El aumento de los pedidos y el control del gasto acercan a Airtificial este año al beneficio
La firma prevé entrar en EE UU con el ‘plan Biden’ y crecer en Asia
La empresa de diseño y fabricación de soluciones de ingeniería de alto valor tecnológico Airtificial encara la última parte de este ejercicio con las incertidumbres comunes a todo el sector industrial sobre cómo puede evolucionar la situación geopolítica global, pero también con una única certeza: “2023 será mejor de lo que ya fue 2022″.
En una conversación con CincoDías, el nuevo consejero delegado de la firma (CEO), Guillermo Fernández de Peñaranda, nombrado el pasado mes de enero, se muestra convencido de que este año la compañía puede volver al beneficio, gracias a una política basada en el aumento de la cartera de pedidos y el control eficiente de los gastos.
A las puertas de que la cotizada presente en septiembre los primeros resultados relativos a este año, Fernández de Peñaranda prefiere ser prudente y no adelanta ninguna cifra concreta.
“El ejercicio de 2022 se cerró con números optimistas. Las ventas registraron un fuerte crecimiento del 15,7%, hasta sumar 92 millones de euros, el ebitda del grupo y el de sus tres divisiones volvió a cifras positivas alcanzando los 3,5 millones y el resultado neto fue de unos números rojos de 7,4 millones, la mitad que el ejercicio anterior. Ahora, en estos momentos, además de la mejora en pedidos, ventas y costes, la mejor de las noticias es que tenemos generación de cash flow (flujo de caja) operativo. Por ello, esperamos abandonar los números rojos”, argumenta.
Este mallorquín es ingeniero industrial y cuenta con más de 20 años de experiencia en la gestión y el liderazgo en empresas industriales de todo tamaño como las multinacionales Robert Bosch GmbH o Thyssenkrupp AG o la familiar Trilux. Además, es un firme convencido de la riqueza profesional y personal que aporta haber pasado largas temporadas trabajando fuera de España.
Energía y agua
Así, la compañía tiene por delante importantes retos. Por un lado, acaba de firmar recientemente el mayor contrato de su historia en la división de robótica por más de 7,2 millones de euros por el que proveerá de dos líneas de montaje a un fabricante estadounidense de automóviles en su nueva planta de Portugal. “Contratos como este nos posicionan muy bien en el sector de la movilidad eléctrica, puesto que nuestro objetivo es diversificar cada vez más nuestros productos. Participamos además junto a ITP en el proyecto del sector de defensa del FCAS (futuro sistema aéreo de combate, por sus siglas en inglés)”, explica.
Así, la firma mantiene una cartera de pedidos actual de 150 millones de euros no solo en movilidad eléctrica o defensa, sino también en energía, como el diseño de la presa reversible más grande del mundo o en el diseño y construcción de infraestructuras hidráulicas de Colombia o Perú, entre otros países.
El cambio en la gestión se completa con una política que apuesta por la diversificación geográfica, la transversalidad entre los distintos equipos y el control del gasto. Presentes ya en México, el plan de ayudas creado por la Administración de Joe Biden para atraer nuevas inversiones a EE UU es una oportunidad para la firma española. “Nos lo estamos planteando seriamente gracias a los incentivos fiscales y las ayudas directas que contempla el plan Biden”, admite el CEO de Airtifical. Al margen de EE UU, el gran objetivo es crecer en Asia, la zona con menos presencia actual de la ingeniería española.
El valor del capital humano
Plantilla. Airtificial cuenta con una plantilla de cerca de 1.000 personas, de las que un 70% son ingenieros. Debido al elevado componente tecnológico de sus proyectos y la escasez de profesionales que impera en algunas áreas, la gestión de sus recursos humanos es “estratégica”. “Cuidamos a nuestro personal y tratamos de retener al mejor talento, contamos con una rotación baja y hemos facilitado ingenieros a empresas como Navantia o Airbus”, asegura Fernández de Peñaranda.
El atractivo de España. El CEO de la firma española destaca la gran reputación que ha adquirido el producto made in Spain y las empresas del país. “España es muy competitiva por sus costes laborales y porque ofrece soluciones técnicas con una garantía de calidad que no tienen otras compañías asiáticas. Nuestros ingenieros son mundialmente reconocidos. Solo hace falta más apoyo financiero y fiscal para las firmas que dan el salto al exterior”, asegura.
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