El reparto de comida hace un alto en Bolsa en espera de beneficios
Fusiones, adquisiciones y salidas a Bolsa como las de Deliveroo o Grab siguen disparadas en un sector que se beneficiará claramente del cambio de hábitos por la pandemia.
A comienzos de siglo, las valoraciones de los negocios en internet se hacían en función del número de usuarios y no de los beneficios conseguidos. Y el agitado sector de las empresas de comida a domicilio (delivery en su término inglés) recuerda un poco a aquellos tiempos. Los analistas se fijan en los millones de clientes, en las veces que repiten, en el número de restaurantes de sus plataformas y, sobre todo, en el volumen de las comidas que mueven.
Se sabe que este negocio de llevar comida a casa y cobrar entre un 15% y un 30% de comisión al restaurante esconde alguna pepita de oro pero, de momento, las ganancias no llegan y es frecuente que incrementar los repartos sea sinónimo de aumentar las pérdidas. Enrique Porta, socio responsable de consumo de KPMG en España apunta que “el modelo de negocio de cualquier plataforma tecnológica, y estas no son una excepción, se basa en la escalabilidad. Estos negocios precisan volúmenes masivos de transacciones y bases de clientes amplias y activas para alcanzar la rentabilidad”.
Salvo el gigante mundial Just Eat, que presentó beneficios de 1.300 millones de euros en el último trimestre del pasado año, el resto sigue en números rojos. Lo que sí parece claro es que el sector cuenta con unas expectativas de crecimiento fabulosas. Antes del Covid-19, un informe del banco suizo UBS apuntaba a que el sector multiplicaría por 10 su tamaño en una década.
La pandemia no ha hecho sino acelerar el crecimiento: pedir comida a domicilio se ha convertido en un hábito de los consumidores que no decaerá cuando las cosas vuelvan a la normalidad, según los expertos. Goldman Sachs prevé en un reciente estudio un crecimiento adicional del delivery gracias a la entrega de comestibles de supermercados y tiendas, “un mercado más grande que el servicio de comidas”. El banco estima que en Europa los pedidos per cápita crecerán 6 veces hasta 2025, mientras que esta variable llegará a 30 veces en Asia.
La penetración del negocio es muy superior en Asia o Brasil que en Europa
También el grado de penetración en el mercado influye. Según previsiones de la firma de análisis de mercado Kantar, la implantación de la comida a domicilio entre los menores de 50 años en Corea del Sur es del 99%, mientras que en China y Brasil es del 84% y el 80%, respectivamente. Por el contrario, este dato apenas alcanza el 37% en España, el 36% en el Reino Unido y el 44% en Francia.
Mientras, grandes inversores siguen apostando por el sector. Es fácil levantar capital para estas compañías. Esta misma semana BlackRock, Fidelity o Janus Handerson apoyaban la fusión de la SPAC Altimeter Growth con Grab Holdings, la mayor empresa de entrega de alimentos del sudeste asiático. Una operación que se cifra en 33.300 millones de euros y que supondrá que Grab dé el salto a cotizar en Wall Street. La compañía, con sede en Singapur, sigue en pérdidas.
Después de un fantástico 2020 en Bolsa con fuertes revalorizaciones, este 2021 está siendo muy plano para el sector. La OPV de Deliveroo del pasado marzo fue un fiasco: la acción se colocó a 3,9 libras y hoy se sitúa en las 2,5 libras por acción. Just Eat cotiza casi al mismo nivel de comienzo de año y la alemana Delivery Hero (principal accionista de la española Glovo) apenas avanza el 2% este año tras dispararse el 80% en 2020. El gigante chino Meituan (Goldman Sachs le da un precio objetivo de 296,60) también ronda los 286 dólares hongkoneses con los que estrenó el ejercicio, aunque lleva una revalorización del 186% en el último año.
El tercer grupo de comida a domicilio en Estados Unidos, GrubHub, que fue adquirida por Just Eat en junio del pasado año por 6.500 millones de euros en puja con Uber Eats, retrocede el 2% en Bolsa este año. La oferta le ha llevado a revalorizarse un 71% en los últimos 12 meses. Enrique Porta explica la abundancia de operaciones corporativas del sector: “Es una vía rápida para ganar la dimensión y la masa crítica necesaria. Adicionalmente, el usuario digital no es proclive a utilizar muchas plataformas diferentes si no presentan una propuesta de valor claramente diferencial”. Y añade: “En el escenario actual de potenciación de las plataformas de delivery, es posible que se incremente el interés de inversores en estos negocios, lo que puede significar un impulso adicional a movimientos de concentración”, concluye.
Los informes de analistas no abundan pero algunos son muy optimistas, a pesar de que sobre el sector también pesa la incertidumbre respecto a los cambios regulatorios en las condiciones laborales de los repartidores. Bank of America sitúa el precio objetivo de Just Eat en los 145 euros (ahora cotiza a 91) y lo basa en un crecimiento del 42% en el número de pedidos para este año, con un fuerte incremento en Londres; la gran fidelidad de sus clientes, el continuo crecimiento en economías ya abiertas como Australia y las mejoras regulatorias en ciertos países, como Italia.