Tras el ruido testifical, comienzan las pruebas periciales en el juicio de Bankia
La vista por la salida a Bolsa de la entidad entra en su última fase a partir de este lunes
El juicio por la salida a Bolsa de Bankia se reanuda este lunes afrontando su fase decisiva: las pruebas periciales. Después de que en las 47 sesiones de fase testifical hayan desfilado 57 testigos por la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional (San Fernando de Henares) con más ruido y contradicciones que conclusiones, se espera que este nuevo tramo, dividido en tres bloques temáticos en los que participarán 15 peritos se arroje la luz definitiva para resolver el caso.
Durante la primera fase, celebrada entre enero y marzo, en la que declararon los 34 acusados (solo cuatro de ellos señalados por la Fiscalía) de presunta estafa a inversores y de posible falsedad contable, el juicio se centró en la responsabilidad de cada una de las 31 personas físicas y las tres personas jurídicas en la fusión de las siete cajas que dio origen a Bankia, la formulación de cuentas de la entidad, la redacción del folleto de emisión de la OPS y el posterior debut sobre el parqué.
La excúpula del banco, con el expresidente de la entidad Rodrigo Rato a la cabeza, señaló al Banco de España, la CNMV y el Gobierno como los impulsores de la creación y posterior salida a Bolsa de la entidad. Una estrategia basada en eludir responsabilidades y traspasarlas a las instituciones encargadas de supervisar las operaciones, que dieron su visto bueno.
“La salida a Bolsa no fue una decisión empresarial, fue legal e impulsada por el supervisor. Estábamos sometidos a una imposición de decisiones del FROB y del Banco de España”, aseguró Rato en la primera sesión. “Cuando llego a Bankia el folleto ya está en borrador. Veo que las cuentas son las mismas que las auditadas por todos los organismos y no me cuestiono si están bien o no. No tenía la más mínima duda de que está perfectamente contrastado. Son las cuentas más bendecidas de la historia de este país”, señaló, por su parte, Francisco Verdú, exconsejero delegado del banco.
Posteriormente, el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, inauguró la fase testifical con una intervención centrada en la reformulación de cuentas consolidadas del ejercicio 2011 que realizó tras asumir el cargo, en mayo de 2012. La reformulación registró unas pérdidas de 3.300 millones de euros que contrastaban con los 300 millones de beneficio reflejados en las cuentas formuladas dos meses antes, en marzo de 2011, todavía con Rato como presidente, y que se remitieron a la CNMV sin contar con el informe de auditoría.
Después de Goirigolzarri, poco a poco la fase testifical se fue desviando de los presuntos delitos que juzga el caso para atraer la atención sobre dos cuestiones: las cenas que compartieron los principales banqueros del país (Rodrigo Rato de Bankia, Emilio Botín de Santander, Isidre Fainé de CaixaBank y Francisco González de BBVA) junto al entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, y las trifulcas y rencillas entre inspectores y exdirigentes del Banco de España. Mientras los primeros aseguraron haber advertido las deficiencias de la operación, la excúpula del supervisor restó importancia y desmintió las declaraciones de sus subordinados. Unas sesiones de encontronazos donde lejos de aportar claridad sobre los hechos, contribuyeron a generar más dudas.
“La sensación que hay es de que se ha desenfocado el juicio. La parte de testigos se ha centrado en cosas que nada tienen que ver con la salida a Bolsa”, señalan fuentes de las defensas.
Por su parte, fuentes de las acusaciones particulares se muestran más satisfechas de cómo discurrido el juicio hasta ahora. “Muchos han querido evitar que se hable del daño que se hizo a miles de familias intentado sacando a relucir los líos políticos, pero no lo han conseguido”, inciden.
Igualmente, otras fuentes de la acusación popular defienden los informes periciales. “Para nosotros, los peritos judiciales dicen la verdad y afirman categóricamente que el folleto de salida a Bolsa no refleja bien los estados contables”, señalan otras fuentes.
Las propias defensas también cuentan con informes periciales que achacan el desplome del banco una situación sobrevenida derivada de la crisis y descartan que hubiera falsedad de cuentas tanto en los estados financieros del ejercicio 2010 como del 2011, tanto en Bankia como en matriz BFA. No obstante, tras el ruido testifical, serán las pruebas periciales las que marquen el devenir del ‘Caso Bankia’.