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La letra pequeña de la venta del negocio chino obliga a Grifols a hacer pagos a Haier durante cuatro años

La compañía catalana se compromete a repartir dividendos y mantener un nivel mínimo de ebitda en los próximos cuatro años

Álvaro Bayón
Sede de Grifols.
Sede de Grifols.SUSANA VERA (REUTERS)

Grifols reivindica la venta de su negocio chino a la multinacional Haier como la gran tabla de salvación para afrontar el año que viene vencimientos de 2.900 millones de euros. El acuerdo, sin embargo, cuenta con una letra pequeña que obliga a la compañía catalana de hemoderivados a hacer pagos a la asiática durante los próximos cuatro años, vinculados a los resultados y a los dividendos pagados por su filial de diagnóstico, según sus últimas cuentas. Unos compromisos que pueden reducir la efectividad de la venta, por la que Grifols espera recaudar 1.600 millones de euros.

Grifols entró en el mercado chino en 2019, con la compra del 26% de la empresa Shanghai RAAS, que valoraba en 1.766 millones. La operación no se hizo en dinero contante y sonante, sino a través de un canje de acciones. La compañía catalana recibía estas acciones de la china a cambio de transferirle a esta el 45% de su filial estadounidense de diagnóstico, Grifols Diagnostic Solutions.

Cuatro años después, Grifols ha acordado la venta de un 20% en Shangai RAAS a la multinacional china Haier, de modo que retendrá un 6%. Esto supondrá, de manera indirecta, meter también a un inversor externo en el capital de la filial de diagnóstico. El acuerdo de venta del negocio chino, por el que Grifols percibirá 1.600 millones, condiciona también el futuro del de diagnóstico.

Grifols ha asumido una serie de condiciones para propiciar la venta de Shanghai RAAS. Tal y como reconoce en las cuentas anuales de 2023, que presentó la semana pasada al mercado sin contar ni con el informe del auditor ni con la firma de uno de los consejeros, la empresa catalana se ha comprometido a hacer determinados pagos a Haier durante los próximos cuatro años. En concreto, Grifols se ha comprometido a mantener un nivel de ebitda de 850 millones de dólares (unos 780 millones de euros). En caso de no alcanzar este nivel, Grifols deberá compensar a ­Shanghai RAAS con el 45% de la diferencia que haya entre el ebitda obtenido y esos 850 millones.

Además, Grifols también se ha comprometido a repartir cada año al menos el 50% del beneficio neto de la filial de diagnóstico vía dividendos. También se han firmado un acuerdo comercial por 10 años, que pueden ser prorrogables por otros 10. Grifols, que retendrá un 6,58% en el grupo chino, podrá nombrar un consejero. No obstante, ha pactado ceder a Haier sus derechos de voto en la compañía durante 10 años. Ambas partes también se han comprometido a no vender sus acciones en Shanghai RAAS en tres años.

La venta de su negocio chino es capital para Grifols. Es una muestra al mercado de que tiene la capacidad de afrontar su elevada deuda, de más de 9.000 millones, una de las principales dudas que han sembrado los inversores sobre la empresa catalana. Busca utilizar los 1.600 millones que recabará de la operación para pagar la mayor parte de los 2.000 millones en bonos que le vencen en 2025 y, después de eso, amarrar un pacto con la banca para refinanciar los 900 millones en créditos bancarios que expiran también el año que viene.

La ofensiva de Gotham City contra Grifols hizo temer al mercado por si podía condicionar el cierre de la transacción. Haier ha transmitido varias veces que los planes siguen el guion previsto y el cierre de la transacción está pendiente de determinadas autorizaciones. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorizó la transacción hace escasas semanas.

La otra palanca que Grifols ha explorado durante los últimos meses para recortar su endeudamiento es, precisamente, vender su filial de diagnóstico. El nuevo acuerdo rubricado con Haier puede complicar esta venta, dado que los compromisos adquiridos por Grifols pueden restar atractivo para el posible comprador, que solo se haría con el 55%. Es cierto que, cuando adquirió su participación en Shanghai RAAS Grifols ya se comprometió a indemnizar al grupo asiático si el ebitda de la filial de diagnóstico no alcanzaba los 1.300 millones entre 2018 y 2023, y Grifols no ha pagado ni un euro por esta compensación. El grupo chino, además, retiene un derecho de tanteo si Grifols vende este área de diagnóstico y la posibilidad de obligar al comprador a que adquiera también su parte.

Grifols Diagnosis Solutions fue otra de las grandes operaciones que acometió la compañía catalana en los últimos años. Creó esta filial sobre la adquisición, en 2016, de una participación mayoritaria en el negocio del ramo de Novartis por 1.675 millones. La banca de inversión que asesora a Grifols apunta a este negocio, junto al chino, como poco sinérgico y con escaso aporte al ebitda consolidado, lo que les ha hecho aconsejar su venta.

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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.
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