
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, Mario Armero es vicepresidente ejecutivo de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) desde 2012. Este galardonado directivo fue presidente de General Electric en España y Portugal hasta 2008, consejero delegado de Corporación Llorente y, más tarde, presidente de Ezentis hasta 2011. Actualmente es asesor consejero en grandes empresas, entre ellas Gas Natural Fenosa.
Pregunta. ¿Las empresas españolas invierten poco en movilidad? La antigüedad del parque ha crecido hasta los 12,5 año
P. ¿Cómo se enfrentarán a las restricciones por contaminación en las urbes?
R. En Barcelona se prohibirá circular de lunes a viernes a partir de 2019 a las furgonetas matriculadas antes de octubre de 1994 y las empresas deberían renovarlas para poder seguir circulando. Creemos que es una buena medida cambiar esas furgonetas tan antiguas, las que más contaminan, por nuevas, porque hoy son el 16% del total de las que circulan por Barcelona.
P. ¿Cómo se vislumbra el futuro del parque con el boom del comercio electrónico?
R. Las compras online son una realidad cada vez más asentada entre los españoles y trae aparejado el reparto a domicilio, incluso en el centro de las ciudades, y el uso de coches comerciales. Cuando haya restricciones al tráfico, los vehículos deberán ser eficientes y poco contaminantes para continuar su actividad. De nuevo, tener una flota rejuvenecida y eficiente es la clave.
P. ¿Y respecto a la eficiencia energética?
R. No habrá una sola tecnología, coexistirán varias. Asistiremos a mejoras en los motores térmicos, en los de gas, y los eléctricos e híbridos irán ganando presencia. En un futuro veremos el desarrollo del hidrógeno como energía que propulse a los vehículos. Serán cada día más limpios y más conectados entre sí y con el entorno. Además, no hay que perder de vista la movilidad autónoma, que será una realidad antes de lo que pensamos.
P. ¿Cómo afrontarán los fabricantes el final del diésel?
R. No creemos que los diésel tengan un final próximo y mucho menos en los comerciales. Los motores modernos han reducido un 99,9% las partículas que emiten y un 94% los óxidos de nitrógeno. Además, consumen un 25% menos.