La banca ofrece préstamos baratos a clientes ‘premium’ mientras endurece el crédito en general
El sector incentiva la nueva financiación para los usuarios solventes, mientras endurece el crédito en general por la subida de tipos del BCE
La banca española trata de incentivar la demanda de crédito ante el parón por la incertidumbre económica. Y lo hace con ofertas a sus clientes premium, los más vinculados, de los que ya conoce su solvencia. Una estrategia comercial que se produce al mismo tiempo que se endurece el crédito en general por la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Así, coinciden préstamos algo más baratos para los clientes estrella, mientras que cada vez más vulnerables se quedan fuera.
El giro en la política monetaria del BCE del pasado julio ha supuesto un antes y un después, tanto para el negocio bancario como para las familias. Las entidades han ido endureciendo las condiciones para acceder a la financiación, como constata un informe publicado este martes del organismo que preside Christine Lagarde con datos a nivel europeo de los cinco primeros meses del año.
Esto provoca a su vez que los niveles de nueva producción crediticia caigan de forma progresiva. Según el Banco de España, entre enero y abril hubo algo menos de 140.000 millones en nuevas operaciones (en hipotecas, crédito al consumo y préstamos a empresas no financieras), casi un 9% por debajo del mismo periodo de 2022. El objetivo del banco central era —y sigue siendo— combatir la inflación. Aunque por el camino se ponga en riesgo la salud de la economía y la capacidad financiera de los hogares ante el incremento del coste en intereses de sus préstamos bancarios.
En ese contexto, la banca española está tratando de incentivar el mercado con la mejora de las condiciones para la concesión de créditos, pero solo para determinados usuarios. En la mayoría de casos son préstamos preconcedidos que se ofrecen a los ya clientes, con acreditada solvencia por su historial en la entidad y los más rentables al tener varios productos contratados. “Los bancos ahora son más prudentes y priorizan prestar a los perfiles menos arriesgados para ellos, los que mejor conocen y son más solventes”, explica Leopoldo Torralba, economista de Arcano Economic Research.
En esta estrategia comercial destaca Bankinter, que ha lanzado créditos de hasta 3.000 euros gratis, sin intereses. CaixaBank también lanzó en mayo una línea de crédito al consumo en condiciones favorables para seis millones de clientes. Y en el resto de entidades, aunque no han realizado campañas concretas, sí ofrecen créditos preconcedidos a sus clientes estrella con un tipo de interés algo más bajo del habitual.
Las entidades han concentrado igualmente su oferta en la financiación de proyectos relacionados con la sostenibilidad: reformas para mejora de la eficiencia energética o para vehículos eléctricos. OpenBank, Unicaja, CaixaBank, entre otros, mantienen ofertas en ese sentido. De esta forma, el sector se ha subido en la ola de la financiación verde, apoyada asimismo en el empuje de los fondos europeos.
Esta proliferación de ofertas coincide con un entorno monetario complejo por las alzas de tipos de interés del BCE: están ya en el 4% y no se descartan nuevas subidas. Además, las dudas sobre la economía han provocado un enfriamiento de la demanda de crédito de los clientes, según inciden fuentes del sector. Algo que se nota, principalmente, con las empresas. “Se han paralizado muchos proyectos de inversión a medio y largo plazo por la incertidumbre económica”, añaden fuentes del sector.
Una de las consecuencias directas de la traslación de la política monetaria es el encarecimiento del crédito de forma generalizada. Los bancos prestan actualmente dinero a unos tipos de entre el 5% y el 10% TAE (tasa anual equivalente). Y aseguran que no han cerrado el grifo a los más vulnerables o los que tengan mayor riesgo. Sin embargo, en la práctica, esto termina ocurriendo porque los análisis de riesgo indicarán una mayor probabilidad de caer en impagos.
El sector está sometido a una normativa que les obliga a conceder crédito responsable. Esto es, en el momento de aceptar un préstamo, la entidad tiene que realizar un examen para evaluar la solvencia del cliente y estar segura de que podrán pagar las cuotas a lo largo de la vida del crédito. Y dado que las condiciones macro son más exigentes con cada nueva subida de tipos, ese test también lo es para los usuarios. Es decir, los más vulnerables son los primeros que se quedan fuera del mercado porque apenas tienen margen financiero.
La gran banca reduce un 2,95% el saldo vivo del crédito
Stock crediticio. Los seis bancos cotizados (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, el Sabadell, Bankinter y Unicaja) han rebajado un 2,95% el volumen de crédito concedido a los clientes entre junio del año pasado (poco antes de que el BCE iniciara la senda de subidas de tipos de interés en julio) y marzo de este ejercicio. El stock crediticio refleja la bolsa de préstamos que las entidades mantienen en cartera y pendientes de pagar por los clientes. Se trata de un indicador que fluctúa a lo largo del tiempo, ya que aumenta con los nuevos préstamos, pero disminuye con los créditos finalizados. En ese sentido, la rebaja en el volumen de inversión crediticia se debe a la menor producción de crédito y a la amortización anticipada, especialmente de hipotecas, a raíz de las subidas de tipos de interés.
Amortizaciones. Según los datos del Banco de España, hasta abril ha habido cambio de condiciones en préstamos para compra de vivienda por un valor total de 1.361 millones, lo que supone tres veces más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Estos movimientos son el resultado de cambios en los plazos de devolución (al amortizar o alargar los préstamos), renegociación del tipo de interés o por un cambio del tipo variable a fijo. Así, los clientes con capacidad financiera para renegociar sus préstamos se han protegido de la política monetaria.
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