Garamendi reta a sus críticos a dar la cara y no convertir CEOE en “un circo”
El líder patronal asegura haber recibido un número "aplastante" de apoyos para su candidatura y defiende la reforma laboral por la "paz social" que supone
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, está traquilo y confía plenamente en salir reelegido como líder de la gran patronal española en las elecciones que la organización patronal celebrará el próximo 23 de noviembre. Este convencimiento le llega del “aplastante” apoyo recibido a su candidatura y porque aunque respeta que puedan surgir nuevos candidatos para disputarle el cargo no teme que ninguno de ellos le haga sombra.
Esto se desprende de las palabras de Garamendi, durante un almuerzo celebrado ayer en el Club Siglo XXI, donde instó a los dirigentes empresariales a abordar el proceso electoral en CEOE “con tranquilidad” y pidiendo que “se presente quien quiera, pero esto no puede ser un circo”, dijo en referencia a este proceso electoral.
Garamendi es hasta la fecha el único candidato a liderar la patronal en las elecciones de finales de noviembre. Si bien, desde hace meses existen focos aislados críticos con su gestión, capitaneados fundamentalmente por la patronal catalana y su presidente, Josep Sánchez Llibre. En este marco, el presidente de Faconauto –la principal patronal de concesionarios de coches–, Gerardo Pérez, ha anunciado reiteradamente su intención de presentarse.
Por ello y ante los insistentes rumores de críticas internas a su gestión que desde su entorno restan importancia, Garamendi, pidió ayer “respeto profundo si alguien quiere presentarse porque tiene derecho” pero, al tiempo, reclamó que esta situación no se convierta en un espectáculo de cara al exterior. A los críticos con su gestión recordó que cuando él llegó a la presidencia en 2018, en la patronal no estaban “ni todas las grandes, ni los autónomos y estaba el Consejo Empresarial de la Competitividad”, que crearon los grandes empresarios del Ibex por no sentirse representados por la CEOE que dirigía su predecesor y ex presidente de la patronal catalana Joan Rosell.
A estas credenciales el máximo dirigente empresarial sumó las peticiones que ha recibido para que se presente y que ya cuenta con el apoyo explícito de todas las asociaciones territoriales, “salvo una” (Cataluña), y de las principales sectoriales entre las que citó el comercio, la hostelería, el metal o la construcción. Pero, sobre todo, se refirió a su socia Cepyme, que para los adversarios de Garamendi también estaría, en parte, en contra de su reelección. “Cepyme me ha apoyado públicamente y (su presidente) Gerardo Cuerva ha dicho que no se va a presentar”, sentenció el líder patronal, que también estuvo ayer arropado por la presencia del presidente de la asociación de autónomos ATA, Lorenzo Amor; el presidente de la patronal de la construcción CNC, Pedro Fernández Allen; la presidenta de la patronal bancaria AEB, Alejandra Kindelán; y la del presidente de agraria Asaja, Pedro Barato, que estuvo entre las cuatro patronales críticas con el respaldo patronal a la reforma laboral.
En cuanto a las ausencias a este almuerzo de otros relevantes líderes empresariales como el presidente de la patronal madrileña Ceim, Miguel Garrido, fuentes empresariales explicaron que ayer comía con la presidenta de la Comunidad de Madrid, mientras que el propio Gerardo Cuerva (Cepyme) no estaba en la capital.
Precisamente, Garamendi defendió ayer que dicha reforma fue “adecuada” y sugirió que su mayor valor es que ha traido “paz social”, algo de lo que podrá disfrutar también “el próximo Gobierno”, sin decantarse por quién cree que lo dirigirá. Aunque se refirió al líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, como “un tío muy responsable, muy serio y muy capaz”.
Negociaciones en marcha
Finalmente, insistió en que aún no se han dado las condiciones para pactar ni el acuerdo de convenios (pacto salarial) con los sindicatos, ni el Estatuto del Becario con el Gobierno, pero los empresarios siguen negociando y sentados en la mesa. Ante esto, aseguró que los tiempos sindicales "no nos van a presionar", en referencia a las movilizaciones previstas por CC OO y UGT el próximo 3 de noviembre; ni el proceso electoral en CEOE va a impedir que firmen un acuerdo del sobre los becarios si entienden que tienen que firmarlo, explicó Garamendi.
En esta misma línea, aseguró estar dispuesto a sentarse a hablar de un pacto de rentas con el Ejecutivo, pero precisó varios condicionantes para ello, entre los que citó que en la mesa se siente también el PP como principal partido de la oposición y que afecte a "todos" incluídos los empleados públicos y los pensionistas.
Lo que a todas luces no van a apoyar los empresarios, según señaló el presidente patronal, es una subida del salario mínimo interprofesional del entorno del 8,5% como el previsto para las pensiones o las bases máximas de cotización. Este incremento "invadiría" los convenios, sobre todo las bandas salariales más bajas que impulsarían a las inmediatamente superiores y esto terminaría afectando a más de cuatro millones de trabajadores y a la creación de empleo, aseguró.
El líder patronal propone que la banca gestione los Perte
La presidenta de la patronal de la patronal bancaria AEB, Alejandra Kindelán, aprovechó ayer su presencia en el almuerzo del Siglo XXI donde intervino como ponente el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, para preguntar públicamente al líder de los empresarios cómo podrían ayudar las entidades financieras “en lo que pueda venir” a las empresas y familias, que auguró que no será fácil.
Garamendi no lo dudó he hizo una encendida defensa del sistema bancario –”es la sangre que corre por las venas del cuerpo y sin sangre no hay cuerpo”, dijo–. Y precisó estar del lado de la “banca buena” que diferenció de “los fondos buitre”, aclarando después que “hay un sistema financiero bueno y otro menos bueno”. Pero, dicho esto, también lanzó una idea: “que se permita la participación de la banca en la gestión de los Perte, como ya gestionó los créditos ICO”.
Esta propuesta sería la respuesta a que, según Garamendi, la mayoría de los fondos europeos “no están llegando a pie de obra”, a pesar de las numerosas reuniones que están teniendo los responsables empresariales con el Gobierno, explicó.
Pero la defensa de empresario vasco no fue solo de la banca, en general reprochó a “la clase dirigente” que esté dividiendo a la sociedad poniendo a los empresarios en su contra, señaló. Así, Garamendi criticó que miembros del Ejecutivo hayan situado a la clase empresarial “en la diana” frente a la “lealtad institucional” que practica CEOE, indicó. Y más concretamente reprochó, sin nombrarlo, la reciente mención del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “a Botín (presidenta de Banco Santander), a Nacho Galán (Ignacio Galán, presidente de Iberdrola) y a mí mismo”.
En ese punto, Garamendi lamentó escuchar que “los empresarios se forran” cuando sus beneficios cayeron en más de 100.000 millones en 2021 y en lo que va de año han descendido del orden de otros 7.000 u 8.000 millones menos, detalló.