Los cambios que se avecinan para sacar el carné de conducir
El aspirante tendrá que dar cinco prácticas si suspende
Ni será más caro ni más largo. Eso es al menos lo que sostiene Rubén Castro, miembro de la junta directiva de CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas), sobre los cambios que se avecinan para obtener el permiso de conducir.
Aunque el proyecto de Real Decreto de la DGT (Dirección General de Tráfico) para reformar el Reglamento General de Conductores estará en stand by hasta que se forme Gobierno, las modificaciones previstas han puesto en pie de guerra a las autoescuelas digitales.
El principal motivo de conflicto es la obligatoriedad de que el alumno reciba al menos ocho horas de clases presenciales durante la formación teórica (seis horas para ciclomotores y motos), lo que choca directamente con el negocio de las digitales.
La DGT propone ocho horas de clases teóricas presenciales
Uno de los inconvenientes que estas alegan es el encarecimiento de la obtención del permiso. Pero a juicio de Luca Moretti, dueño y profesor de la madrileña Autoescuela Moretti, “esto es una falacia porque las clases teóricas están incluidas en la matrícula y los centros permiten recibir cuantas sean necesarias para aprobar”.
A tener en cuenta
Teórico. Según CNAE, se puede sacar el exámen teórico en 15 días porque muchas autoescuelas imparten cursos intensivos de 8. Aunque el carné se puede sacar en solo dos meses, lo habitual es que se emplee más tiempo.
Precios. Aunque el precio medio ronda los 695 euros para los alumnos que aprueban los dos exámenes a la primera y toman 20 clases prácticas, dependiendo de la zona hay diferencias entre autoescuelas de hasta el 165%, según Facua. Granada, A Coruña y Jaén, son las más baratas frente a Murcia, la más cara. Madrid está por debajo de la media.
Empresas. Hay unas 9.000 autoescuelas repartidas por todo el país. Cualquier población tiene un centro a menos de 7,8 kilómetros de distancia, según CNAE.
Digitales. Una cosa son las plataformas con test de examen y otra las autoescuelas digitales, que, además, permiten hacer todas las gestiones online.
Se da la circunstancia de que en España “es relativamente barato sacar el carné de conducir frente a otros países europeos donde cuesta el doble e incluso el triple que aquí”, añade este profesor.
En España, un estudio de Facua desvela que, el coste medio del carné de conducir es de unos 692 euros, aunque depende mucho de las zonas, siendo las grandes ciudades más baratas, dada la fuerte competencia, frente a otras provincias.
Tampoco es cierto que se pierda más tiempo en los trámites porque “el alumno solo tiene que abonar la matrícula para empezar la formación”. Además, “las digitales no evitan tener que pasar por la autoescuela para las clases prácticas”, dice este profesor, convencido de que debería incluirse un número de clases prácticas obligatorias como en otros países.
Lo que no está claro es si será igual de largo. Porque los plazos que baraja el borrador entre las convocatorias para los no aptos pueden ser un cuello de botella para los ya colapsados centros de examen. Y es que Tráfico cuenta con unos 900 examinadores, según CNAE. Una cifra “insuficiente” teniendo en cuenta las bajas laborales y la pérdida de 300 examinadores en los últimos cinco años. Y a la espera del funcionamiento del nuevo sistema de exámenes implantado por Tráfico, CAPA (Capacidad de las Pruebas de Aptitud).
Hasta tres meses de espera hay para examinarse del práctico, señala Castro, en Madrid, Barcelona, Sevilla, Navarra o Baleares. Algo que, para Moretti, puede empeorar por el nuevo CAPA. Este sistema, que fija dos fechas de examen al mes, impone a las autoescuelas un cupo de aspirantes y la preocupación radica en que “si no puedes llevar a todos los candidatos, pueden producirse listas de espera, sobre todo en las fechas de mayor demanda”, explica Moretti.
No obstante, Joaquín Jiménez, presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), asevera que “el CAPA garantiza un calendario, una rotación de los exámenes y una reducción del tiempo de espera y, de hecho, en las provincias donde se aplica, la bolsa de alumnos en espera ha bajado”.
Una de las cuestiones de las que nadie habla es “la formación con la que los aspirantes acuden últimamente al examen de conducir”. El número de no aptos ha aumentado considerablemente, alerta Jiménez refiriéndose a los atascos. En 2018, “solo el 34% de los aspirantes aprobaron el práctico a la primera”, aclara.
