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El salario mínimo se sobrepone a la inflación y gana un 25% de poder adquisitivo desde 2018

El SMI real aumenta, a diferencia del salario medio que pierde un 2,5% de riqueza

Evolución del SMI y del salario medio
Infografía: Belén Trincado
Pepe García

Julio García tiene 54 años y trabaja desde que tiene 35 como auxiliar de servicios. García ha cobrado todos esos años el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Su salario base son 1.011,75 euros. García sabe que no es rico, pero desde 2018 ha visto su crecer su salario significativamente, casi un 50% por las subidas nominales de SMI, que se encadenan desde aquel año. Paralelamente, desde hace unos años, García puede viajar unas semanas a Galicia, donde vive parte de su familia. "Antes no podía, aunque tampoco debería de ser un gran lujo", explica.

Los datos contrastan el por qué ahora sí puede: en términos reales, descontando el efecto de la inflación, el poder adquisitivo de los perceptores del SMI ha crecido un 25% desde 2018, año en el que el indicador se disparó desde los 735,90 euros al mes en 14 pagas a los 900 euros en 2019. Desde entonces, merced a la subida, la inflación ha hecho menos mella en los salarios de los que menos cobran. CC OO estima que 2,5 millones de personas reciben el SMI. El salario medio, por el contrario, sí que ha sufrido los efectos inflacionarios y en 2022 tuvo un 2,5% menos de poder adquisitivo que en 2018.

La última subida del 8%, anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue estando por debajo de la subida del IPC de 2022, que se situó en el 8,4% al cierre de diciembre. Los problemas financieros, por tanto, no se han acabado con la subida de ingresos por el trabajo.

García reconoce que, aunque es menos pobre, está lejos de vivir acomodado. La subida de precios ya se ha comido parte del incremento que percibirá en su salario. Además de la cesta de la compra, en enero, la hipoteca le subió desde "menos de 200 euros" a 236,50 euros. "Lo que me están dando de más, me lo quitan por el otro lado. Aspiro a tener los mismos quebraderos de cabeza que hace cinco años para llegar a final de mes", reconoce.

Sin embargo, la subida de salarios impulsa el consumo que, aunque en desaceleración en el último trimestre, sigue en positivo y finalizó 2022 con un crecimiento del 2,4% interanual. "Las personas que tenían menos han podido aumentar su demanda, lo que ayuda a que puedan consumir un poco más y empujen la economía", explica Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas.

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Es el caso de Paloma Portillo, de 26 años, trabajadora como técnica en un laboratorio de prótesis dentales en el que cobra el salario mínimo. Como Portillo vive con sus padres y ha visto subir su salario en los últimos años, desde hace unos meses invierte parte de su sueldo en la letra de un coche. Si el salario le hubiera subido en la misma proporción que antes de 2018, Portillo asegura tener claro que no podría comprar "ni la mitad de las cosas" de las que se beneficia ahora, comenta.

Incógnita inflacionaria

La inflación seguirá siendo el gran divisor de la capacidad de compra de los salarios. "La mejora del SMI es para siempre, pero la gran incógnita es qué va a pasar con la inflación", indica Santiago Carbó.

En una de las pocas cosas en la que están de acuerdo las previsiones económicas es en la incertidumbre de las mismas. Los expertos afirman que ese clima, generado por la invasión de Ucrania o el aumento de costes energéticos, entre otros; complica la tarea de articular una previsión acertada a largo plazo. El panel de Funcas, que arroja cifras de consenso de las diferentes previsiones, estima que la inflación bajará desde el 8,4% del año pasado a una media del 4% en 2023, y espera que prosiga la senda de normalización en los años siguientes por lo que, de cumplirse las expectativas de moderación de la inflación, la ganancia de poder de compra será mayor.

Voces discordantes

El Gobierno y la CEOE han tenido fricciones por la subida del salario mínimo. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, buscaba un incremento del salario mínimo del 4% para el próximo año, siempre y cuando el Ejecutivo se comprometiese a modificar la ley para indexar los contratos públicos a este incremento y haga una rebaja de cotizaciones del 20% en el sector agrario, que es el sector en el que la subida salarial tiene más incidencia. "Aumentar el SMI en el campo es mucho más caro, en términos relativos, que aumentarlo en Madrid. El esfuerzo adicional que se ha realizado en España es, muchas veces, pensando en las grandes ciudades", cuenta Carbó.

La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) ha advertido de que la subida del salario mínimo impactará "negativamente" sobre la sostenibilidad económica y social de las explotaciones hortofrutícolas, ya que la mano de obra supone el 45% del coste de producción en este sector, lo que hará "reducir sensiblemente la actividad productiva", explica Fepex en un comunicado.

También hay empresas que se han visto perjudicadas a la hora de acceder a los contratos públicos. Pablo Quirós, gerente de una empresa de servicios, cuenta que su empresa perdió un contrato de ocho millones de euros con un ayuntamiento andaluz en 2019, cuando ya lo había ganado, por la subida abrupta de los costes laborales derivados del SMI. "La empresa no pudo soportar el incremento de los costes del servicio, que fue casi de más del 20%. La subida era excesiva para llevar a cabo las funciones", afirma Quirós.

Objetivos

60% del salario medio.

La Carta Social Europea establece el objetivo de que el salario mínimo suponga el 60% del salario medio, compromiso adoptado por el Gobierno. El presidente, Pedro Sánchez, afirmó que con la nueva subida salarial “cumplirá” ese compromiso, sin embargo, las estimaciones del Ministerio de Trabajo proyectan un salario medio neto en 2022 entre 1.874,2 y 1.876,6 euros. Ambos datos se sitúan por debajo del 60% marcado por el Gobierno (54,62% y 57,55% sobre el salario medio estimado por la Comisión Asesora, respectivamente). Según la última estimación disponible del salario medio de 2021 de la EPA de noviembre, el salario medio fue de 2.086,8 euros por lo que el incremento del SMI lo dejaría en el 51,77%.

Convenio

Los auxiliares de servicio tienen un convenio desde el año 2021 que aumenta lo que perciben con respecto al SMI en 11,75 euros al mes. Su incremento anual está sujeto a la evolución del SMI o de la inflación, según el indicador de mayor importe.

Sobre la firma

Pepe García
Redactor de la sección de Economía de Cinco Días. Estudió Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y cursó el Máster de periodismo UAM - EL PAÍS.

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