No saber comunicarse, un hándicap para ascender
Los perfiles que consiguen posiciones de responsabilidad destacan por su capacidad de expresión Es especialmente importante en las empresas que usan metodología ‘agile’
A la hora de obtener un ascenso no todo depende de que el empleado tenga un buen rendimiento, también entra en juego, entre otros factores, su capacidad para comunicarse. Un buen trabajador que no sepa expresar lo que quiere o que, usando una expresión popular, no sepa venderse, va a tener más complicado conseguir un puesto mejor. “Lo importante no es el saber hacer, es el hacer saber. Es lo que tiene que hacer cualquier persona dentro de su cargo. El hacer saber que tienes el conocimiento y puedes emprender ese proyecto, hacerlo innovador, que sea atractivo para la empresa”, explica Rafael Ravina, profesor de organización de empresas de la Universidad de Cádiz.
Alejandro Molpeceres, director de crecimiento de talento en ISDI, no tiene estadísticas que citar, pero su experiencia en los últimos años con una muestra de unos 600 alumnos le ha dejado claro que “los perfiles que mejor transición han conseguido para posiciones de responsabilidad son los que destacan por sus capacidades de oratoria, de expresión. De hecho, es una parte que trabajamos mucho en la escuela”. “Creo que la comunicación sí afecta exponencialmente a tu visibilidad dentro de la compañía”, añade.
El problema viene cuando al empleado, por su personalidad, le cuesta más que a otros compañeros comunicarse y expresarse. “Hay gente a la que le es más fácil, es algo que tienen innato. Si es una persona que realmente se merece un ascenso y le gusta la idea, pero la capacidad de comunicación no la tiene tan desarrollada, lo que le aconsejaría es que hiciera una especie de lista o balance de su evolución en la empresa. Las cosas positivas que ha podido alcanzar, y, si algo no ha podido, que también lo deje apuntado, para saber que es un punto de mejora. Y mostrar esa proactividad a su superior”, comenta Carmen Arroyo, consultora de recursos humanos en HRCS, firma especializada en perfiles tecnológicos.
Un sector, el de IT, en el que la comunicación es incluso más importante debido a que muchas empresas trabajan con metodología agile, donde son constantes las reuniones cortas y es imprescindible saberse explicar bien. “Para desarrollar un trabajo, ya sea de IT o general, necesitas una comunicación buena, efectiva, con la que puedas dejar claro lo que necesitas, lo que quieres o lo que te hace falta, tanto a nivel productivo como a nivel personal. Si no, tu trabajo no lo puedes hacer correctamente. Por ejemplo, si no eres capaz de comunicar dónde tienes el problema, el proyecto en el que estás se puede atrasar, y es como que en tu parte no se está avanzando, por lo que tu perfil va quedando más abajo”, aclara Arroyo.
Para mejorar las labores comunicativas, Molpeceres recomienda el teatro como una “herramienta maravillosa para perder el miedo escénico”, acudir a un coach o pedir consejo a personas de su entorno que el empleado considere un referente. Pero si hay algo en lo que pone más énfasis es en el autoconocimiento, “identificar en qué realmente eres bueno”.
Pero no toda la parte recae en el empleado. Para que al trabajador le cueste menos comunicarse, “la empresa tiene que fomentar una cultura colaborativa, basada en la transparencia y en la ética”, según Ravina. Del mismo modo, alerta de las malas pasadas que pueden usar las nuevas tecnologías, porque “muchas veces a la hora de comunicar se puede malinterpretar lo que se escribe”. Y es que una frase en un correo o por chat, en los que no hay entonación, puede ser entendida por quien la lee con un sentido diferente al que fue concebida. “Una buena expresión escrita enriquece y genera valor. Cuando haces una propuesta, tienes que enamorar. Tiene que transmitir emoción, veracidad y entusiasmo”, opina Ravina.
Saber comunicarse es también muy importante a la hora de encontrar empleo. “Hay gente que es muy válida y a la hora de la entrevista, por nervios o por timidez, se quedan más retraídos, contestan con monosílabos, sin desarrollar bien la experiencia”, explica Arroyo, que prepara a los candidatos para el proceso de selección. “No todas las empresas esperan lo mismo de los candidatos, así que les explicamos cómo va a ser y qué es lo que el cliente espera ver en la entrevista. Los ponemos en situación para que puedan ensayar y, así, sentirse cómodos cuando llegue el momento”.