“La formación presencial obligatoria es una necesidad justificada”, afirma Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial y presidente de Fesvial (Fundación para la Seguridad Vial). Prueba de ello es que “más del 80% de los países tiene una formación teórica obligatoria de entre 20 y 30 horas y también práctica, de entre 20 y 25 clases”.
“La DGT se ha dado cuenta de que, además de la velocidad o el alcohol y las drogas, las distracciones al volante, sobre todo por el móvil, son la causa de muchos siniestros”, dice Castro. Según la DGT, más del 30% de los accidentes se debe a ellas. Y es que el 25% de los conductores reconoce usar el móvil o el GPS al volante, de acuerdo con un estudio de BP, Castrol y Race. Así como las redes sociales, usadas por el 17% de los jóvenes de entre 18 y 24 años.
Lo que pretende la DGT es incidir más en los temas de seguridad vial y “la única forma de concienciar a los futuros conductores es con una formación presencial”, aseguran en CNAE, donde insisten en que no aumentará la formación teórica, “solo se regulará para concienciar a los conductores noveles sobre malos hábitos”. De hecho, entre las materias presenciales obligatorias, el borrador hace hincapié en las distracciones (móvil, fumar al volante, etc.), pero también en los principales riesgos (velocidad, alcohol o drogas), los colectivos desprotegidos (peatones, ciclistas o motos), los elementos de seguridad (sillas infantiles, casco, cinturón), además de los grupos de mayor riesgo, entre ellos los conductores más jóvenes.
La obligación de incluir testimonio de víctimas de accidentes y vídeos en las clases presenciales es otra de las novedades. “Yo saqué el carné de moto en Suiza y aún tengo en la retina los vídeos que me pusieron cuando conduzco”, cuenta Moretti, que considera muy acertada la medida para que “los alumnos lo interioricen”.
Esto enlaza con la idea que tiene Tráfico de incorporar preguntas en formato audiovisual en los exámenes, en detrimento de los clásicos test, así como reducir el número de fallos del 20% al 10%.
El borrador fija unos plazos mínimos para volver a examen si el aspirante no sale apto en la prueba práctica. Entre la primera y segunda convocatoria el alumno tiene que esperar 15 días naturales, 30 días entre la segunda y tercera y 20 a partir de las siguientes. Además, por cada suspenso, el candidato tendrá que recibir un mínimo de cinco clases antes de asistir a un nuevo examen.
Una de las mejoras que acaba de entrar en vigor, y que destaca Castro, es la posibilidad de usar en el examen práctico todas la herramientas de ayuda a la conducción (Adas), como sensores de adelantamiento y de aparcamiento, cámara trasera, etc. Y los motoristas que opten al A1 y A2 podrán examinarse siguiendo las indicaciones por el GPS, en lugar de através del altavoz, pero tendrán que llevar casco homologado, guantes, chaqueta, pantalón y botas.
Romero (Dribo): “En una autoescuela digital el alumno ahorra el 40%”
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Vic, Romero se especializó en EE UU en las herramientas para la transformación digital. Tras crear una agencia de marketing digital con clientes como Coca Cola o Sony y oficinas en Madrid y Barcelona, fundó esta autoescuela digital.
¿Qué va a ser de las digitales si se obligan las clases presenciales?
De momento, el borrador está parado, pero entendemos que atenta contra el acceso a la educación y la agenda digital del país. Pero seguiríamos ofreciendo el servicio pues la formación ya es presencial en el vehículo a día de hoy.
¿De verdad se ahorra preparando el teórico en las autoescuelas online?
La media de ahorro es del 40%. Ofrecemos todo lo necesario para que el alumno pueda gestionar todo sin tener que ir a ningún local físico. Esto nos permite ser muy eficientes en costes y ofrecer un precio muy ajustado.
¿Cuáles son sus ventajas?
Dribo no es una app de test, es una autoescuela con un método pedagógico propio que permite aprender de forma autónoma con ejercicios personalizados, lo que no ocurre en las tradicionales, donde el alumno tiene que adaptarse a la clase. Además, con Dribo se hace todo (reservar clases prácticas, trámites, etc.) desde el móvil.
¿Se puede concienciar de los malos hábitos digitalmente?
Las mejores instituciones llevan años formando a excelentes profesionales con programas y grados 100% online. Es un modelo plenamente integrado en el sistema educativo. Además, ¿qué mejor momento para concienciar de forma personalizada en las clases prácticas presenciales? El resto son argumentos para proteger los intereses de unos pocos. Los países avanzados con formación libre tienen los índices de siniestralidad más baja, como Noruega o Suecia.