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Tribuna
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‘Facility management’, el anfitrión corporativo

Una actividad que mueve en España en torno a 50.000 millones de euros al año y va en aumento

En los últimos años, el facility management ha cobrado más peso. Este término de difícil traducción hace referencia a la gestión de todos los servicios que una compañía necesita para el funcionamiento de sus instalaciones y sus servicios asociados. Es el área responsable de que todo funcione del modo esperado, un perfecto anfitrión que cuida los detalles para que los habitantes corporativos se sientan como en casa. Según la Asociación Española de Facility Management, esta actividad mueve en España en torno a 50.000 millones de euros al año y va en aumento.

En el último lustro, el facility management ha pasado de gestionar los servicios básicos y no estratégicos, como la limpieza, la seguridad o el mantenimiento básico en oficinas, a otros mucho más sofisticados, como la tecnología en la nube. Hoy en día puede incluso ocuparse de aspectos críticos en algunos negocios como la gestión de data centers, laboratorios o instalaciones industriales y comerciales en general, asegurando en todo momento su operatividad, la cobertura de riesgos o el cumplimento de normativas del modo más eficiente y seguro. Ha pasado de ser el ama de llaves a un relojero que no solo mantiene todos los mecanismos de una empresa o un edificio perfectamente alineados para que todo funcione eficientemente, sino que además investiga, invierte y aporta novedades para mejorar el día a día de todos los que trabajan en una empresa.

Durante la crisis, el ahorro de costes ha sido una prioridad para las empresas. En este sentido, el mantenimiento de los espacios corporativos puede llegar a representar el 30% de los gastos de una compañía y una buena gestión puede suponer una disminución de entre el 20% y el 30%, con el consiguiente impacto positivo en la cuenta de resultados. En este sentido, la centralización y profesionalización de la gestión de los múltiples servicios asociados a las instalaciones puede suponer importantes ahorros. También la externalización, que por encima de la reducción de costes directos aporta una disminución de los indirectos, liberando tiempo de recursos valiosos en la empresa para enfocarse en tareas del negocio.

A medida que la crisis se ha disipado y el mercado laboral se reactiva, la principal preocupación de las compañías se ha trasladado a la atracción y retención del talento, y aquí de nuevo el facility management juega un papel fundamental. Las empresas, cada vez más, dedican recursos a incrementar el bienestar de sus empleados, a través de servicios y programas dedicados a este fin. Esto ha provocado que los facility managers ya no solo gestionen los suministros de agua, luz o papel, sino caterings, renting o servicios de apoyo al empleado que pueden ir desde fisioterapeutas, limpieza del coche o tintorería.

"Las empresas cada vez dedican más recursos a incrementar el bienestar de sus empleados"

Se trata de una tendencia al alza. Según nuestras estimaciones, el 74% de las principales empresas mundiales ya tienen programas de bienestar para empleados. Esto viene provocado, por un lado, por las exigencias de las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral: el 85% de los empleados jóvenes reconoce el bienestar en su puesto de trabajo como un factor clave. Por otro lado, también tiene una lectura en términos de costes, puesto que está demostrado que las políticas de bienestar en las empresas pueden suponer importantes ahorros al reducir la rotación, la baja productividad y el absentismo. Según la Universidad de Warwick, los empleados son un 12% más productivos cuando están felices en el trabajo. Además, los trabajadores que están felices y comprometidos con su empresa toman una media de 3,9 días de baja por enfermedad, mientras los empleados descontentos y poco comprometidos, una media de 10,7 días al año.

A todo esto se suma la irrupción de las nuevas tecnologías. Servicios como el almacenaje de datos en la nube, la realidad aumentada, el big data o la biometría forman y formarán cada vez más parte del día a día del facility manager. De ahí la importancia de contar con especialistas que contribuyan, entre otros, a reducir los niveles de inventario, los costes de reposición, el uso de energía y la mejora de los niveles de servicio.

La reducción de costes, la atracción y retención del talento y el incremento de la productividad a través de las nuevas tecnologías son las tres áreas sobre las que el facility management más puede impactar. Una disciplina en transformación que puede generar ventajas competitivas para las compañías y aumentar la satisfacción de su cliente final: los empleados.

Alfonso Galobart es vicepresidente de CBRE España.

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