La banca prevé que menos de la mitad de los hipotecados que opten a las ayudas se acojan al plan
El Gobierno dijo que las nuevas medidas de apoyo alcanzarían a más de un millón Los bancos lo rebajan a una horquilla de entre el 10% y el 50%
La banca prevé que menos de la mitad de las familias que optan al plan de alivio hipotecario se acabe acogiendo a las ayudas. A pesar de que el Gobierno anunció que el paquete de medidas acordado con el sector bancario para mitigar la subida de tipos de interés en las hipotecas a tipo variable podría beneficiar a más de un millón de clientes, las estimaciones de las entidades son mucho más reducidas.
Las fuentes financieras consultadas explican que el sector maneja una horquilla amplia que va desde un 10% en un escenario de baja aceptación a un máximo del 50% en el caso de una gran afluencia. Según detallan, el volumen real de beneficiarios dependerá del número de clientes que decidan adherirse, por lo que resulta difícil realizar una estimación precisa. Pero en todo caso, la banca cuenta con que se situará entre los 140.000 y por debajo de 700.000.
En realidad, incluso el escenario más bajo ya supondría un éxito. En ese sentido, las mismas fuentes recuerdan que en el periodo comprendido entre 2012 y 2021, la década en la que estuvo vigente el primer Código de Buenas Prácticas, el número de hogares que se acogió a las ayudas ascendió a 62.000. Y aunque uno de los objetivos del Gobierno con la mejora del protocolo y la creación de nuevo código es alcanzar a más familias, no se espera una avalancha de clientes que soliciten estas medidas.
Analistas del sector explican que habitualmente la hipoteca es el último gasto que se deja de pagar. Se trata de una característica propia del mercado español, ya que la mayoría de familias optan por apretarse el cinturón por otras vías antes que dejar de pagar el préstamo hipotecario o reestructurarlo.
En ese sentido, también apuntan que las condiciones de la economía han cambiado desde la anterior crisis financiera que dio comienzo en 2008. Mientras en la pasada década el desempleo era uno de los principales obstáculos para hacer frente a los pagos, ahora no se prevé un aumento drástico del número de parados. Y aunque a partir de 2023 las condiciones sean más duras por la crisis general de precios y la continua subida de los tipos de interés, se prevé que los clientes podrán hacer frente a los pagos.
“No esperamos que haya una gran cantidad de solicitudes. En nuestra opinión, la mayoría de los deudores hipotecarios podrían mantenerse al día con sus pagos mensuales, incluso si sus ingresos se vieran reducidos. De hecho, creemos que el recorte de ingresos pesará más sobre el consumo que sobre los pagos de la hipoteca”, señalaba, en la misma línea, S&P en un informe publicado esta semana.
Desincentivos
Por otro lado, las mismas fuentes señalan algunos elementos desincentivadores para acogerse al plan pactado por Gobierno y banca. Por un lado, destacan que las medidas de alivio pueden conllevar un aumento de los intereses: al aplicar extensiones en el plazo de vencimiento del préstamo aumenta la vida de este y el volumen de los intereses totales que acaba pagando el cliente es más alto. De esta forma, se espera que muchas familias opten por no acogerse a las medidas y mantener el pago de la cuota.
También destacan que parte de los clientes que se acojan las medidas pasarán a estar clasificados como créditos dudosos o stage 3 (esto sucede cuando existe una mayor incertidumbre sobre la capacidad de pago del préstamo), lo que implica entrar en listas de morosos y supone un obstáculo a la hora de solicitar un nuevo crédito a cualquier otra entidad. Así, en algunos de estos casos se prevé que la medida pueda ser disuasoria.
En todo caso, la banca confía también en la propia composición de las carteras. En los últimos cinco años, que son los que más preocupan en términos de morosidad porque está pendiente de amortizar la mayor parte del préstamo, la gran mayoría de hipotecas se han formalizado a tipo fijo, por lo que los clientes no experimentarán un aumento de la cuota. Y de las hipotecas anteriores a ese periodo, la amortización de los préstamos está avanzada, lo que siempre supone un mayor incentivo para continuar con el pago y da más seguridad a los bancos.