Dónde compiten las empresas españolas
Los negocios son muy favorables en América Latina y Europa
Las empresas españolas buscan su oportunidad fuera. Hace siete años, menos de la mitad de ellas, un 47%, tenía presencia internacional. Con la crisis esto cambió: la demanda nacional empezó a disminuir de forma drástica y la mayoría fue consciente de las oportunidades que le ofrecía abrir negocio en otros países. Así, en la actualidad el 58% valora la importancia de los mercados internacionales y se ha reducido a un 20%, desde el 27% de 2007 las empresas sin implantación internacional.
Los sectores fabricantes y energía y recursos naturales son los que tienen una mayor presencia en el extranjero, según se desprende de una encuesta realizada por la consultora Deloitte, en la que han participado más de 300 empresas durante los meses de junio y julio de este año. Teniendo en cuenta las condiciones de los diferentes mercados, los encuestados consideran que la competitividad de su compañía es alta o muy alta fundamentalmente en la Unión Europea (49%).
Los mercados de América Latina y el resto de Europa son los siguientes destinos donde se considera que la competitividad es alta o muy alta, con un 40% y un 39% respectivamente. En cambio, los destinos menos atractivos para hacer negocio son América del Norte, Asia y África.
El perfil del directivo internacional
El ejecutivo internacional es el de un director general que domina el idioma del país de destino con funciones en empresas de tamaño medio (entre 30 y 150 millones de facturación al año) o grande (más de 3.000 millones), y que destaca por su capacidad de liderazgo y habilidad en las relaciones sociales y negociadoras, más allá de los conocimientos técnicos y la experiencia internacional previa. Para minimizar riesgos hay que contar con gente preparada y capacidad de liderazgo.
Siendo la actividad internacional un elemento clave en el futuro de la empresa, dice el estudio de Deloitte, es lógico que la responsabilidad recaiga en perfiles séniors. Los idiomas más demandados son el inglés, el alemán y el francés, si bien el chino es una de las tres lenguas más valoradas.
Tradicionalmente, las empresas españolas han iniciado su proceso de expansión internacional por círculos concéntricos, es decir, primero Europa porque es lo que se tiene cerca. Pero, poco a poco, han ido cerciorándose de que realmente el criterio a utilizar para definir los objetivos debía ser el buscar mercados donde se esperan crecimientos de la actividad económica grandes y sostenidos (América Latina, Asia y África). La menor distancia cultural con América Latina ha hecho que, salvo casos concretos, un mayor número de empresas haya optado por este área. En relación al tipo de actividad internacional y el país de destino de la Unión Europea, las empresas son fundamentalmente exportadoras, el 46%, y se dirigen al mercado alemán, el 32%, al francés, el 30%, al portugués (29%) y al italiano, el 26%.
Las delegaciones comerciales (20%) son la segunda modalidad más implantada en la expansión internacional, siendo Portugal (9%), Francia (8%) y Alemania (7%) los países con mayor número de delegaciones comerciales españolas.
Un 7% de las empresas que han participado en la encuesta de Deloitte cuenta con fábricas de producción en otros países, siendo Estados Unidos (4%) China (3,7%) y Méjico (2,7%) los países con mayor concentración de este tipo de centros de origen español.
Las alianzas con empresas del país de destino (6%) y las fusiones o adquisiciones de empresas originarias del país de destino (5%) son la tercera y cuarta modalidad, respectivamente a las que recurren las compañías en su expansión internacional. Los países donde se producen mayor número de alianzas con empresas de la zona son Alemania (3%), Argelia y Perú, ambas con un 2%, mientras que las fusiones y adquisiciones cuentan con un mayor porcentaje en Portugal (3%) y en Brasil (2,3%).