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Renault se merece su abollada valoración

Los inversores son reacios a dar crédito a los proyectos de coches eléctricos hasta que el negocio esté claro

Carlos Ghosn, CEO de Renault, y Emmanuel Macron, presidente francés, el pasado día 3.
Carlos Ghosn, CEO de Renault, y Emmanuel Macron, presidente francés, el pasado día 3.REUTERS

Renault cotiza en uno de los múltiplos más bajos de un sector no muy deseado. Su alianza con Nissan y las inversiones en coches eléctricos ofrecen destellos de esperanza, pero probablemente no los suficientes como para pisar el acelerador de sus acciones en el próximo año.

Los resultados del tercer trimestre ponen de manifiesto sus problemas. La cifra de negocios, 11.500 millones, fue un 1,4% inferior a la de 2017, excluyendo movimientos de divisas, desinversiones y adquisiciones, y muy por debajo de los 12.000 millones esperados por los analistas. El CEO, Carlos Ghosn, estima que las ventas durante todo el año serán superiores a las de 2017, pero la compañía dice que la “visibilidad” es baja.

Ayer llegó a caer un 4%, hasta un nivel de 4,2 veces los beneficios esperados para este año. Es un cuarto por debajo de la media de sus pares europeos.

Sus proyectos con Nissan y Mitsubishi significan que es probable que el cambio a los coches eléctricos le salga más barato que a sus rivales, ya que la alianza comparte diseños y componentes. Sus propias inversiones iniciales en esta tecnología también ayudarán. UBS estima que alcanzará el punto de equilibrio con sus modelos eléctricos en 2020, mucho antes que sus rivales.

Una gran parte de la baja valoración de Renault se debe a la asimetría de su alianza con Nissan. El francés posee el 43% del japonés, que solo tiene el 15% de Renault. Cualquier cambio en la estructura de la alianza aumentaría su valor. Los inversores descuentan en gran medida la participación de Renault en Nissan, ya que no está claro el valor que podría obtener el francés de la misma. Las acciones de Renault se dispararon en el pasado cuando parecía que se iba a producir un vínculo más estrecho.

Los inversores son reacios a dar crédito a las inversiones en vehículos eléctricos hasta que el negocio esté claro. Eso llevará años. Y una alianza más profunda con Nissan puede requerir que el Estado francés venda su participación del 15% en Renault. Eso es difícil de imaginar mientras el precio de las acciones siga tan bajo. Ghosn ha dicho que es poco probable que se produzca una fusión antes de 2020. Lo mismo puede decirse de un aumento de la valoración de Renault.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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