Renault recorta un 35% sus ventas hasta junio
El grupo francés matriculó 1,25 millones de coches en el semestre
El grupo Renault vendió 1,25 millones de coches en todo el mundo durante la primera mitad del año, lo que supone un desplome del 35% en comparación con el mismo periodo de 2019, a causa de la pandemia de coronavirus, según datos publicados este lunes.
La multinacional francesa suspendió sus actividades comerciales e industriales en la mayoría de países que opera desde mediados de marzo, al igual que el resto de fabricantes. Renault ya observó una recuperación del mercado en junio y se muestra optimista de cara al segundo semestre.
"Comenzamos el segundo semestre con un nivel muy alto de pedidos, un buen nivel de stock, un posicionamiento precio mejorado en toda la gama y una nueva oferta híbrida E-Tech única en su segmento, que ha sido muy bien percibida", subraya en un comunicado el director de Comercio y Regiones del consorcio, Denis le Vot.
Las ventas del grupo del rombo bajaron un 41,8% en Europa hasta junio, con 623.854 unidades, mientras que en China entregó 70.789 unidades, un 26,4% menos. En América y Eurasia entregó 113.826 (-44,7%) y 297.455 unidades (-14,1%), respectivamente.
Por su parte, Renault destaca su desarrollo en el segmento de eléctricos, con una subida de las ventas del 38% respecto al primer semestre de 2019, con más de 42.000 vehículos matriculados. El Zoe fue el eléctrico más demandado en el mercado europeo en lo que va de año con 37.540 unidades (+50%) y en junio registró un "récord de pedidos" de 11.000 unidades.
El ex consejero delegado de Nissan y Renault Carlos Ghosn, huido en Líbano de la justicia japonesa, ha señalado que los resultados actuales de ambos grupos son "lamentables". En una entrevista publicada este lunes por el diario francés Le Parisien, subraya que desde su salida las acciones del fabricante nipón han bajado un 55% y las del franés, un 70 %, mientras las de otros grandes competidores han caído mucho menos: un 12% las de General Motors y un 15% las de Toyota.
En su opinión, detrás de esta diferencia "hay un problema de confianza de los mercados en la alianza". Considera que ambas marcas se "repliegan sobre sí mismas" y en lugar de proceder a una mayor fusión de sus equipos directivos están viviendo un distanciamiento.
"Los cinco últimos años de mi mandato son los mejores de la historia de Renault tanto en términos de crecimiento como de rentabilidad. Si era tan malo, por qué se me renovó mi mandato en junio de 2018, solo unos meses antes de mi arresto en Japón", señala.
Ghosn ha sido acusado en Japón de malversación y otros delitos vinculados a su gestión en Nissan. Además, está siendo investigado en Francia, donde un magistrado instructor lo había convocado el 13 de julio.
Preguntado sobre por qué no acudió a dicha cita, se justifica en primer lugar por "un obstáculo técnico". Justifica que su pasaporte lo tiene la fiscalía del Líbano porque Japón ha emitido contra él una orden de busca y captura.
También se excusa porque quiere que se le garantice la seguridad y la libertad de circulación, y propone que el juez francés lo interrogue en Beirut, donde dice estar dispuesto a "responder a todas sus preguntas".
La justicia francesa ha abierto investigaciones tanto para determinar si se aprovechó del cargo en Renault en su beneficio personal como sobre una serie de contratos y desvíos de fondos de una filial de Renault y Nissan domiciliada en Holanda, RNBV. Ghosn critica en la entrevista el papel del Estado francés como accionista de Renault y también la actitud de "pasividad" de las autoridades francesas mientras estuvo detenido en Japón.