Así sería una empresa cuyos valores se basen en la filosofía zen
¿Qué es el zen? ¿Qué propone su filosofía y cómo puede ayudarnos a mejorar nuestro proyecto emprendedor?
La filosofía Zen propone un cambio en los objetivos de una persona cuando emprende un nuevo negocio. El emprendimiento y la generación de nuevos proyectos están basados en la consecución de un beneficio económico, en la mayoría de los casos. Territorio Pyme entrevista al maestro zen Dokushò Villalba, quien propone como fin primordial la Excelencia Integral. Una forma de visionar el concepto empresarial que tiene como objetivo vivir en un estado de bienestar, de felicidad y de satisfacción verdaderas. ¿Cómo afectaría a tu empresa la introducción de la filosofía zen? ¿Cómo debe un emprendedor afrontar su vida empresarial basándose en el zen? Lo analizamos de la mano de este maestro zen, perteneciente al monasterio zen Luz Serena.
¿Qué puede aportar el zen al mundo empresarial?
En el mundo empresarial el concepto de excelencia empresarial es muy importante. El zen puede ayudar a reformular el concepto de excelencia haciendo ver que, finalmente, la verdadera empresa es la vida en sí y que por lo tanto lo que cualquier empresario necesita es una visión de la Excelencia Integral, es decir, una visión que incluya íntegramente sus necesidades en tanto que ser humano y la estrategia necesaria para satisfacerlas. Y dentro de estas necesidades se encuentran las afectivas, las familiares, las de realización personal, etc, no únicamente las materiales.
¿Qué valores zen echa de menos en la cultura empresarial y considera que podrían ayudar a mejorar la economía?
Desde el punto de vista del budismo zen, la economía debe estar al servicio del ser humano y de su felicidad, y no al contrario. La cultura empresarial actual sufre la misma afección que la sociedad general: un materialismo chato que reduce el ser humano y la vida consciente a la mera producción y consumo de productos y al enriquecimiento material. Si la actividad económica olvida que el fin último es la felicidad propia y ajena se convierte en una maquinaria ciega que solo conduce a la frustración.
¿Por qué un emprendedor debería practicar zen?
Por la misma razón que la de cualquier ser humano: todos estamos sujetos a la enfermedad, la vejez, la muerte, la pérdida… al dolor y al sufrimiento. La mera producción y consumo, y el enriquecimiento material asociado, no puede evitar que nos enfrentemos tarde o temprano a la pérdida, a las pérdidas, a la gran pérdida que supone la propia muerte. La práctica regular de la meditación zen te da la fuerza moral que te permite afrontar la vida desde la perspectiva de la muerte. Tarde o temprano, todos lo perderemos todo. Si no eres consciente de esto es que todavía no te has dado cuenta de que va esto.
El zen persigue la verdad: ¿cuál es esa verdad para un emprendedor que tiene su propio negocio y lucha cada día por obtener ingresos y mejorar?
Desde el punto de vista de la Excelencia Integral, el fin último de nuestros esfuerzos no debe ser el de obtener ingresos a cualquier precio sino el de vivir en un estado de bienestar, de felicidad y de satisfacción verdaderas. La prosperidad del negocio no asegura la felicidad personal ni familiar, aunque la prosperidad sea un elemento importante en la ecuación. Importante pero ni el único ni el definitivo. La verdad que enseña el zen es la siguiente: siéntate y siéntete, es decir, toma conciencia de lo que estás realmente sintiendo, toma conciencia del ser real que eres y de tus necesidades reales.
¿Qué es ser un maestro zen? ¿Cuál es su función?
Un maestro zen es un maestro de meditación budista zen, alguien que se ha formado durante largos años con un maestro budista zen y que ha sido reconocido por su maestro como una persona cualificada para enseñar la meditación budista zen. Su función es la de enseñar la meditación budista zen y orientar la práctica espiritual de aquellos que deciden estudiar el budismo zen bajo su dirección.