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Los gigantes del gran consumo responderán con subidas de precios a los aranceles de Trump

Empresas como H&M, Puig, Kering, Levi Strauss o Adidas anticipan movimientos en el mayor mercado mundial de bienes de consumo. La política arancelaria de EE UU pone en jaque las previsiones de los grandes grupos cotizados

Interior de una tienda en Nueva York, EE UU, durante los días de Black Friday en noviembre pasado.
Javier García Ropero

El mundo empresarial aguarda la lista definitiva de aranceles que el Gobierno de Estados Unidos impondrá a los productos que lleguen a su territorio. Y entre los sectores que contienen el aliento está el del gran consumo. Compañías de alimentación, de productos textiles o de cuidado personal ven cómo el principal mercado mundial apuesta por una política comercial proteccionista con potenciales consecuencias para la inflación, el consumo y su propio desempeño financiero. También para las empresas establecidas allí.

El aviso de un gravamen generalizado del 25% a los países de la Unión Europea, o las medidas ya concretadas respecto a productos que lleguen de Canadá, México o China, con tasas del 25% para los dos primeros, y uno adicional del 10% (hasta el 20%) para el gigante asiático, ya han puesto en alerta a los grandes grupos cotizados. Todos ellos han compartido con el mercado unas previsiones para este ejercicio 2025 sin saber con exactitud el escenario arancelario en el que se desarrollará, y desde luego, no con gravámenes tan elevados en EE UU. “Un arancel a las importaciones de México y Canadá crearía un obstáculo adicional al negocio”, ha reconocido el presidente y consejero delegado de Mondelez, Dirk van de Put. La multinacional estadounidense, dueña de las galletas Oreo, confirmó que sus previsiones anuales no tenían en cuenta ni la imposición de aranceles a las importaciones por parte de EE UU ni las represalias de otros países.

La incertidumbre es el escenario generalizado, también al otro lado del charco. Puig, la compañía española de productos cosméticos y perfumería, reconoció en su presentación de resultados anuales, a finales de febrero, que su visión para el ejercicio no contaba con un arancel del 25%. Ya entonces deslizó la subida de precios como alternativa para mitigar los efectos, lo que su presidente, Marc Puig, recordó este lunes. Una parte se trasladará al precio del producto”, dijo en un foro organizado por Expansión.

Esta es la contramedida que grandes empresas del sector tienen preparada para el mercado estadounidense en cuanto la administración Trump confirme sus intenciones. El grupo textil sueco H&M, que compite con Inditex y Uniqlo como uno de los grandes del sector a nivel mundial, también lo ha anticipado. “Una subida de aranceles tendrá un impacto en el consumidor estadounidense, y en los precios”, reconoció su consejero delegado, Daniel Érver. “Tendremos que revisar nuestra estrategia de precios, por supuesto”, adelantó Francois-Henri Pinault, presidente del grupo Kering, dueño de marcas de lujo como Gucci y Balenciaga. “Si tenemos que subir precios, los subiremos”, ha dicho, por su parte, el responsable financiero de Levi Strauss, Harmit Singh. Y el nuevo consejero delegado de Unilever, Fernando Fernández, se ha expresado en la misma línea: “Con la información actual, hay una inflación material que provocará una aceleración de las subidas de precios”.

Efectos en el consumo

Otras, de momento, mantienen un perfil conservador hasta que las amenazas sean una realidad. Inditex, que tiene en EE UU su primer mercado mundial en ventas, confía en que podrá compensar cualquier movimiento arancelario con su extensa red de fabricación. Los grandes grupos trabajan en cómo trasladar el origen de los productos que venden en EE UU para enviarlos desde países que no estén en la lista negra de Trump, y así esquivar los potenciales efectos sobre sus cuentas de resultados.

Estos ya los ha sufrido Nike, que ha reducido sus previsiones de cierre de ejercicio, tanto en ventas como en márgenes, por los impactos de los aranceles a China y México. La compañía de ropa deportiva importa del gigante asiático el 18% de sus zapatillas, y tiene una importante presencia productiva en el país norteamericano. Lo mismo ha ocurrido con Puma, que importará este año desde China el 10% de los productos que venderá en EE UU. La compañía reconoce que ha acelerado el envío de mercancías para anticiparse al arancel, y que ha incluido esta amenaza entre sus previsiones, ya recortadas.

El gran rival de Nike, Adidas, ve la situación con mayor tranquilidad. En su caso, solo exporta de China a EE UU el 4% de las ventas en ese país. Al gigante alemán no le preocupan los efectos directos de los aranceles, sino los colaterales. “Los que se abastecen desde China, por supuesto, van a subir los precios, y eso va a provocar inflación. Y cuando eso pasa en un sector concreto, los volúmenes bajan. Eso sí que puede impactarnos y me preocupa”, analizó hace unos días su consejero delegado, Bjorn Gulden. Adidas tiene el objetivo de crecer a dobles dígitos en EE UU.

Los próximos días serán fundamentales para aclarar el escenario. La administración Trump concretará sus medidas proteccionistas, y las empresas deberán analizar el impacto que tendrán sobre sus cuentas de resultados. En el caso de las cotizadas, actualizando, o no, sus objetivos para el año en las próximas presentaciones de resultados.

El Gobierno espera que la relación comercial Europa-EEUU "se refuerce"

El Ejecutivo español mantiene la esperanza, al menos en público, de que las políticas arancelarias no sean especialmente lesivas para Europa. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, recordó ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el vínculo entre Europa y EE UU ha sido históricamente "muy beneficioso" para ambas partes, y espera que "se mantenga y se refuerce".

Este defendió la apuesta de España y la UE por el libre comercio y su confianza en que el diálogo es el instrumento para resolver los contenciosos, especialmente cuando la relación entre europeos y norteamericanos, "la mayor relación comercial del planeta", ha sido "abrumadoramente beneficiosa" durante décadas para ambas partes, recogió Europa Press.

El objetivo, aseguró, es preservar esa relación comercial, pero si EE UU aplica nuevos aranceles a Europa, la UE cuenta con instrumentos para responder y "defender la integridad de su mercado único", a sus empresas y a sus consumidores, afirmó. En esa línea se manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien dijo que Bruselas cuenta con un "plan sólido" para contraatacar cualquier decisión de Trump.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.
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