BBVA dice al juez que el ‘forensic’ se quedó a medias porque era “inviable”
No contrastó las evidencias digitales con entrevistas a los directivos, y justifica la falta de esa información en la imputación de los cargos
BBVA ha reconocido ante el juez que su investigación interna sobre la contratación a Cenyt, la empresa del excomisario de policía José Manuel Villarejo, se quedó a medias ya que no interrogó a los directivos para contrastar las evidencias (principalmente correos electrónicos) halladas por la auditora PwC, encargada de realizar el forensic. Así consta en la documentación del caso recogida en el tomo 17 de la pieza separada Nº9 de la Operación Tándem, a la que ha tenido acceso CincoDías, y en la que BBVA alega inviabilidad para poder completarlo.
En concreto, el banco señala que “la particularidad que presenta esta investigación interna es que no ha sido posible realizar las entrevistas de confrontación una vez obtenida la evidencia digital, dado que cuando la entidad recibió la misma de manos de PwC en el mes de julio de 2019, inmediatamente la puso a disposición de esta instrucción, sucediéndose sin solución de continuidad la imputación de varios empleados que hace inviables que dichas entrevistas puedan producirse y, por tanto, la elaboración de un informe final de investigación al uso”.
BBVA reconoce ahora que no hubo una investigación propiamente dicha del caso Cenyt durante el mandato de Francisco González. Sí se iniciaron en junio de 2018, a raíz de varias informaciones publicadas en prensa, los trabajos de recopilación de información sobre el alcance y objeto de la contratación a Cenyt, pero el banco admite ahora que eso “no consistió aún en una investigación interna en sentido estricto”. El banco data el inicio del forensic en enero de 2019, cuando se le encomienda el trabajo a PwC.
El plan para realizar la investigación pasaba por varias fases. En primer lugar, se realizarían entrevistas preliminares, de manera informal, a los directivos implicados en la contratación de Cenyt. Posteriormente PwC acometería la búsqueda de evidencias digitales (un proceso conocido como e-discovery) y entregaría a BBVA un informe con los hallazgos. Luego, los servicios legales volverían a entrevistar a los empleados implicados en el caso con el fin de contrastar la información y, ahí sí, documentar físicamente el contenido de esas entrevistas para aportarlas al forensic y a la causa. No obstante, este último paso no se llevó a cabo.
“De acuerdo con el plan inicial, una vez concluido el e-discovery se habrían realizado entrevistas forenses, debidamente documentadas o grabadas y con un interrogatorio estructurado a partir de los indicios o evidencias obtenidos en la investigación digital. Sin embargo, como hemos expuesto más arriba, estas entrevistas no pudieron ser realizadas al producirse las imputaciones en el seno del procedimiento penal”, alega BBVA.
La entidad nunca había explicado que había decidido no llevar a cabo fases clave del forensic, aunque sí había señalado de un modo genérico que lo importante era la investigación judicial. Según consta en los documentos examinados por este diario, el Ministerio Fiscal mostró un interés especial por las entrevistas preliminares y, en concreto, “en el conocimiento que el declarante [Adolfo Fraguas, representante legal de BBVA en el caso] tenía sobre su contenido”.
BBVA resalta que fueron precisamente entrevistas preliminares y que “por eso se hicieron en su mayoría al principio de la investigación”. Además, añade que “se evitó conscientemente utilizar el contenido de las entrevistas (salvo la del señor Corrochano) no solo por su carácter meramente preliminar sino porque, al no constar documentadas en ninguna acta firmada por el entrevistado (o en una grabación) no iban a tener ningún efecto probatorio en esta causa. La declaración del representante de BBVA se basó única y exclusivamente en evidencias, no en conjeturas o especulaciones”.
Por último, BBVA dice que “no pretende interferir con la instrucción judicial, sino cooperar con ella” y concluye que “será en el seno de esta instrucción y con todas las garantías que ofrece nuestro procedimiento penal donde deba producirse esa confrontación entre investigados y evidencia”.
Entrevistas sin actas y sin grabar para hablar “de forma espontánea”
El contenido de las únicas entrevistas realizadas a directivos de BBVA en el marco de su investigación interna sobre la contratación de Cenyt no consta en ningún registro. Cuando dio comienzo el forensic los abogados externos del banco entrevistaron de forma preliminar a los empleados implicados en la contratación de la empresa de Villarejo, pero solo para orientar la posterior búsqueda de evidencias entre los archivos informáticos del banco.
“No se hicieron actas de esas entrevistas precisamente por ese carácter preliminar y porque se pretendía que las personas entrevistadas se expresaran de forma espontánea, para lo que era preferible evitar un formato excesivamente formal como habría sido preparar un acta y pedir a la persona entrevistada que la firmara”, señala el banco ante el juez.
BBVA defiende que estos encuentros entre los abogados y los directivos se produjeron de manera informal y, aunque se ofreció la posibilidad de que los empleados del banco acudieran con sus representantes legales, no detalla cuántos de ellos se acogieron a esta posibilidad. “A los entrevistados se les ofreció, por supuesto, la posibilidad de asistir a la entrevista con un abogado, aunque en esos momentos no hubiera aún ningún indicio de actuación irregular”.
Del mismo modo, detalla que los propios abogados que acudieron a las entrevistas “tomaron notas, pero dichas notas tienen el mismo valor que las que podrían haber tomado en cualquier otra reunión. Se trata de meras anotaciones no contrastadas, para simple uso del abogado que las ha escrito. Como es obvio, además de estar sujetas al secreto profesional, las notas de los abogados no pueden tener ningún valor probatorio”.
Por ello, la entidad defiende que no se levantaran actas ni se grabaran los testimonios para incorporarlos a la investigación y la causa.