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La tasa de paro ascenderá al 34% si los afectados por un ERTE pierden el trabajo

Funcas estima que el PIB previo a la crisis no se recuperará hasta 2023

Funcas previsiones paro
Belén Trincado / Cinco Días
Pablo Sempere

La economía española, fuertemente golpeada por la crisis del coronavirus Covid-19, no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta el año 2023. Es la previsión de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), presentada este jueves. A medida que se recupere la actividad, explica el director de coyuntura y análisis internacional de Funcas, Raymond Torres, la economía va a ir reponiéndose, pero no será hasta dentro de tres años cuando logre volver a los índices en los que cerró el año 2019. "No todos los sectores van a recuperarse de forma simétrica, por lo que la contribución de cada uno al PIB será diferente. Pero en términos agregados, los números de 2019 no volverán a verse hasta 2023", explica. Durante la primera mitad de 2020, Funcas prevé una destrucción del PIB del 20%. La recesión será del 7%, para rebotar un 5,4% a partir de 2021.

La misma tendencia se repetirá con los índices de paro. Funcas estima que la tasa de desempleo ascienda al 19% durante 2020, para ir recuperándose muy lentamente a partir de 2021, cuando bajará al 17%. "No será hasta 2023 cuando se recupere la tasa anterior a la crisis", añade.

La pandemia, prosigue Torres, ha producido un parón inmediato de la actividad más o menos parejo en las principales economías. Sin embargo, la magnitud del impacto dependerá de las vulnerabilidades propias de cada sistema. En el caso español, con mucho peso del sector turístico y el de los servicios, la contracción será más severa. La recesión también estará condicionada por el impacto de las pymes y del trabajo temporal, así como por las políticas económicas llevadas a cabo para contrarrestar los efectos de la crisis. Otra vulnerabilidad propiamente española será "los insuficientes esfuerzos de correción que se hicieron durante la época de expansión", detalla Torres.

Según el análisis de Funcas, España tiene en este momento tres prioridades para minimizar al máximo el impacto de la pandemia. Por un lado, explica Torres, hay que "evitar el cierre en cascada de empresas y pequeños negocios con medidas de apoyo a la liquidez y moratorias de impuestos". También hay que limitar los despidos "promoviendo los ERTE, las adaptaciones de jornada y otras fórmulas que consigan mantener el mercado laboral". Por último es necesario, insiste Funcas, un impulso de la demanda pública. "Estos tres ejes serán necesarios para una recuperación económica, y los están llevando a cabo todos los países que están promoviendo políticas fuertes para luchar contra la pandemia", apunta Torres.

El acierto de los ERTE

Una de las herramientas adoptadas, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), está dando por el momento sus frutos en España. De hecho, según cálculos de Funcas, si los cerca de 3 millones de afectados por estos planes de regulación de empleo contasen como desempleados, la tasa de paro española estaría rozando el 34%. Por ello, explica Torres, el Gobierno debe prorrogar al máximo posible este instrumento a lo largo de toda la desescalada, para evitar una sangría de despidos antes de que finalice el año. En esta línea, la cifra de 17.000 millones presupuestados por el Ejecutivo para afrontar la crisis tendrá que crecer, algo que desde la Fundación de las Cajas de Ahorro ven con buenos ojos.

De hecho, apunta Torres, si muchos de países salieron en cierta manera airosos de la crisis económica de 2008 -principalmente en el norte de Europa- fue, entre otros puntos, porque las respectivas figuras similares al ERTE funcionaban con más soltura y agilidad que en España. Funcas celebra que en esta ocasión España haya adoptado estos instrumentos, en consonancia con otros países como Italia, Francia y sobre todo Alemania. En este último país, a través del conocido como plan Kurzarbeit, hay cerca de 10 millones de empleados que se han acogido a esta especie de ERTE.

Por detrás de Europa

Pese a los aciertos de herramientas como los ERTE, recuerda Torres, España sigue lejos de los incentivos e impulsos de los países del entorno. En el apoyo a la liquidez, con créditos, avales públicos y moratorias, España ha movido en torno al 12,1% del PIB, según las estimaciones de Funcas. Francia llega al 12,4%, Reino Unido al 14,9%, Alemania al 17,5% e Italia al 39,2% del PIB.

En impulso fiscal, a través de ERTE o transferencias de renta, España se sitúa en el 1,6% del PIB, por encima de Italia (1,4%), pero por detrás de Francia (2,4%), Alemania (4,4%) y Reino Unido (4,5%).

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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