La banca intenta encarecer las hipotecas de sus empleados
Con condiciones preferentes, han quedado a interés cero o con un suelo mínimo del 0,1%. El sector tantea endurecer el tipo a euríbor más 0,8
Los bancos tienen una dura batalla interna contra los tipos de interés negativos, también dentro de su propia casa. Las condiciones preferentes en las que se han concedido de forma habitual préstamos a los empleados se han convertido en otro elemento más de presión sobre el maltrecho margen de negocio. El derrumbe del euríbor ya ha provocado que clientes que hace más de una década contrataran hipotecas con diferenciales mínimos, en torno a los 20 puntos básicos, se encuentren ahora con que no pagan intereses. Y en el caso de los empleados de banca, tal situación –o el pago de un interés mínimo del 0,1%– se ha convertido en norma.
Las entidades ya se curaron en salud al negociar el anterior convenio de banca de 2016, cuando establecieron un tipo de interés para las hipotecas de euríbor más 0,15, “sin que en ningún caso pueda resultar un interés negativo”. En el convenio de ahorro –el que engloba a las antiguas cajas y a entidades como Bankia o CaixaBank– se marcó un interés equivalente a un 70% del euríbor y un suelo del 0,5%.
Cada entidad cuenta en todo caso con condiciones propias, a menudo más favorables que las de los convenios sectoriales. Pero esos convenios ya vencieron y el actual proceso de negociación –abierto con meses de retraso– está siendo la ocasión para que las entidades planteen un endurecimiento de las condiciones de financiación de nuevas hipotecas a los empleados, que ahora disfrutan de préstamos prácticamente a coste cero.
En el convenio de ahorro, la patronal ha lanzado una primera propuesta de interés de las nuevas hipotecas a empleados de euríbor más 80 puntos básicos, lo que según el nivel actual de este índice de referencia, deja un interés que ronda el 0,5%. Fuentes sindicales rechazan la propuesta y aspiran a no empeorar las condiciones actuales. “Aceptamos que haya un suelo en el precio de las hipotecas a empleados pero no mucho mayor que el de ahora. Es algo irrenunciable”, señalan desde UGT. La hipótesis de que el banco llegue a pagar al empleado por su hipoteca no se plantea en ningún caso y es un supuesto al que la banca se niega en rotundo.
En Santander y BBVA, los empleados no pagan intereses, y en Bankia y CaixaBank, solo un suelo del 0,10%
La concesión de hipotecas a la plantilla a precios preferentes es práctica generalizada entre los bancos, donde son mayoría los empleados con un préstamo para vivienda en vigor, más aún a medida que ha ido descendiendo la media de edad con los procesos de prejubilación. El número de empleados de banca se ha reducido de forma notable tras la crisis, hasta un total de 187.182 trabajadores a cierre de 2018, de los que la mayor parte tiene contratada una hipoteca.
Fuentes financieras reconocen que el difícil entorno de tipos de interés requiere una revisión de las condiciones de financiación de la plantilla, ahora en tipos mínimos con la caída del euríbor. Así, en CaixaBank, el convenio vigente –que venció en diciembre– establece un interés de euríbor menos 2,5 puntos que, al resultar en un tipo negativo, ha quedado en un suelo del 0,1%. En Bankia, el interés pactado es del 70% del euríbor con un suelo de 0,5% –lo marcado en el convenio sectorial–, aunque fue mejorado a un suelo del 0,10%. En el sector de ahorro, según datos de CECA, el ritmo medio de concesión de hipotecas es de 3.500 al año, por un importe medio de 207.000 euros.
En Santander, donde las condiciones se han pactado al margen del convenio, el interés de las hipotecas a empleados es del 35% del euríbor. Al resultar un tipo negativo, el interés se ha dejado al cero, sin que haya suelo. Los empleados de BBVA, con hipotecas a euríbor más 0,15, tampoco pagan intereses.
Las condiciones de financiación a la plantilla no se han abordado aún en el convenio de banca, centrado –como sucede en el de ahorro– en cuestiones como el registro de jornada o la flexibilidad de horarios, aunque será materia de negociación en los próximos meses. Según apuntan fuentes sindicales, la celebración de las elecciones generales es un elemento clave para dar más celeridad a una negociación de convenios que avanza a paso lento.
Negativa en rotundo a aplicar tipos negativos
La caída en picado del euríbor ha hecho realidad las hipotecas a tipo negativo, aunque solo en teoría. Aquellos que por ejemplo contrataron un préstamo hipotecario en 2007 con Deutsche Bank a euríbor más 0,17 o con Bankinter a euríbor más 0,18 están pagando un interés cero. Pero en ningún caso cobran por sus hipotecas. Las entidades defienden que va contra la propia naturaleza jurídica de un préstamo bancario que el cliente llegue a cobrar por ello, si bien desde el ámbito jurídico también hay quien defiende que debe prevalecer el estricto cumplimiento de los términos del contrato: la aplicación del euríbor más un diferencial.
La nueva ley hipotecaria, en vigor desde junio, establece que no podrán aplicarse tipos negativos. Para las hipotecas firmadas con anterioridad, todo queda sujeto al contrato. Por el momento, los tipos negativos no afectan a muchos hipotecados, se trata de cuantías de dinero muy reducidas y es una cuestión sobre la que el Banco de España no se pronuncia. El supervisor remite a lo vigente ahora en la ley hipotecaria o a lo pactado en su día entre el cliente y el banco.