Bienes de equipo, automóvil y crudo concentran el 72% del ajuste en las exportaciones
El déficit comercial se desploma un 55% por el hundimiento de las importaciones
Las exportaciones de bienes, al igual que la demanda interna, han sufrido el impacto negativo de la crisis sanitaria del coronavirus. Las ventas empresariales a otros países cayeron un 14% entre enero y agosto y retrocedieron a niveles de 2015, según los datos de la balanza comercial hechos públicos por la Secretaría de Estado de Comercio. Un ajuste de 27.000 millones de euros que ha sido desigual por sectores y que se ha concentrado en tres actividades (bienes de equipo, automoción y petróleo), con un 72% del recorte (19.541 millones de euros). Un desplome de ventas que se ha visto compensado por el derrumbe aún mayor de las compras españolas a terceros países, que se desplomaron un 18,1% en términos relativos y en 38.547 millones de euros, retrocediendo a niveles de 2014.
De este modo, el déficit comercial, que mide la diferencia negativa entre exportaciones e importaciones, se redujo un 54,6% y se situó en apenas 9.615 millones. Se trata de la segunda cifra más baja de la historia, solo superada en 2013 con 24.591 millones
La alimentación adelanta a los bienes de equipo y se sitúa como el sector nacional con más ventas al exterior
El sector más perjudicado ha sido el de bienes de equipo, el más exportador de España hasta 2020, con una cuota de mercado del 19,4%, que se ha visto principalmente afectada por la caída de pedidos de material de transporte.
De los 7.456 millones de exportaciones que ha perdido hasta agosto, casi 4.000 corresponden a la menor demanda de pedidos procedentes de obras ligadas a carreteras, ferrocarriles, aviones o buques. El parón más importante ha sido el de la industria aérea, en el que la gran mayoría de aerolíneas paralizó sus pedidos por dos razones: el frenazo de la demanda y los problemas detectados por Boeing. El sector de la automoción también aparece como gran perjudicado, con un recorte de exportaciones de 6.519 millones de euros, con 3.600 millones para los automóviles y motos y casi 3.000 para la industria auxiliar de componentes. En tercer lugar aparecen las petroleras, con un retroceso de ventas al exterior de 5.500 millones, que corresponden casi en su integridad a las refinerías que tienen Repsol y Cepsa en España.
Los exportadores sufrieron la anulación de pedidos de la industria aérea
En el otro lado, el gran beneficiado es el sector de la alimentación, el único en el que las exportaciones crecieron (un 5,5%), al margen del catalogado como ‘otras mercancías’, y que se situó como la actividad más exportadora, en 33.880 millones de euros (1.775 millones más) frente a los 31.985 millones de los bienes de equipo, tradicionalmente la más pujante en mercados exteriores.
En cuanto a las importaciones, el desplome del 18,1% registrado en los ochos primeros meses de 2020 refleja la debilidad del consumo de los hogares y de la inversión empresarial como consecuencia del derrumbe de los pedidos. Entre las actividades más perjudicadas por la caída de las importaciones se encuentra el petróleo, directamente afectado por el brusco descenso del consumo de carburantes y la automoción, con un ajuste del 33,5% ante la caída de las matriculaciones en España (un 38,3% menos hasta septiembre).