La banca sube las comisiones por mantenimiento como alternativa al cobro por depósitos
Exigen vinculación a cambio del coste cero y capear los tipos negativos Las entidades sí trasladan la penalización del BCE a empresas
La banca española ya cobra por los depósitos a las grandes empresas y clientes institucionales, pero se resiste en el caso de los particulares. Por el momento, la alternativa para capear los tipos negativos pasa por un incremento generalizado de la comisión por mantenimiento de la cuenta, que afecta a todos los usuarios por igual, tengan 10 o 200.000 euros en el banco. La mayoría de las entidades financieras ha acabado con la gratuidad de sus productos básicos, como las cuentas corrientes, y ha elevado las exigencias a cambio del coste cero. La tónica común es penalizar sobre todo a los clientes sin vinculación, los que resultan menos rentables al tener menos actividad con el banco. Directa o indirectamente, pagar por tener dinero guardado en el banco ya es una realidad.
La factura de los bancos por depositar sus reservas en el Banco Central Europeo (BCE) se agravó al -0,5% en 2019. El tipo de interés que el organismo cobra por el exceso de liquidez trata de motivar el flujo de crédito a la economía real en lugar de hacer acopio de ella. Pero si el banco deja aparcado el dinero de los clientes en vez de conceder préstamos, entonces recibe una penalización (una parte de estos depósitos están exentos). Además, las perspectivas de tipos bajos se han prolongado en el tiempo más de lo previsto. En este escenario, los clientes con elevados fondos han dejado de ser rentables para las entidades, que si bien antes absorbían la tasa de depósitos del BCE ahora la trasladan al cliente de una manera u otra.
El Banco Central cobra una tasa del -0,5% desde 2019 por ‘aparcar’ el exceso de liquidez
“Inicialmente no había problemas con la facilidad de depósito porque se pensaba que los tipos bajos eran algo temporal, pero ahora el mercado no ve tipos positivos hasta, al menos, 2027 y la banca sufre con este escenario”, explica Eduardo Areilza, de la consultora Alvarez & Marsal.
Los bancos soportan tipos de interés negativos desde 2014 y la liquidez les cuesta dinero, de manera que han terminado por buscar soluciones con las que rentabilizar ese exceso de liquidez. En Europa, el Royal Bank of Scotland, el Postbank (filial de Deutsche Bank) y el Banco de Irlanda fueron pioneros en cargar a los clientes la penalización del Banco Central. Los daneses Jyske Bank y SpardNord Bank imponen una tasa a sus clientes premium. Más recientemente, UniCredit en Italia y firmas extranjeras que operan en España, como los suizos Julius Baer, UBS y Credit Suisse, han optado por gravar los depósitos de los grandes clientes, con saldos por lo general considerados de banca privada que superan los 100.000 euros.
Varios bancos españoles también cobran por custodiar los grandes patrimonios. Ibercaja tiene una tasa del 0,4% para las empresas no vinculadas con saldos medios en cuenta corriente superiores a 200.000 euros. Santander cobra a determinados clientes institucionales y family offices, en función de la relación de negocio que tengan con el banco. Bankia repercute el coste a grandes empresas con una facturación superior a los seis millones de euros y, tal y como detalla, se negocia con la compañía en función de su vinculación global con la entidad. CaixaBank, por su parte, traslada “parte del coste” a grandes compañías “sobre aquellos volúmenes de depósitos que exceden las necesidades de liquidez transaccional”. Bankinter puntualiza a su vez que solo aplica el cobro “en casos concretos de picos de liquidez” a entidades institucionales como gestoras o aseguradoras.
Por su parte, BBVA empezará a cobrar un 0,025% mensual a los clientes retail sin ningún tipo de vinculación y con saldos elevados en cuenta, según explican fuentes de la entidad, que apuntan que apenas suponen el 0,2% de la clientela.
Los expertos sostienen que el traspaso de la penalización del BCE a los clientes de banca privada o empresas es “más fácil”, pero la alternativa con los pequeños ahorradores pasa por el aumento de las comisiones de las cuentas corrientes. “En los países periféricos la cultura financiera no está tan extendida y el cobro de comisiones se entiende mejor que cobrar directamente por tener ahorros. Aunque es lo mismo a efectos prácticos, resulta menos agresivo para la clientela”, asegura Fernando Rojas, consultor del área de banca de Analistas Financieros Internacionales (Afi), que descarta que en España que se vaya a cobrar en el corto plazo por los depósitos a los clientes minoristas.
Los propios bancos rechazan esta posibilidad, pero lo cierto es que se están posicionando de cara a un eventual movimiento en cadena del sector. ING anunció recientemente que cobrará 10 euros a los clientes sin la nómina domiciliada que tengan en su cuenta más de 30.000 euros. Otras entidades han aumentado las comisiones de mantenimiento en el último año: BBVA cobra 100 euros a los particulares no vinculados, con algunas excepciones; Bankia repercute 14 euros mensuales, o 168 euros al año, si no se tienen los ingresos domiciliados; CaixaBank y Santander cobran hasta 240 euros anuales en caso de no cumplir ninguna de las condiciones; Cajamar tiene una comisión de 80 euros anuales, y Sabadell, de cinco euros al mes (60 euros al año). La tarifa de Abanca y Unicaja Banco es de 84 euros al año, en este último solo para los mayores de 27 años, y en Liberbank, los usuarios con menor vinculación pagan entre 12 y 15 euros anuales.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calcula que la comisión media de mantenimiento de la cuenta corriente de la banca tradicional ha subido a 67 euros anuales.
Nóminas, tarjetas y productos de inversión
Fidelización. La comisión de mantenimiento es una de las más frecuentes y básicamente consiste en cobrar por tener la cuenta abierta. En España, la política de comisiones de las entidades financieras ha tendido a converger en los últimos años y los bancos buscan la fidelización y vinculación de los clientes a cambio de librarse de las comisiones. Cada vez es más preciso domiciliar la nómina o pensión, cuyo importe mínimo varía dependiendo de la entidad, al igual que los recibos, realizar pagos con tarjetas, o cumplir con una serie de requisitos como el posicionamiento en productos de inversión o la contratación de una hipoteca o planes de pensiones. Evitar las comisiones requiere vincularse con el banco en mayor o menor medida dependiendo de la entidad, pero también es posible librarse de cualquier coste en algunas entidades online.
Servicio. Desde la patronal bancaria AEB destacan que el escenario “excepcional” de tipos negativos es una de las razones de la expectativa de baja rentabilidad que pesa sobre el sector y ponen en valor el esfuerzo de los bancos por no cobrar a las familias por los depósitos. Con todo, señalan que “en cualquier actividad, la rentabilidad es imprescindible para garantizar la continuidad del servicio. Y el sector bancario no es una excepción a la regla”.