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Tribuna
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Para avanzar en diversidad necesitamos aliados LGBTI

Cualquier profesional de la abogacía, sea cual sea su identidad de género u orientación sexual, contará con el apoyo de este colegio

Fachada de la sede del Colegio de la Abogacía de Madrid, en la calle Serrano. ICAM
Fachada de la sede del Colegio de la Abogacía de Madrid, en la calle Serrano. ICAM

La apuesta de la actual junta de gobierno del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) por la diversidad en el sector legal responde a dos compromisos. Por un lado, estamos decididos a promover el avance de la abogacía. Sabemos que la captación y retención de talento –como diferentes estudios vienen poniendo en evidencia– requiere ser sensible y aplicar buenas prácticas sobre diversidad. Pero, además, cualquier profesional de la abogacía, sea cual sea su identidad de género u orientación sexual, contará con el apoyo de esta junta para que su proyección laboral no sufra ningún tipo de discriminación o peaje, incluyendo su bienestar.

A pesar de los muchos avances que hay para el colectivo LGBTI, sigue habiendo sesgos y prejuicios en el entorno profesional. Nuestro compromiso para impulsar la diversidad no solo es una apuesta institucional, sino que vamos a articular medidas concretas.

Una de ellas, que en otros países, como Reino Unido, se ha mostrado muy eficaz, es la de favorecer el desarrollo de la figura del aliado en los despachos. Los aliados son personas que no pertenecen a la comunidad LGBTI necesariamente, pero que están comprometidos con que se respeten los derechos de los miembros de la comunidad. Por ejemplo, un aliado no asume que todas las personas que lo rodean son heterosexuales o usa el lenguaje correcto porque entiende que este no solo importa, sino que es el primer indicio del cambio de costumbres y sensibilidades, necesario para erradicar la discriminación.

Detrás de los aliados está la idea de que todos debemos ser activistas en la defensa de los derechos humanos, y la importancia de que este activismo sea visible y sonoro, pues todo aquello que no se evidencia en el mundo actual deja de existir y de tener consideración.

¿Por qué son importantes? Los aliados juegan un papel esencial para asegurar que los despachos son inclusivos y seguros para todos. La abogacía LGBTI encuentra múltiples desafíos a la hora de querer participar en espacios donde la mayoría son personas cis-heterosexuales, desde discriminaciones directas hasta comentarios desafortunados. Es por eso que el trabajo del aliado LGBTI tiene tanta relevancia en los entornos profesionales. No en vano, son quienes pueden colaborar en los procesos de inclusión y asegurar que los ambientes son acogedores para todas las personas.

Son figuras necesarias. Según datos de 2020, un 70% de las personas pertenecientes a la comunidad ­LGBTI tiene que volver al armario cada día en su trabajo, no como opción voluntaria, sino por temor a sufrir penalizaciones en su carrera o situaciones diarias incómodas. Además, un 60% de los profesionales LGBTI denuncia haber perdido la posibilidad de promocionar tras manifestar su orientación sexual o su identidad de género. Esto es muy grave, dado que supone, sin duda, una pérdida de talento por ideas y comportamientos discriminatorios muy trasnochados.

¿Cómo ser un aliado? Los aliados actúan así porque consideran que es lo correcto. Como paso previo, empatizan con las dificultades a las que los profesionales LGBTI se ven injustamente expuestos y asumen que no conocen todo sobre su situación y sus reivindicaciones.

Son personas interesadas en escuchar y aprender, acompañar y no protagonizar la lucha del colectivo LGBTI por conseguir eliminar cualquier tipo de discriminación.

Como el mayor colegio de la abogacía de Europa, asumimos nuestra responsabilidad de intentar ser un modelo a seguir. Nuestras acciones pueden tener un gran impacto y desde esa reflexión actuaremos para favorecer la figura del aliado en los despachos y explicar el importante papel que pueden desempeñar.

El ICAM y la abogacía en su conjunto deben luchar por implantar una sociedad más tolerante, diversa e inclusiva, que respete los derechos de todos los trabajadores. Y los aliados en los despachos tienen un papel clave para ello.

Lola Fernández Campillo, diputada del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) y presidenta de su comité LGBTI

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