Joan Orús (QEV): “Queremos tener una marca propia de vehículo industrial y competir con Iveco”
La compañía catalana pretende, junto a BTech, aterrizar en las instalaciones que Nissan dejó en la Zona Franca y calcula que dará trabajo a 1.000 personas en tres años Asegura que el Gobierno no abrirá una línea de ayuda directa exclusiva para ellos
Una marca española de coches eléctricos. Eso es lo que se ha propuesto conseguir la empresa catalana QEV Technologies, una compañía que, junto a BTech, lidera el 'hub' de electromovilidad que quiere instalarse en la antigua Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Aunque aún no está cerrado el acuerdo para que finalmente desembarque en las instalaciones de Nissan, QEV ya ha presentado su marca de vehículos comerciales, Zeroid, de la que pretende comenzar el ensamblaje en 2023 y en tres años alcanzar una producción de 60.000 unidades anuales. El vehículo tendrá cinco versiones, dependiendo del tamaño y las prestaciones, que oscilarán entre los 20.000 y los 120.000 euros. Su consejero delegado, Joan Orús, recibe a CincoDías para hablar de los planes de la empresa.
- R. ¿Por qué están tardando tanto en cerrarse las negociaciones para llegar a Zona Franca?
- R. En marzo lo único que se ha hecho es confirmar que somos uno de los principales proyectos elegidos para la reindustrialización. Primero estamos terminando de negociar con la propia Nissan. Tenemos unos términos pactados entre nuestros abogados y los de Nissan para firmar este mes. Por otro lado, están las conversaciones con el Consorcio de la Zona Franca que lo que quiere es sacar un concurso sobre quién sería el arrendatario del terreno que luego nos alquilará a nosotros, a la parte logística y a los vecinos que podamos tener. Este concurso de 30 días saldrá a finales de abril para que así en mayo haya una adjudicación. Estamos todos trabajando y luchando para que el 30 de junio esté todo cerrado, que es la fecha límite que se ha puesto Nissan para despedir a la gente que aún tiene dentro de la fábrica y entregar las llaves.
- R. ¿En las conversaciones con Nissan también se incluye una negociación por patentes?
- R. Sí. La idea es que de los dos vehículos que se fabrican allí, la pick-up Navara y la NV200, nos cedan un derecho de uso sobre ellos. En la marca Ebro [que pretende relanzar BTech] se quiere hacer una conversión de la pick-up a una eléctrica y continuar la fabricación de la NV200 cambiando todo el diseño frontal, faros y parachoques delantero. Estos dos coches saldrán con la marca Ebro. En este proyecto de la NV200 colaboraremos a partes iguales BTech y QEV.
- R. Y, a su vez, están conversando con el Gobierno para que aporte entre 100 y 150 millones.
- R. Hablamos tanto con la Generalitat como con el Gobierno central. Hay una mesa institucional para estudiar todas las posibles ayudas que hay disponibles. El Ejecutivo en ningún caso va a abrir una línea de ayudas específica para nosotros. Lo que está haciendo es explicarnos todas las líneas existentes, a las que se puede presentar cualquiera, siempre y cuando cumpla unos requisitos. Buscamos cumplir con ellos para obtener esos fondos.
- R. De ese dinero, ¿cuánto provendría del Perte?
- R. Para Zeroid esperamos conseguir entre 25 y 35 millones de euros. Aunque hay proyectos que se presentarán desde la joint venture que tenemos con BTech, que podrían ser otros 20 millones entre proyectos de I+D a nivel informático, remodelación de líneas de pintura y remodelación para hacer más eficientes las líneas de ensamblaje.
- R. Como todavía no hay nada cerrado, ¿cuál es el plan en caso de no poder entrar en Zona Franca?
- R. Simplemente volveríamos al plan que ya teníamos hace un año, que sigue siendo el mismo, solo que no en cuanto a cantidades. Antes de que saliera la oportunidad de Nissan teníamos previsto entrar en una nave de 20.000 metros cuadrados y allí empezar el montaje de estas furgonetas, mientras en paralelo hacíamos el montaje de plataformas de autobuses. Desde hace tiempo nuestro plan es fabricar las plataformas de buses que entregamos a carroceros españoles, sudamericanos y en otros países, que hasta ahora compraban las plataformas a Volvo, MAN o VW, y ahora están buscando plataformas eléctricas. En cuanto a las furgonetas, el objetivo era montar vehículos comerciales eléctricos aquí. En caso de no entrar en la Zona Franca, sería con volúmenes muy inferiores, ya que no tendremos una línea robotizada ni automatizada.
- R. ¿Harán autobuses o solo se limitarán a hacer las plataformas?
- R. En ese mercado solo fabricaremos plataformas de buses eléctricos y de hidrógeno. No sacaremos una marca propia de buses porque no queremos hacer competencia a nuestros clientes, sino ofrecer estas plataformas al mayor número posible de empresas.
- R. ¿Cuándo veremos las primeras furgonetas de Zeroid en las calles?
- R. En 2023. Ahora se pueden ver, pero como prototipos, porque queremos que los posibles clientes las prueben. Hemos invitado a más de 50 empresas que han venido a probarlas. Nuestro plan es hacer una labor comercial durante 2022 para cerrar el máximo de pedidos posibles para alimentar la fábrica, que arrancará su actividad en 2023.
- R. ¿Analizan a futuro la posibilidad de hacer también turismos?
- R. No, queremos tener una marca propia de vehículo industrial. Si hay un espejo en el que mirarse sería el de intentar competir con la marca Iveco. Nuestro sector, como Zeroid, no es el de los turismos eléctricos. Nuestro plan es hacer vehículos industriales. Como Ebro, lo dejo todo abierto.
- R. ¿Cuándo prevén que podrán dar trabajo a los que perdieron su empleo en Nissan?
- R. Es algo progresivo. Ya estamos haciendo entrevistas, de hecho. La idea es contratar entre 50 y 100 personas muy rápido, en junio, para que nos ayuden a poner la fábrica a punto. A partir de enero de 2023, en el primer trimestre, que es cuando podremos empezar a producir, haremos una contratación muy grande. En ese momento necesitaremos entre 300 y 400 personas. El objetivo es llegar a las 1.000 personas en 2025, esto no solo como Zeroid, sino también con BTech.
- R. ¿Las baterías de dónde vendrán?
- R. A corto plazo, de proveedores asiáticos. Estamos trabajando con una empresa valenciana, Power Electronics, que pretende hacer una gigafactoría de baterías en Valencia. Trabajamos con ellos desde hace más de un año para que se haga realidad esa gigafactoría de baterías, pero con un objetivo a largo plazo, que esté en funcionamiento entre 2025 y 2026. A corto plazo, seguiremos comprando baterías en Asia, con la idea de que con el Perte del vehículo eléctrico existan fábricas de baterías en España y podamos tirar de proveedores locales.