Tavares alerta del “dogmatismo” europeo contra la automoción
El presidente ejecutivo de PSA alerta que las medidas "radicales" de España, Italia y Alemania para reducir emisiones pueden provocar caídas de actividad y empleo
El presidente ejecutivo de PSA, Carlos Tavares, ha confrontado esta mañana el dogmatismo de la UE frente al pragmatismo de China a la hora de abordar el debate de la transición energética. “El mayor riesgo para la automoción es interno y procede de la Unión Europea por la transición energética impuesta para la reducción de emisiones”, aseguró en un encuentro con medios de comunicación previo a la visita de Rey Felipe VI para arrancar la producción de la sexta generación del Opel Corsa en las instalaciones de Figueruelas (Zaragoza). Ese nuevo modelo será producido en exclusiva, ya que hasta ahora la fabricación era compartida con la planta alemana de Eisenach. La nueva línea tendrá capacidad para fabricar hasta 1.000 vehículos diarios y empleará a 500 personas.
“La movilidad eléctrica es igual que la comida bio. Es más cara. Y eso no se lo están diciendo a la gente”
Tavares ha sido especialmente beligerante contra Francia, España e Italia por los objetivos de reducción de emisiones contaminantes fijados para la automoción. “Tomaron decisiones radicales cuando son los mayores productores de vehículos en Europa. Los fabricantes podemos llevar la producción a emisiones cero, contamos con la tecnología adecuada, pero lo crítico es la velocidad a la que vamos a hacer esa transición”. El presidente ejecutivo de PSA ha subrayado que esos países habían contado a los consumidores solo una parte del relato. “La electromovilidad es más cara que la movilidad tradicional y tienen que entender que solo se puede comercializar subsidiando los vehículos y subiendo impuestos”, ha recalcado visiblemente preocupado por el impacto que puede tener en sus plantas.
Así ha señalado que en las instalaciones de Figueruelas se han invertido 250 millones de euros hasta el momento y que los futuros compromisos financieros estarán ligados a conocer si la regulación es compatible con el desarrollo de la industria de la automoción. “La movilidad eléctrica es igual que la comida bio. Es más cara. Y eso no se lo están diciendo a la gente”, ha señalado. De esta manera ha deslizado que una senda demasiado rápida de transición hacia energías menos contaminantes puede generar un impacto negativo en la industria de la automoción, "que emplea a 13 millones de personas en la UE".
En la inauguración de la nueva línea de producción, Tavares reclamó, en presencia de la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, apoyo para la industria en las decisiones que se tomen en el seno de la UE en materia energética. "Defendemos una transición energética sostenible, que no ponga en riesgo el empleo ni la actividad en nuestras plantas ni el futuro de nuestros trabajadores. Confiamos en las instituciones españolas para que nos ayuden en este desafío", ha señalado el presidente ejecutivo de PSA.
Preguntado por el futuro de la planta de Figueruelas, toda vez que acogerá la producción del nuevo Opel Corsa, del Opel Crossland X y el Citroen C3 Aircross y que ha puesto en marcha la denominada plataforma CMP Multienergía, que permitirá fabricar vehículos de gasolina, diésel y 100% eléctricos sobre una misma plataforma, Tavares se ha mostrado optimista. "PSA es el primer productor de vehículos en España, con una cuota del 22%, queremos seguir progresando y esa es la dirección que vamos a seguir. El objetivo es tener una versión 100% eléctrica en cada una de las tres plantas y que en 2025 todos los modelos de las cinco marcas tengan versión electrificada o híbrida enchufable".
Tavares ha reconocido que pese a que las tres plantas están progresando de forma adecuada en materia de competitividad, la fábrica de Portugal sigue siendo más eficiente e incluso la de Marruecos lo es todavía más. "Pero no debemos entrar en ese debate. Lo mejor que se puede hacer es copiar las mejoras prácticas de cada una de las plantas". De hecho alabó la flexibilidad de los representantes de los trabajadores en Figueruelas "por la flexibilidad para entender la nueva realidad del negocio, ya que ha jugado un papel imprescindible en la asignación de nuevos productos a esta planta".
Para el presidente ejecutivo de PSA, el precio no es el único obstáculo para el despliegue del coche eléctrico, tal y como pretenden esos tres países. “Necesitamos una red de recarga que ofrezca un buen servicio a esos clientes. La gente no comprará coches si no hay una red de recarga. Y para ello habrá que invertir en una red de estaciones de carga con una gran capilaridad. Y si quieren financiación privada también habrá que pagar más impuestos”. Tavares también hizo mención al agujero que se producirá en las arcas públicas como consecuencia de esa transición energética, toda vez que los tributos ligados a los carburantes fósiles generan una recaudación anual de 428.000 millones de euros, con Alemania (92.000 millones), Francia (79.000 millones) e Italia (74.400 millones) a la cabeza.