Corea pone a prueba la baja volatilidad del mercado que todavía está en mínimos
Los expertos defienden que no augura un revés bursátil BlackRock afirma que la baja volatilidad puede durar años, lo que favorece asumir riesgos
El mes de agosto va a concluir sin un repunte de la volatilidad. Las habituales sacudidas propias de otros veranos, protagonizados por serios temores como el frenazo de la economía china en 2015 o el pánico a la desintegración del euro en 2012, han brillado por su ausencia este año. Con una excepción, la tensión bélica entre Estados Unidos y Corea del Norte, que tanto a principios como a finales de mes ha tenido la capacidad de agitar a las Bolsas.
El mercado sigue siendo muy estable y la volatilidad sigue contenida. Se desbocó a principios de mes coincidiendo con la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte y ayer volvió a repuntar. El índice Vix que mide la volatilidad del S&P 500 se disparó a principios de agosto a cerca de 17 puntos, máximos desde principios de noviembre, con anterioridad a la celebración de las elecciones presidenciales en EE UU, cuando el mercado temía por la victoria de Donald Trump. Su triunfo trajo un inesperado rally bursátil, si bien casi un año después la falta de medidas económicas concretas empieza a causar decepción entre los inversores.
Este martes, la escalada bélica reactivada por el misil lanzado por el régimen de Pyongyang volvió a activar por algunos momentos las alarmas de la volatilidad. El Vix llegó a superar los 14 puntos, pero fue perdiendo intensidad según avanzó la jornada hasta situarse sobre los 12 puntos. Un nivel cercano a los mínimos que para muchos es síntoma de complacencia en los mercados pero que para los expertos debería ser síntoma de recuperación.
Habitualmente, cuando los niveles de volatilidad son reducidos durante un largo período de tiempo, este indicador se convierte en la señal de que el mercado puede darse la vuelta, sin que los inversores hayan valorado los riesgos ni se hayan cubierto ante ellos. Este riesgo puede amplificarse en el momento actual cuando los principales bancos centrales del mundo están en un proceso de retirada de la masiva liquidez inyectada durante la crisis, según apuntan desde Allianz Global Investors. La gestora descarta sin embargo que una baja volatilidad sea anticipo para una brusca corrección bursátil. “La volatilidad del mercado ha sido demasiado baja y puede empezar a normalizarse. Sin embargo, los datos de la economía global y los resultados empresariales se mantienen al alza, lo que debería favorecer la Bolsa frente a los bonos soberanos. Los inversores deberían mantenerse en el mercado de forma diversificada”, defienden.
Para Richard Turnill, jefe global de estrategia de BlackRock, “la baja volatilidad en los mercados de renta variable puede durar años y tiende a solaparse con fases de expansión económica sostenida, lo que respalda el argumento a favor de la asunción de riesgos”. En su opinión, baja volatilidad no es sinónimo de complacencia. “La cuestión es si su avance está sostenido por vulnerabilidades del sistema. Y no vemos riesgos sistémicos”, añade. Con una perspectiva histórica, los períodos de volatilidad media del 10% en el mercado de EE UU pueden durar años. “Los picos de volatilidad pueden ocurrir pero sin crear un régimen de elevada volatilidad”, sostiene Turnill.
Discrepancias
Otros expertos sí advierten en cambio del actual riesgo latente en Wall Street, en rally imparable desde mínimos de la crisis en 2009. “No es factible mantener los niveles de volatilidad en mínimos y los de complacencia en máximos”, sostiene Alberto Espelosín, de Abante, que ha tomado posiciones cortas sobre la Bolsa de EE UU.
Hitos del índice Vix
El máximo nivel de volatilidad alcanzado durante la crisis fue pocos días después de la quiebra de Lehman Brothers, cuando el índice Vix se disparó hasta los 80 puntos. El segundo momento de mayor tensión de los últimos diez años se dio en septiembre de 2011, en los primeros compases de la crisis de deuda europea. Entonces el Vix alcanzó los 43 puntos.
En agosto de 2015, cuando el mercado temió por el crecimiento de la economía china, el Vix se disparó a los 28,43 puntos.
Con anterioridad a la crisis de la que ahora se cumplen 10 años, los máximos del Vix se dieron en agosto de 1998. La quiebra del hedge fund LTCM impulsó al Vix a los 44,28 puntos.