¿Qué esperan los analistas de la cita del BCE?
El presidente del BCE realizará un análisis del escenario que se ha abierto en el Viejo Continente después de la decisión de los británicos de separarse de la Unión Europea.
Hoy todas las miradas estarán puestas en Fráncfort. A las 14.30, Mario Draghi centrará la atención de los inversores. A esa hora el banquero italiano será el encargado de dar a conocer las medidas adoptadas por el consejo de gobierno. Con apenas un mes de vigencia del programa de compra de bonos corporativos, los expertos no esperan grandes cambios en la cita de este mes. Y menos aún desde que la semana pasada el Banco de Inglaterra retrasara a agosto las medidas en materia de política monetaria para hacer frente a la inestabilidad que ha acompañado a los mercados tras el triunfo del brexit en la consulta del pasado 23 de junio.
Antes de mover ficha, los expertos prevén que la institución europea espere a conocer la decisión de su homólogo británico. La idea de que en esta reunión no se adoptarán cambios en la política monetaria de la eurozona se extiende entre el consenso de los analistas.
Pero que no se produzcan modificaciones no quiere decir que las palabras de Draghi no vayan a jugar un papel destacado para los inversores. Según los analistas consultados, el presidente del BCE se limitará a realizar un análisis del escenario que se ha abierto en el Viejo Continente después de la decisión de los británicos de separarse de la Unión Europea. Desde Bank of America Merrill Lynch esperan que la autoridad monetaria se reserve los anuncios para septiembre. En la cita prevista para la vuelta de las vacaciones, además, el BCE actualizará sus pronósticos de inflación. Desde el departamento de análisis de la entidad, los expertos creen que la vuelta a la estabilidad de los precios todavía es un horizonte lejano, pero consideran que este jueves son “poco probables” las rebajas tanto en las tasas rectoras como en las facilidades de depósito, actualmente situadas en el -0,4%.
Adrian Hilton, gestor de renta fija en Columbia Threadneedle, señala que el BCE no ha visto evidencias suficientes del efecto brexit como para llevar a cabo cambios en su política. “La falta de datos contrastados desde que el referéndum británico tuvo lugar y la reciente adaptación de los mercados de riesgo dificultan a los bancos centrales la tarea de calibrar una respuesta adecuada”. A esto el experto añade que Mario Draghi esperará a conocer el impacto del programa de compra de bonos antes de plantearse la puesta en marcha de estímulos adicionales.
Con la vista puesta en las reuniones que se produzcan de aquí a final de año, los analistas barajan diversas opciones. En Andbank prevén cuatro alternativas posibles. La primera de ellas sería una extensión de las compras de deuda (tanto corporativa como pública) más allá de 2017. Pero eso no se quedaría aquí. Este cambio vendría acompañado de una modificación en el criterio de compras que hasta ahora estaba basado en función de la participación en el capital del BCE. Desde la firma prevén que la autoridad monetaria pueda adquirir deuda en base al peso de la deuda viva.Esta decisión favorecería a países como Italia y Francia en detrimento de Alemania. No obstante, supondría generar un nuevo conflicto político en un entorno ya de por sí inestable como lo es el actual.
La otra opción que barajan pasa por eliminar los límites que impiden comprar más de un 25% de cada emisión o el 33% de la deuda de un solo emisor, en el caso de los bonos gubernamentales, y del 70%, si se habla de deuda corporativa. Esto permitiría incrementar el universo de bonos elegibles. “La ventaja de esta alternativa es el hecho de que ya ha sido activada en el pasado, por lo que el rechazo sería menor”, afirman. La tercera vía supondría acabar con el límite de la facilidad de depósitos (-0,4%) y que marca la rentabilidad mínima hasta la cual el BCE puede comprar deuda. La última alternativa sería un nuevo recorte de los tipos de interés, algo que dañaría más a los bancos, con serios problemas para obtener ingresos.
En Renta 4 tampoco esperan ayudas adicionales. “La probabilidad de nuevos estímulos se ha reducido tras la decisión del Banco de Inglaterra de mantener tipos y también ante el positivo comportamiento de las Bolsas, aunque consideramos que Draghi dejará la puerta abierta a nuevos estímulos monetarios en caso necesario”, afirman.
Yellen, con la vista puesta en el panorama internacional
Una semana después de conocer la decisión del BCE, llegará el turno de la Reserva Federal. En la reunión celebrada el pasado 15 de junio, el banco central de EEUU decidió mantener intacta su política monetaria (los tipos permanecen entre el 0,25% y 0,5% desde diciembre de 2015)a la espera de conocer el resultado del referéndum en Reino Unido.
En la cita de este mes los miembros de la Fed contarán con un nuevo dato que evidencia la solidez de la economía: la cifra de empleo de junio. Después de un mayo decepcionante, el pasado mes EEUU superó las previsiones de los analistas y generó 287.000 puestos de trabajo. Esto viene a evidenciar la fortaleza de la primera economía del mundo. El organismo que preside Janet Yellen debe conjugar la buena marcha económica del país con las incertidumbres internacionales, a fin de evitar un sobrecalentamiento de la economía.
Pero a pesar de esto, los expertos creen que no será julio el mes elegido para incrementar las tasas. Según los futuros de los fondos federales, solo el 6% de los analistas consultados cree que Yellen anunciará una subida del precio del dinero la próxima semana. Hay que avanzar hasta marzo del próximo año para encontrar probabilidades de alzas superiores al 50%. Desde Renta 4, Natalia Aguirre, señala que el próximo paso para la normalización de la política monetaria llegará a finales de año, una vez pasen las elecciones en EEUU.