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Contante y Sonante
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Aumentan los mensajes negativos del Banco de España

Avisa de que lo peor por el Covid no ha pasado, que el golpe económico es “muy significativo” y que la salud de la banca se resentirá

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, comparece en el Congreso el 6 de octubre.
 EUROPA PRESS
 06/10/2020
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, comparece en el Congreso el 6 de octubre. EUROPA PRESS 06/10/2020EUROPA PRESS

El Banco de España va ganando múscu­lo internacional. Su influencia, perdida durante varios años, se está recuperando tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Y es que no hay semana que el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, no intervenga en algún foro nacional o internacional, aunque en los últimos tiempos sea para alertar de los peligros que acechan a la economía en general y a la banca en particular como consecuencia de la pandemia, cuyos efectos negativos están sobrepasando las previsiones iniciales.

En poco tiempo, unos meses, el Banco de España está consiguiendo lo que no se había logrado en años: dar la vuelta como un calcetín al sector financiero para que reduzca su capacidad instalada e inicie procesos de fusión. El supervisor nacional ya había recomendado y puesto en práctica las fusiones bancarias en plena crisis financiera. De hecho, entre 2010 y 2013 el cambio en el mapa bancario español fue radical para las antiguas cajas de ahorros, tanto que al final desaparecieron 55 entidades financieras, gran parte cajas, y el sector de las cajas de ahorro adoptó, por obligación, el estatuto jurídico de un banco.

Pero ahora las fusiones no son provocadas para salvar a las entidades moribundas, sino para que el sector logre mejorar su eficiencia y rentabilidad, aunque en el trasfondo también está evitar un futuro empeoramiento de la salud de la banca, motivado por una falta de negocio al que se suman unas multimillonarias provisiones tras dispararse la morosidad.

Y al toque de trompeta del BCE, pero sobre todo del Banco de España (solo hay que observar que España es el país que se ha puesto a la cabeza de las fusiones nuevamente), las entidades financieras han comenzado a buscar pareja. Curiosamente, las bodas parece que vuelven a producirse entre antiguas cajas, Bankia con CaixaBank y Liberbank con Unicaja.

Al Banco de España no le importaría que esta última boda fuera a tres bandas o más, es decir, que se le unieran otras entidades, pero “si ya son complicadas las negociaciones entre Liberbank y Unicaja, como hemos visto, tras varios intentos de boda, imagínate a tres bandas. Imposible ahora”, destaca un experto financiero, conocedor de las negociaciones entre ambas entidades.

La banca quedará en años reducida a la mínima expresión, con escasas entidades
y  pocas oficinas. Ir a una sucursal será un lujo

Otras fuentes financieras, de hecho, aseguran que a este casamiento se invitó a participar también a Ibercaja, pero su respuesta fue inmediata: no. Lo que provocó que no hubiese ni acercamientos, solo una pregunta que obtuvo respuesta en cuestión de segundos y dejó las cosas claras desde el minuto cero. A Ibercaja se le han acercado en estos meses otras entidades, pero la respuesta ha sido la misma, no. Pero a dos o tres bandas, lo cierto es que aunque en la actualidad el supervisor nacional es como una filial del Banco Central Europeo, se ha convertido en un alumno aventajado, y casi de puntillas, sin hacer demasiado ruido, está ganado puntos y ha logrado ser uno de los inductores de las actuales operaciones de integración que se han puesto y se pondrán en marcha en la banca española.

No es que elija a los novios en cada boda, como pudiera ser en el pasado, pero sí presiona para que cada entidad haga sus números, sus escenarios y proyecte su futuro con o sin pareja. Conclusión, habrá varias bodas, primero en el mercado doméstico, y luego en el europeo. Y las oficinas bancarias serán como las tiendas de lujo, grandes, escasas y situadas en zonas privilegiadas, a excepción de algunas pequeñas consideradas satélites, que se ubicarán en barrios y zonas rurales por eso de evitar la exclusión financiera, y a las que será complicado acceder si no tienes cita previa, a no ser que vayas a las sucursales céntricas, en las que incluso podrás sentarte a tomar un café.

Pero en el trasfondo de estas bodas bancarias y el cierre de tanta oficina hay un claro mensaje de preocupación. Hernández de Cos lleva varias semanas alertando día tras día de lo que se avecina. Tiempos peores a los actuales y a las previsiones iniciales. El Covid-19 hace estragos en la salud de las personas, en la salud financiera y en la salud de la economía.

El último mensaje negativo lo dio el pasado jueves en su discurso en la conferencia anual de la Junta Única de Resolución (JUR). “La pandemia provocará inevitablemente problemas económicos generalizados, y la salud del sistema financiero se verá inevitablemente afectada”, señaló, para añadir que el golpe del virus es “muy significativo” y la incertidumbre “muy alta”, por lo que no se pueden descartar “escenarios incluso más severos que los que ya han ocurrido”.

El escenario de creciente incertidumbre está revolviendo más las negativas previsiones del BCE, lo que provoca, a su vez, que el Banco de España también transmita mensajes más catastrofistas, que afectarán directamente a la banca como hilo conductor entre la economía real y el ciudadano.

De momento, varias fuentes consultadas del sector empresarial mantienen que la concesión del crédito comienza a endurecerse y a limitarse.

El gobernador también ha aprovechado los últimos días para incidir en el “peligro de mantener entidades sobredimensionadas”. Esa preocupación “lo es para la estabilidad financiera y, por tanto, también para los ciudadanos en último término”, advirtió la semana pasada en el Congreso de los Diputados.

En este mismo escenario, Hernández de Cos reclamó a la banca que sea “muy prudente” en su política de dividendos, mensaje que se produce justo unas semanas antes de que el BCE vuelva a debatir si se levanta el veto a las remuneraciones para el accionista en 2021 o no, y días después de que bancos como BBVA, Santander, Liberbank, y Unicaja, entre otros, hayan anunciado su intención de volver al dividendo en cuanto el Banco Central Europeo levante el límite impuesto el pasado 27 de marzo.

Y mientras, el caldo de cultivo para más fusiones está servido. El mercado ya ha puesto en la diana a Banco Sabadell, primero con BBVA, pero ciertas diferencias y dificultades pueden hacer girar este plan, para girar hacia Kutxabank, o eso dice ahora alguna que otra fuente financiera conocedora de los planes de la antigua caja de ahorros vasca.

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