El motor presiona para que haya ayudas a la compra de coches eléctricos en 2024
Quedan 300 millones disponibles en el Plan Moves III que está estipulado que dure hasta el 31 de diciembre. El sector pide cambios a Industria y Transición, pero su prioridad es que continúe
Los fabricantes de coches y los concesionarios comparten un mismo temor: que la falta de Gobierno y el nuevo entorno de austeridad fiscal en la UE impida que haya una continuidad en las ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos en 2024. El actual Moves III, que fue ampliado en dos ocasiones (nació como un programa de 400 millones provenientes de los fondos europeos en 2021, al que luego se le sumaron 800 millones más), está vigente hasta el próximo 31 de diciembre. A día de hoy, su ampliación no es una prioridad para el Ejecutivo, debido a que los esfuerzos se centran en conseguir una investidura que exige una complicada aritmética parlamentaria.
Tanto para Faconauto, asociación que representa a los concesionarios, como para Anfac, que aglutina a los fabricantes de coches, el programa tiene muchas carencias, pero su prioridad es que, al menos, continúe. “Vemos con mucha preocupación que el 31 de diciembre termina el plazo de ejecución del actual plan Moves, y en este escenario político nuestra máxima prioridad es evitar que el plan finalice. Es necesario que las ayudas al vehículo electrificado tengan continuidad más allá de diciembre, sin perjuicio de que a futuro somos conscientes de la necesidad de trabajar con el Gobierno en mejorar su eficiencia. Pero una discontinuidad ahora del Plan sería un auténtico desastre”, dice José López-Tafall, director general de Anfac, a CincoDías, mirando a los Ministerios de Industria y de Transición Ecológica.
En el Ministerio de Transición Ecológica no dan certezas sobre si es posible prorrogar el programa con un Gobierno en funciones y se limitan a señalar que aún quedan 300 millones disponibles, una cuarta parte de los fondos. Otras fuentes consultadas señalan que sería posible su prórroga desde un punto de vista presupuestario con un Gobierno en funciones, pero si se quiere reformar para que “de verdad funcione” e impulsar así la electromovilidad (España tiene una cuota de ventas de eléctricos tres veces inferior a la media europea), su tramitación podría alargarse en el tiempo y provocar que durante, al menos unos meses, no haya plan de ayudas. A esto hay que sumar el tiempo que puedan tardar las autonomías en empezar a dar las ayudas, ya que son ellas las que las gestionan, aunque es el IDAE (el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) el que determina cuántos fondos le corresponden a cada una.
“Aquel que quiera comprar un coche híbrido enchufable o un eléctrico puro tiene una gran oportunidad este último trimestre, pues al Plan Moves III se une una deducción del 15% hasta 3.000 euros en la próxima declaración de la Renta”, recordó López-Tafall en relación al decreto aprobado por el Ejecutivo en junio, que establece una deducción del 15% en el IRPF sobre una cantidad máxima de 20.000 euros. Esto se suma a los 7.000 euros que da el Moves III por la compra de un eléctrico en caso de achatarrar un coche viejo, o 4.500 si no se achatarra ninguno. Si en vez de un eléctrico, lo que se compra es un híbrido enchufable las ayudas son de 5.000 y 2.500 euros dependiendo de si se achatarra o no. Ello hace que, para un coche eléctrico (no puede costar más de 54.450 euros) la subvención pueda llegar hasta los 10.000 euros.
Cambios profundos
En julio, antes de las elecciones del 23J, Anfac informó de que estaba trabajando en una propuesta para mejorar el Plan Moves III de cara a 2024, por lo que ha mantenido contactos con los principales partidos políticos. “Parte del problema no viene de la falta de voluntad de ayudar, sino de que cuanto más dinero entra en el programa más posibilidades hay de que este se atasque. Necesitamos un sistema mucho más eficaz. Con el actual no estamos contentos nosotros, no está contento el ciudadano y no está contenta la administración”, explicó en ese entonces López-Tafall.
En ese sentido, este periódico publicó que en comunidades como Madrid, el tiempo de espera para obtener las ayudas del Moves III se puede alargar fácilmente más de un año. El sector también se ha quejado de falta de transparencia en la gestión del programa, ya que, si bien se sabe cuánto dinero le corresponde a cada comunidad, no hay una estadística que muestre cómo lo está gestionando cada una.
“Falta mucha información. Hubo un compromiso por parte del Gobierno de mejorar este aspecto. Nos da lo mismo quién [si las autonomías o el Ejecutivo] tenga que darla, lo que queremos es que se haga”, exigió López-Tafall. Además, el sector pide que sea una ayuda directa que se dé en el momento de la compra y no se tenga que declarar en la Renta.
Faconauto pide un plan de ayuda para la compra de coches de combustión
Rescatar el Plan PIVE. La presidenta de Faconauto, Marta Blázquez, presentó en julio (antes de las elecciones) una propuesta de los concesionarios para resucitar el antiguo Plan PIVE, un programa de ayudas a la compra de coches de combustión nuevos. El objetivo, explicó la directiva, es rejuvenecer el parque automovilístico de España, que tiene una edad media de 14 años. Faconauto pidió un programa dotado con 1.100 millones a los que el sector sumaría otros 400 millones, para que se le dé una ayuda de hasta 4.000 euros a aquellas personas que compren un vehículo nuevo y achatarren uno de más de diez años. “Tiene que ser la legislatura de la descarbonización, no solo de la electrificación. La movilidad sostenible debe de ser para todos, no puede ser solo para aquellos que pueden comprarse un coche eléctrico”, dijo entonces Blázquez.
Más ayudas al eléctrico. En la presentación de su propuesta, Faconauto también pidió más ayudas para el vehículo eléctrico, como una deducción total del IVA de los coches electrificados y una desgravación del 10% en el impuesto de Sociedades para la compra de vehículos industriales y comerciales.
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