacciones de créditos fallidos y propiedades adjudicadas alcanza entre 15.000 y 16.000 millones el pasado un año, un 45% más

Ahorro Familias
Sucursal del Banco Santander con publicidad de hipotecas, en la calle O´donnell, en Madrid.Samuel Sánchez
Alfonso Simón Ruiz

El traspaso de activos tóxicos bancarios, tanto en manos de los propios bancos como de fondos de inversión, se disparó el pasado año entre un 36% y un 45%, según los datos preliminares recogidos por un estudio de las consultoras Gloval y Prime Yield y que adelanta CincoDías. En volumen, supone transaccionar créditos fallidos y activos adjudicados en una horquilla de entre 15.000 y 16.000 millones de euros, frente a los 11.000 millones de 2022.

En el informe se recoge que España siguió la tendencia europea de aumento de las transacciones de préstamos dudosos en 2023, “registrando una aceleración en el ritmo de los acuerdos” de créditos fallidos (NPL o non performing loans, en la jerga sectorial) y propiedades inmobiliarias adjudicadas (o REOS) e “incluso reanudando el lanzamiento de operaciones jumbo, algo que no se veía desde hace algunos años”.

Para 2024, la estimación que hacen Gloval y Prime Yield también supera la de años previos a 2023, ya que prevén traspasos por alrededor de 12.000 millones.

Entre las principales transacciones, de las que se denominan como jumbo, tanto completadas como en curso, en el mercado se encuentran el proyecto Nairobi (500 millones de euros, vendido por BBVA a Kruk & Cerberus); proyecto Victoria (3.000 millones de euros, vendido por Sareb a Axactor); proyecto Spirit (1.100 millones de euros, vendido por Santander a Cerberus; proyecto Valhala (1.600 millones de euros, lanzado por Deutsche Bank) y proyecto Sunshine (6.000 millones de euros, lanzado por Axactor).

La banca acumuló tras el estallido de la burbuja del ladrillo de 2008 una gran cantidad de créditos hipotecarios y de propiedades adjudicadas por impagos. El máximo en el acumulado de ladrillo tóxico en la banca se dio en 2011, justo antes de la creación de Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) a la que se traspasó gran parte de ese balance de las entidades más comprometidas y del comienzo de la venta de grandes carteras de los bancos a grandes fondos como hizo Santander vendiendo a Blackstone, Caixabank a Lone Star o BBVA a Cerberus. Bancos y cajas cerraron 2011 con más de 180.000 millones en activos tóxicos, de los que más de 100.000 eran créditos problemáticos y unos 85.000 millones eran pisos, oficinas, solares, promociones y otras propiedades adjudicadas por impago de deudas.

Desde entonces, la banca ha ido limpiando sus balances. Los seis grandes bancos (Caixabank, Santander, BBVA, Unicaja y Bankinter) tiene una exposición de 23.536 millones a activos inmobiliarios problemáticos, tanto de créditos hipotecarios, financiación a promotores o inmuebles que han pasado a sus carteras.

Aunque la venta de carteras ya no es algo únicamente de los bancos. También los grandes fondos que se hicieron con esos activos que penalizaban a la banca también están traspasando, a su vez, a otros inversores, en lo que se conoce como mercado secundario.

Francisco Virgolino, director general de Prime Yield, apunta a que en España, la actividad de ventas de créditos dudosos ha aumentado interanualmente con la rentabilidad de la negociación de grandes carteras. “Y esta parece ser la tendencia para el próximo año, donde además de esperar las grandes operaciones jumbo, también existe un mayor potencial de actividad en el mercado secundario de préstamos dudosos”.

Stock de préstamos dudosos

El informe recoge que, a cierre del tercer trimestre de 2023, el stock en España de préstamos dudosos (con garantía hipotecaria y otros no ligados al inmobiliario) sumaba 77.000 millones de euros, un 21% del total del mercado de préstamos fallidos europeos, según datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Estos datos reflejan un descenso del 2,5% frente a las cifras del mismo periodo del año anterior y una relativa estabilidad frente al trimestre anterior, donde figuraban 76.700 millones de euros de stock.

De ese stock, no todo está vinculado al inmobiliario, ya que pueden ser préstamos personales, que en este caso son de mucho menor valor en traspasos porque no cuentan con garantías hipotecarias que avalen los créditos. De los citados 77.000 millones del sistema financiero en España, 22.300 millones proceden de hipotecas (un 1,4% más interanual) y 8.200 millones están asegurados por inmobiliario de empresas (un 18,8% menos que un año antes).

Por volumen, España sigue siendo el segundo país europeo con más créditos dudosos, por detrás de Francia, que cuenta con 116.800 millones. Por ratio de fallido respecto a los préstamos concedidos, es el cuarto más alto de Europa, con un 2,8%, empatado con Portugal y solo superado por Polonia 4,4%, Grecia 4,1% y Hungría 3,1%.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.
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