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Las mujeres tiñen España de violeta un año más

Más de seis millones de personas secundan los paros y la huelga del 8M La CEOE culpa a las empleadas de la brecha salarial por tener menos propensión a negociar

EFE

La histórica jornada en pro de la igualdad de género, convocada con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, comenzó con caceroladas y un sinfín de actos de protesta en la madrugada del 8 de marzo. Horas más tarde, la Bolsa de Madrid abrió la sesión con un toque de campana en favor de la igualdad de género, una iniciativa que se realizó de forma simultánea en más de 80 mercados de todo el mundo, y que se realizó de manera conjunta con la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas.

En Madrid, la encargada de golpear el badajo fue la vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Ana María Martínez-Pina, que afirmó que ni las empresas, ni los mercados, ni la economía del país “pueden permitirse renunciar al talento de la mitad de la población”. E incidió en que “la presencia equilibrada de hombres y mujeres es un objetivo que todos debemos perseguir”.

En el acto estuvo acompañada por la directora ejecutiva en funciones de la Red Española del Pacto Mundial, Cristina Sánchez, quien remarcó que este tipo de iniciativas ayuda a sensibilizar a la sociedad y fomenta su implicación con la igualdad de género. “Las cifras demuestran que si las mujeres participaran con pleno derecho en el mercado laboral, el PIB mundial aumentaría en 28 billones de dólares”, añadió. Por su parte, el anfitrión, el presidente de BME, Antonio Zoido, destacó que incorporar políticas de igualdad “debe estar en las agendas de los gobiernos y de los consejos de administración”, ya que “mejora la productividad, la competitividad y la prosperidad de la sociedad”.

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A lo largo de la jornada, cientos de miles de personas han marchado por las calles de las principales ciudades del país exigiendo el fin de toda discriminación por razones de género. Una auténtica marea ha teñido de color violeta el centro de las principales ciudades y pueblos de España, dando forma un año más a un movimiento que coge fuerza, respondiendo a las propuestas antifeministas de la extrema derecha. Los sindicatos UGT y CC OO han cifrado entre cinco y seis millones de personas el seguimiento total en el país, entre los paros parciales y la huelga de 24 horas que se habían convocado. Un dato parecido al seguimiento de la jornada del año pasado, pionera en esta reivindicación.

Uno de los ámbitos con mayor seguimiento de los paros y de la huelga ha sido el de la educación. El Sindicato de Estudiantes aseguró este viernes que dos millones de jóvenes se ausentaron de clase. Por su parte, la federación estatal de enseñanza de CC OO indicó que el seguimiento de la huelga superó el 80% en los campus universitarios.

La brecha salarial supera los 4.800 euros anuales, según Gestha

El fin de la brecha salarial, que asciende a 4.800 euros anuales según Gestha, así como el fin de la desigualdad de oportunidades y de promoción, de la feminización de la precariedad o de la penalización de la maternidad son varias de las demandas que el movimiento feminista lleva reivindicando desde hace muchos años, a las que se le añaden la exigencia de la corresponsabilidad de tareas y cuidados fuera de la empresa o la erradicación de la violencia sexual.

Esta brecha, según un informe elaborado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y PwC, presentado este viernes, se ha reducido un 28% desde el año 2002, pasando del 16,9% hasta el 12,2% en 2014, atendiendo a los últimos datos disponibles del INE.

El origen de la brecha, argumenta la CEOE, es sociocultural, un problema de rol de género que crea múltiples consecuencias en diferentes ámbitos como, por ejemplo, el económico, el personal o el laboral. La patronal también sugiere que los “rasgos psicológicos y habilidades no cognitivas” influyen en que las mujeres cobren menos, si bien se trata de un factor que contribuye a las diferencias salariales de manera “no muy elevada”. Que los hombres cuenten con una mayor propensión a asumir riesgos y con mayor habilidad para negociar y competir, según dijo la CEOE este 8 de marzo, explican en parte este salto salarial.

La patronal sugiere que los rasgos psicológicos y habilidades no cognitivas influyen en la brecha

“Que una mujer reciba menos promoción, cobre menos que un hombre y tenga más riesgo de ver su trabajo precarizado es consecuencia de valores y sesgos compartidos por toda la sociedad”, explica la profesora de EAE Business School, Esther González Arnedo, quien argumenta que los puestos directivos se han asociado tradicionalmente con un altísimo nivel de responsabilidad y dedicación, lo que se reflejaba en muchas horas de permanencia y entrega a la empresa. Y se pregunta si esos valores siguen teniendo vigencia en un mundo hiperconectado por la tecnología. Y se cuestiona también si debe seguir siendo el arquetipo de trabajador de alto potencial alguien que trabaja 18 horas al día durante siete días a la semana. Si la respuesta es afirmativa, “tendremos que aceptar que muchas más mujeres que hombres abandonen la carrera hacia el éxito. Esta grieta en el techo de cristal debe convertirse en una gran ventana o, por el contrario, el techo acabará cayendo sobre todos”.

Algunas compañías entonaron el viernes el mea culpa y reconocieron la brecha salarial. Fue el caso de Mapfre, que anunció durante la junta general de accionistas una brecha salarial del 5,6% en favor de sus empleados hombres, debido a una situación heredada con origen en un contexto de sector fundamentalmente masculino, aunque sus procesos de selección y sus políticas retributivas garantizan “la plena igualdad”. El presidente de la aseguradora, Antonio Huertas, destacó que la compañía superó el objetivo marcado en su último plan estratégico, que fijaba una meta de que al menos el 40% de los puestos de responsabilidad de todo el grupo estuviera ocupado por mujeres. En términos generales, las conclusiones del estudio presentado también el viernes por Lee Hecht Harrison, del grupo Adecco, no son muy halagüeñas. En 2018 ha disminuido el porcentaje de mujeres en cargos directivos: solo un 24% de ellos está en sus manos.

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