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Columna
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La conducción agresiva de Uber

Uber está empezando a cosechar lo que ha estado sembrando. El servicio de transporte basado en los teléfonos inteligentes sigue creciendo desafiando las normas tal y como están definidas por los reguladores locales y las empresas de taxis establecidas. El enfoque agresivo del consejero delegado, Travis Kalanick, parece funcionar: la última ronda de inversión valoró la compañía en torno a los 40.000 millones de dólares (unos 37.800 millones de euros). Pero los conductores de Uber siguen su ejemplo.

Recientemente un pasajero intentó parar un coche UberX en el aeropuerto de Newark en Nueva Jersey. Trasaceptar el viaje, un conductor con muy buena calificación llamó para confirmar el punto de recogida y destino y después de enterarse de que iba a ir a un barrio de la periferia a 16 kilómetros de distancia, rechazó la petición. Minutos después, otro conductor con alta calificación la canceló. “Hubo una confusión”, aseguró Uber en un mensaje de texto.

A los conductores de Uber técnicamente no se les permite rechazar un viaje por el destino, y pueden ser desactivados por hacerlo. De hecho, Uber da ciegamente da fiabilidad al recorrido, independientemente de su origen de un cliente o de destino. Asegura que la tasa de anulación de los conductores es “un increíblemente pequeño porcentaje de los viajes”, pero no revela la cifra.

En otra muestra de cómo los conductores Uber emulan la actitud desafiante de Kalanick, algunos están demandando a la compañía por nombrarles como trabajadores independientes en lugar de como empleados. De esta forma, se les reembolsaría el combustible y el mantenimiento de los automóviles. Un juez rechazó recientemente la solicitud de Uber para decidir sobre la cuestión sin un juicio.

Una victoria de los conductores podría debilitar el modelo empresarial de Uber, que Piper Jaffray recientemente pronosticó que crecerá de 625 millones de dólares en recorridos el año pasado a 68.000 millones en 2020. La cultura Uber se está engendrando, sin embargo, podría llegar a ser un serio obstáculo para llegar a esa suma.

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