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Víctor Manchado (Linklaters): “Mi trabajo es una mezcla de orfebrería y alta competencia”

Este abogado ha desarrollado su carrera de la mano de bancos y ‘private equities’

Víctor Manchado, socio responsable de Mercantil en Linklaters.
Víctor Manchado, socio responsable de Mercantil en Linklaters.Pablo Monge
Álvaro Bayón

Nervios, tensión, mucha competencia, trabajo bajo presión e imprevisibilidad. Toda esta lista de adjetivos puede aplicarse a muchas profesiones, pero es especialmente común a dos que parecen muy alejadas, la cocina y las operaciones corporativas. Es quizás por estos puentes subterráneos por los que Víctor Manchado (Córdoba, 1976) recurre a los fogones como vía de escape a las largas jornadas de trabajo en Linklaters como asesor de cabecera de las grandes compañías españolas y los principales fondos que operan en España.

“Para mí, que tengo un trabajo muy intelectual, la cocina es una manera de hacer algo más físico, más manual”, explica. Su especialidad es el solomillo Wellington. Esta afición por el buen cocinar y el buen comer se complementa también con el gusto por la etnología y los vinos. En cambio, hace ejercicio todas las mañanas, pero reconoce que más por obligación que por devoción.

El trabajo de abogado de fusiones y adquisiciones (M&A) es eminentemente intelectual, pero Manchado le encuentra también un punto cercano a la artesanía. “Mi trabajo es una mezcla de orfebrería y alta competencia”, asegura. La orfebrería, porque reconoce un punto tradicional y amanuense en elaborar soluciones jurídicas cocidas a fuego lento para los acuerdos de M&A. La alta competencia, por tratarse de un mundo en el que un alto número de bufetes compiten por los mismos clientes.

La vocación de Manchado no vino de las películas de abogados, sino de la empresa. Cuando era un estudiante de Icade, donde se licenció en Derecho y Ciencias Empresariales, asistió a una charla de Fresh­fields Bruckhaus Deringer –un despacho que entonces era desconocido en España, pero es uno de los grandes del mundo– para tratar de atraer a jóvenes talentos. “Lo que vi allí me fascinó, el concepto de despacho internacional, el mundo de los fondos de private equity y de las operaciones de M&A”, rememora, “no me veía yo en un juzgado con una toga”. Ese joven estudiante consiguió su objetivo y entró a trabajar en este despacho, donde permaneció hasta 2004. Fue en ese año cuando dio el salto a Linklaters, una casa en la que en 2013 fue nombrado socio y en 2020 asumió el cargo como responsable del departamento de mercantil en Madrid.

“Lo más motivador para mí es encontrar soluciones a problemas que aparentemente no las tienen”, explica. “La clave es encontrar la puerta para solucionar ese problema. Es dar forma jurídica a acuerdos muy complejos, desde el punto de vista financiero”.

En estos años de carrera han destacado las operaciones que ha realizado en el sector financiero. Entre otras, ha asesorado a Six en la opa sobre BME, la compra del 50,01% de Ebury por Banco Santander, la venta del negocio de banca privada de UBS en España a Singular Bank, varias joint ventures de Santander Consumer Finance, la venta de Allfunds a Hellman & Fridman o la entrada de BNP Paribas en la misma compañía. Y, la más reciente, la venta de la filial de pagos de Banco Sabadell a Nexi.

“Los bancos son un cliente corporativo muy sofisticado y sus operaciones son muy complicadas. Trabajan en un contexto hiperregulado y hay que tener en cuenta esta hiperregulación. Esta complejidad es precisamente lo que más me gusta de esta profesión. Son acuerdos muy complejos desde el punto de vista financiero que después hay que saber trasladar a un contrato”, asegura.

Sus otros grandes clientes apenas existían cuando Manchado descubrió ese mundo de los despachos de abogados internacionales, los grandes fondos de private equity. Ha trabajado recientemente en la compra de Condis, Ferrovial Servicios y AGQ Labs por parte de Portobello. También, en la venta a Acciona y Axa del 30% de Acciona Energía Internacional por KKR. Un tipo de operación que Manchado identifica como diferente, más ágil y rápido.

“El abogado moderno de M&A tiene que saber que lo importante no es ganar todos los puntos, sino ganar los puntos que realmente importan”, describe sobre cómo ha cambiado la forma de trabajar en el sector. “Al cliente muchas veces le da lo mismo y al final lo único que vas a conseguir es crear un cierto malestar en la negociación. Los procesos son cada vez más complejos y exigentes. La clave es ayudar a eliminar esta complejidad buscando soluciones que funcionen para eliminar esos grados de complejidad. Hay que utilizar esa ingeniería cuando es necesario y no convertir la negociación en un campo de batalla”, explica.

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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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